Sobre las 11 de la mañana del pasado sábado, Lesbia María Licourt García se encontraba de visita en casa de su vecina Caridad. Recuerda que le mostraba a la anciana algunas fotos sobre las granizadas de la noche precedente en La Habana.
“¡Qué Dios nos ampare, porque este año fue bisiesto!”, decía su interlocutora al ver aquellas imágenes.
Asegura Lesbia, que al momento empezó a soplar un viento intenso que levantaba el techo de la cocina, hasta que hizo volar los cincs de la vivienda, de otras casas cercanas y de la escogida de tabaco ubicada a escasos metros, “aquello fue como una nube prieta que se adentró y lo arrancó todo”.
Caridad intentó salir, pero Lesbia la retuvo, la obligó a entrar y la guareció debajo de una cama, eso la mantuvo a salvo. Comentó que esa señora, a quien quiere como una madre, estaba muy nerviosa y alterada por lo que pasó, lo más importante, ratificó, “es que estamos vivos y con la esperanza de que nos van a ayudar”.
TORMENTAS LOCALES SEVERAS
De acuerdo con un estudio sobre las tormentas locales severas entre 1980 y el 2020, publicado en la Revista Cubana de Meteorología, número dos del 2022, hay gran variabilidad “en la ocurrencia de estos fenómenos severos en el país, teniendo un promedio anual de 141 reportes”.
La clasificación implica que presenta uno o varios de los siguientes elementos: “Tornado, granizos de cualquier tamaño, vientos lineales fuertes de 25 m/s o más no asociados directamente a tornados y trombas marinas”.
En el citado artículo se asevera que a partir de 2011 hay un incremento de la prevalencia de los mismos, salvo en el 2017 que solo se contabilizaron 96, y aunque pueden ocurrir en cualquier época, la mayor incidencia está en los meses de mayo y julio que acumulan el 57,1 por ciento de los ocurridos.
DE PÉRDIDAS Y SUSTOS
Aquella misma tarde, varios vecinos reparaban el techo con lo que pudieron recoger para que la anciana tuviera un mínimo de condiciones en su morada.
Para otras familias del consejo popular Antonio Briones Montoto, el pasado sábado también tuvo un agrio sabor. Una tormenta local severa se empeñaba en torcer todo a su paso, en una localidad que todavía acumula 254 derrumbes totales a causa del huracán Ian.
Lázara Sánchez Peña es una de las damnificadas del ciclón que no había podido recuperar su techo; incluso, con las fibras de asbesto cemento en su patio, no ha podido ponerlas por falta de clavos. Ella y su madre aún recuerdan con tristeza aquella mañana sabatina.
“Duró unos cinco minutos, no sabría decir bien, pero fue terrible. Menos mal que me dio tiempo a llevar a mi mamá hasta el baño, que tiene placa, y guardar el televisor”.
En el propio asentamiento conversamos con Felipe Naranjo Suárez, quien no sabe exactamente cómo logró salir de los escombros, pues cuando el tornado azotó se encontraba descansando en su cama. Su casa, apuntalada desde el paso de “Ian”, colapsó completamente.
A sus 64 años, Felipe ha sufrido 11 infartos y le colocaron un marcapasos. Hoy reconoce que es un milagro no haber terminado en Cardiología una vez más, debido al susto.
Según Daniel Silva Rojas, presidente del Consejo Popular, hasta el pasado martes, después de un levantamiento conjunto entre los delegados y los técnicos de la Vivienda, se reportaban 23 inmuebles dañados, de ellos, cuatro derrumbes totales, uno parcial, cinco totales de techo y 13 parciales.
“Fue un tornado muy severo, pero que no abarcó todo el Consejo, sino algunos puntos de Briones y de la comunidad de Chamizo. Muchos de los estragos coinciden con los del huracán; inclusive, a varios pobladores se les cayó la facilidad temporal que habían construido”.
Además de los perjuicios en las casas, también sufrieron daños en una placita que estaba a punto de inaugurarse, en la panadería, el círculo infantil y en la escuela primaria.
Por su parte, Rosaida Díaz Díaz, administradora de la escogida V-10-6, instalación que quedó sin cubierta, apuntó que en el momento del evento contaban con 22.4 toneladas de tabaco de vegas finas de primera que se encontraban resguardadas bajo mantas y lonas y que fueron trasladadas a los almacenes de la Empresa de Tabaco, ubicados en el consejo popular Las Ovas.
SIN PERDER TIEMPO EN LA RECUPERACIÓN
Desde el propio sábado en la tarde, el poblado de Briones se volcó a la recuperación. Hasta allí llegaron los carros de la Empresa Eléctrica, sus trabajadores laboraron día y noche para que ya el martes el servicio eléctrico estuviera restablecido en su totalidad.
También comenzaron con inmediatez las labores de saneamiento, según Luis Benjamín Armas, subdirector general de la Dirección Municipal de Servicios Comunales en Pinar del Río, contaron con el apoyo de varios organismos e instituciones. Brigadas con motosierras, camiones y carretas recogieron alrededor de 900 metros cúbicos de desechos, fruto de la caída de la vegetación y escombros.
En relación con la Vivienda, apuntó Silva Rojas que ya contaban con 400 planchas de cinc, 300 viguetas y 200 riostas, y se hacían las coordinaciones en las oficinas de trámites en función de gestionar los créditos bancarios para aquellos que no cuenten con la solvencia económica suficiente para acometer la recuperación de su vivienda.
Añadió que cuando el paso de “Ian” se decidió subsidiar la compra de los materiales al 50 por ciento; sin embargo, no será así con los daños provocados por el tornado, sino que se pagarán los recursos en su totalidad.
Al respecto, Yamilé Ramos Cordero, primera secretaria del Partido en la provincia, subrayó que de ahí la importancia del funcionamiento efectivo de las oficinas de trámites y en consonancia con lo que establecen las políticas sociales.
Llamó a que se analice cada caso con detenimiento con Trabajo y Seguridad Social y con la sensibilidad que se requiere.
Al cierre de este trabajo, la recuperación de los centros escolares perjudicados estaba al 80 por ciento, y ya estaban disponibles los recursos y las personas para reparar la panadería.
Agregó el presidente del Consejo Popular que recibieron la colaboración de varios organismos y el acompañamiento constante de las principales autoridades de la provincia, así como donativos del sistema de Acopio, de micros, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) y de trabajadores no estatales para contribuir con la alimentación de los pobladores.
LLUEVE SOBRE MOJADO
Cuando todavía hay tantas secuelas de “Ian”, e incluso de huracanes anteriores, pendientes de eliminar, la naturaleza vuelve a hendir con su furia a Pinar del Río, agravando males como el deterioro del fondo habitacional y de la infraestructura socioeconómica del territorio.
Las labores de recuperación demandan de un impulso definitivo, en el que se impliquen todos los actores, junto a la voluntad de los damnificados y la adecuada articulación y seguimiento al proceso, para que una mujer temblorosa por el miedo que le provoca un recuerdo, no llore junto a las fibras que pudieron protegerla y estaban apiladas en el patio. Urge lograr que cada recurso material disponible se convierta en solución.