Cuando alguien de la familia es reconocido por los resultados de su labor, hay regocijo en casa y el clan de Guerrillero se envanece de que una de las suyas forme parte de la candidatura que presenta la provincia Pinar del Río para diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP).
Por estos días Dorelys Canivell Canal, deja de ser sólo la periodista, para convertirse en representante de miles de pinareños, la también corresponsal del periódico Juventud Rebelde en el territorio, anda junto a otros propuestos por el municipio recorriendo comunidades, intercambiando con la población; experiencia que no es nueva para ella, lo que sí cambia es el sentido de esas historias.
Ahora no se trata de hacerlas públicas, sino apropiárselas como estímulo para lo mucho por hacer que tendrá ante sí en caso de que el 26 de marzo, en las urnas, los votos la confirmen como otra mujer universitaria que integrará el parlamento cubano.
Es también un proceso de aprendizaje junto al resto de los compañeros que integran la candidatura, de a poco nace la diputada, algo que nunca pensó, y hasta le avergüenza que entre tantas personas con méritos mayores sea ella una de las 27 escogidas para representar a Pinar del Río.
Su biografía es pública, así que no hace falta ofrecer detalles sobre la trayectoria laboral.
Pero para nosotros, es la familia sorprendida ante el niño que demasiado rápido se tornó adulto; hemos visto crecer a la que llegó recién graduada a nuestra redacción con su pelo teñido de rojo y rizos rebeldes; consolidarse como profesional, y a la par fuimos testigos de cómo la hija de Doris y Canivell, la hermana de Ana Amelia, se convirtió en la esposa de “Carly”, nuera de Yoyi, tía de Luis Dariel y mamá de Ana Carla.
Somos testigos cotidianos de los malabares que hace con su tiempo para asumir cada rol, del apoyo de la familia, imprescindible para multiplicarse en varios espacios y llevar responsabilidades como la presidencia de la Unión de Periodistas de Cuba (Upec) dentro de Guerrillero.
Es una pinareña que tiene que lavar cuando llega el agua a su edificio, llevar y recoger la hija del círculo, estar pendiente de lo que llega al quiosco, cocinar, planchar las batas del galeno de la casa, entre nos, tarea que detesta; que cuando hay apagones lidia con espantar los mosquitos para que no piquen a Ana Carla y al hacerse la luz, se sienta frente a la computadora a cumplir con su faena de periodista.
Dorelys es una mujer común, que en su día a día lucha con las carencias cotidianas, trabaja, cuida de la familia y encuentra la manera de sonreír; es la nieta preocupada por sus abuelas, la prima, la amiga…
Y como sus problemas son tan afines a los de cualquiera, nos place que sea ella una de las representantes de la prensa en la próxima legislatura; esa que desde antes de su conformación tiene claro que mejor es posible.
PD: Ella no ofreció una entrevista para este trabajo, lo que está escrito es lo que sabemos quienes la conocemos.