Yordanky Pérez Fabra es uno de tantos jóvenes médicos recién graduados de Consolación del Sur en la provincia Pinar del Río. De origen humilde e hijo de padres obreros, este joven funge como el nuevo doctor del consultorio número 52 del municipio.
Para quienes lean estas primeras líneas dirán, sí, pero qué tiene de especial… y es que Yordanky es uno de los tres jóvenes seleccionados como delegados directos de la provincia al próximo congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas, a celebrarse en abril de 2024.
Al principio nuestra llamada le sorprendió, pues no pensaba ser “invadido” por tantos periodistas para conversar sobre sus orígenes, aspiraciones y otros asuntos relativos a su profesión.
Jaranero y de buen corazón, como dice ser, nos “levantó” la llamada con un “Dime qué bolá”. Acto seguido le comentamos quienes éramos, y se disculpó de inmediato. “Discúlpenme, pensé que era otra persona”.
“No entiendo qué tanto pueda decirles. Pero los espero bien temprano en la mañana”.
Nuestro equipo de prensa llegó temprano, lo esperamos. Al filo de las 8:15 a.m. se acercó, nos saludó y nos dijo: “Me tendrán que perdonar, pero miren cómo está el consultorio. No puedo hacer esperar a mis pacientes. Cuando concluya con el último les respondo todas sus preguntas”.
La espera nos llevó hasta cerca de las 11 de la mañana, pero valió la pena, pues en su modestia, Yordanky demostró que:
¿Siempre quisiste ser médico? ¿Vocación o decisión?
“Mi vocación siempre fue la de ser médico, pues me interesaba mucho el contacto directo con las personas, y el compromiso de atender, tratar, diagnosticar y aliviar en lo posible los síntomas o enfermedades que pudieran presentar mis pacientes.
“Cursé estudios en la escuela vocacional Federico Engels, y para mí ser médico lo es todo, pues debes entregarte por entero a la profesión y al paciente. Hay que tener un sentido de responsabilidad, integridad y altruismo muy grande.
“Algo curioso es que pedía la carrera de Medicina en primera instancia y la de Imagenología en segundo lugar, porque también me gustaba esa rama. Por cuestiones de la vida me llegó la de Imagenología, pero al terminar el Servicio Militar no estaba en planes el otorgamiento de esta carrera y me fue dada entonces la de Medicina. Estaba destinado a ser médico. Mi sueño se cumplía”.
¿Qué características consideras que debe tener un médico cubano?
“Creo que las condiciones y valores que debe tener un médico cubano son la de tener vocación de servicio y sacrificio. Debes entender que cuando se es médico se es para toda la vida, y no se tiene horario para atender a las personas que las aqueja algún mal Las enfermedades no tienen días ni horario.
“Algo necesario es comprender al dolido, escucharlo, tratarlo, ser paciente, ayudarlo. Pero lo más importante es lo que cada cual se exija. La responsabilidad, el respeto y la dedicación que se le entregue a la profesión es imprescindible”.
¿Por qué te apasiona tanto la Atención Primaria de Salud?
“Esta es el eslabón más importante dentro del propio sistema. Recién comencé en este servicio de cara directa a la población, pues soy recién graduado. No voy a mentir, muchos de nosotros tenemos conocimientos sólidos, pero quizás no contamos con la experiencia necesaria al llegar a un consultorio.
“Recordemos que la Medicina no es solo una carrera o una profesión que se estudia seis años, más los que lleva una especialidad. La Medicina es una profesión en constante evolución, y los profesionales de la Salud debemos y tenemos la obligación de estudiar durante toda la vida.
“Con esto te digo que a veces nos enfrentamos a casos o patologías que nunca hemos visto, pero las asumimos como retos personales, siempre pensando en cómo ayudar a cada paciente que llega a la consulta por alguna dolencia.
“Otro aspecto significativo en este eslabón es el de las visitas diarias a los pacientes en su ambiente hogareño, conversar con ellos, tocarlos, escucharlos, apoyarlos, lograr que se sientan respaldados por la medicina cubana.
“Eso es lo que me apasiona. Sentir al paciente. El aprendizaje constante, el reto diario, la no saciedad de conocimiento frente a nuevos padecimientos”.
Nos contabas que al comienzo sentiste algo de rechazo en la población por tu edad. ¿Esto no cortó tu entusiasmo?
“La población adulta siempre en un primer momento hace un poco de rechazo cuando los jóvenes llegamos, nos presentamos por primera vez y comenzamos a trabajar.
“Somos jóvenes, somos nuevos, no somos expertos. Lo entendemos, ya lo decía. Pero con el tiempo, con el amor que les profesamos y gracias a la minuciosidad con que tratamos a cada paciente, debido a la propia necesidad de conocimiento que tenemos y a la insatisfacción de poder hacer más por ellos, creo que nos vamos ganando su cariño y respeto. Esto último se agradece muchísimo. Es el sentimiento que prevalece”.
¿Qué importancia le confieres al examen clínico?
“Creo que el ejercicio de la clínica es fundamental hoy día en la actual contingencia que presenta nuestro país con el déficit de medicamentos, los problemas y carencias asociadas a los equipos especializados.
“Un buen reconocimiento y diagnóstico médico es quizás la clave para salvar una vida o para que el paciente no se tenga que exponer a más pruebas, análisis u otras observaciones”.
Eres hijo de padres trabajadores.
“Mi mamá es despalilladora desde hace muchos años, y mi padre es trabajador de seguridad y protección. Creo que, contrario a la que nuestros enemigos intentan hacer creer, la política social cubana de inclusión profesional y de acceso total a la educación en todas sus enseñanzas, es maravillosa. En otro lugar del mundo, yo, hijos de mis padres, jamás hubiese podido realizar el sueño de convertirme en doctor”.
Delegado directo al congreso de la UJC…
“Ser elegido como delegado directo al venidero congreso de la UJC fue una sorpresa muy grata. No lo esperaba. Para ser sincero, nunca fui dirigente en mi paso por los distintos centros estudiantiles, pero me considero una persona natural, responsable, jaranero como todo cubano; siempre con un sentido de la ética personal y profesional muy grande.
“Por supuesto, es un orgullo poder representar a la juventud médica de nuestro país en un evento tan importante para nosotros, en el cual se debatirán agendas asociadas a la realidad cubana actual y a la situación internacional seguramente.
“Si me preguntaran la razón por la que me escogieron, no sabría qué contestar. No suelo hablar de mí, pero me decantaría por mi naturalidad, mis desvelos a deshora por mis pacientes y mi anhelo de hacer de Cuba un lugar mejor. Esas creo que serían las cualidades que me hicieron merecedor de este cupo directo”.
A tu criterio, ¿cuál es el mayor reto que tiene hoy nuestra juventud?
“El mayor reto que le espera a los jóvenes de hoy es el de sacar a Cuba adelante frente a las presiones del imperialismo, y las condiciones tan difíciles que enfrentamos diariamente en muchos de los escenarios sociales.
“Es a la juventud a la que le corresponde hacer más, producir más, crear más, amar más. Somos los conquistadores de un futuro que siempre es incierto, pero cargados con los ideales de Maceo, Martí y Fidel, convencido estoy que triunfaremos y saldremos adelante más fuertes que nunca.
“No digo que sea una tarea fácil, pero los jóvenes sabremos sobreponernos a todo lo que nos depare el futuro”.
¿Tienes alguna agenda personal o inquietudes de cara al Congreso?
“No sé tanto o cuánto pueda aportar mi presencia en el Congreso. Lo que sí puedo asegurar es que voy a hacer todo lo posible por llevar las preocupaciones y mensajes que se me otorguen a las discusiones e intercambios.
“Como todos también tengo algunas preocupaciones. Aunque para ser sincero, no he pensado mucho en ello, el trabajo diario no me deja mucho tiempo.
“Sin embargo, me interesa discutir temas como el mejoramiento de las instituciones de Salud a todos los niveles, las condiciones de vida de la población en general, temas relacionados al ámbito del fondo habitacional, asuntos salariales relativos a los profesionales de la Salud, así como las opciones de cara a la recreación y al esparcimiento sano de la juventud actual”.
Por último, ¿cómo debería ser la juventud de cara al futuro?
“La juventud cubana, por historia, siempre debe ser, o al menos tratar de ser, natural en todo sentido. Ser consecuentes con el momento que nos ha tocado vivir, y siempre explotar al máximo sus capacidades en cualquier lugar que se encuentre sirviendo al país y a la Revolución.
“Altruistas de corazón, alegres en todo momento, sacrificados y, por supuesto, orgullosos y dignos del legado que nos han dejado esas grandes personas que lucharon antes que nosotros.
“Ser cubano y joven significa patria, humanidad, rebeldía y llevar en el corazón las doctrinas del Apóstol. Ya como médico, primeramente, sentir orgullo de que seamos reconocidos a nivel global como una potencia, y que estemos catalogados como profesionales de renombre adondequiera que lleguemos a prestar servicios internacionalistas. Solidaridad y amor al paciente.
“Recordemos las palabras de Fidel cuando dijera de los jóvenes: “Si se es estudiante, hay que ser inexorablemente buen estudiante; si se es trabajador de una fábrica, hay que ser obrero modelo en esa fábrica; hay que ser ejemplo de buen compañero, hay que ser ejemplo de sacrificio, hay que ser ejemplo de voluntad; han de ser los primeros en todo, en el trabajo, en el estudio, en los deportes, en la vida de relación con los demás compañeros”.