En medio de compleja situación epidemiológica provocada por la COVID-19, las cinco empresas forestales de Pinar del Río han vuelto a poner sus bosques y sus fuerzas en función de ayudar a otros territorios del país.
Desde hace varios días, sus carpinterías asumen de forma acelerada la producción de camas destinadas a habilitar nuevas capacidades de aislamiento en Matanzas, una provincia que en las últimas semanas se ha convertido en epicentro de la epidemia.
Víctor Fidel Hernández Pérez, delegado de la Agricultura en Vueltabajo, explica que en total, serán 700 unidades que ha habido que fabricar en tiempo récord, haciendo valer las palabras del presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez de que «ningún territorio está solo en esta lucha que es de todos».
El ingeniero Leduhan Menéndez Cardentey, director de la Empresa Agroforestal Pinar del Río, una de las que participa en esta experiencia, cuenta ante las frecuentes afectaciones en el servicio eléctrico, las carpinterías y aserríos han tenido que adecuar sus jornadas, y trabajar lo mismo de día que de noche.
Para asumir una producción que no se había concebido en los planes, explica que fue preciso echar mano a las puntillas comprometidas con un pedido para el mercado en divisas, que le reportaría cuantiosos ingresos a la entidad. Sin embargo, asegura que hoy lo más importante es unir fuerzas contra en nuevo coronavirus.
«Vivimos un momento en que debemos apoyarnos unos a otros. Cuba es una sola y su pueblo es solidario por naturaleza», afirma Leduhan.
El directivo señala que luego de cumplir la entrega de camas, para ayudar a habilitar con urgencia nuevas capacidades hospitalarias en Matanzas, a solicitud de las autoridades de Vueltabajo, los forestales pinareños deberán continuar la producción, con la intención de hacer lo mismo en la provincia, marcada también por un alto índice de contagio.
La empresa bajo su mando, por ejemplo, deberá hacer 200, con ese destino.
Con más de 408 900 hectáreas de bosques, que representan el 48,7% de su superficie, Pinar del Río ha apoyado muchas veces con sus recursos forestales a otros territorios del país. Sobre todo tras el paso de huracanes y otros fenómenos meteorológicos extremos que han demandado grandes volúmenes de madera para emprender la recuperación o de postes eléctricos y telefónicos para volver a levantar los tendidos derribados por la furia de la naturaleza.