La producción de alimentos constituye nuestro Moncada de hoy, en estos tiempos de crisis económica por la irrupción en el mundo de la COVID-19, afirmó el campesino pinareño Ariel Pita Salazar, productor de cultivos varios y porcicultor de la CCS Erundino Montanet, de Pinar del Río.
Hombre emprendedor, dice que la prioridad número uno de su finca es sembrar cada palmo de tierra para contribuir al autoabastecimiento municipal y propiciar variedad de surtidos con destino a la población y a ventas al turismo, en respuesta al llamado realizado por la dirección del país.
Las 10 hectáreas que abarca su predio las obtuvo en usufructo –explicó-, en un área donde señoreaban el marabú y los montes, y en la actualidad es una próspera plantación de variados cultivos, que abarca siete mil matas de malanga, tres hectáreas (ha) de maíz y ñame montón y más de mil 500 plantas de plátano.
Utiliza abono orgánico confeccionado a partir de las excretas de los cerdos del centro integral de ceba, que nombró María Alonso, en honor a su abuela, y es apegado a la aplicación de la ciencia y la técnica en la posesión.
En convenio porcino tiene más de 600 animales, a los cuales el estado asegura el 60 por ciento de la alimentación y el resto lo garantiza, a base de yuca, palmiche y ensilaje de pescado, fundamentalmente.
Le garantizamos a la empresa porcina los animales con peso de 90 a 95 kilogramos, y el excedente, también lo reservamos a la entidad, para contribuir a paliar el actual déficit de esa carne, tradicionalmente muy demandada por la población y en lo que va de año ya sobrecumplimos los pronósticos productivos para la fecha, con 65 toneladas (t) del alimento vendidas a la entidad, indicó el también miembro de la junta directiva de la CCS.
El agua para el consumo animal y para la higienización de las cochiqueras, la obtienen del cercano río El Cangre, el cual dista a 200 metros de la instalación, en tanto poseen un sistema de residuales certificado por el CITMA.
En todas las tareas de la finca la familia está vinculada: hermanos, padre, hijo y hasta su mamá, que se encarga de la cocción de los alimentos, incluido el de dos casos sociales de la vecindad muy cercana al Centro de recreación La Guabina, a quienes diariamente le hacen llegar sus cantinas.
En esta etapa de pandemia ya realizaron una donación al centro materno Justo Legón Padilla, consistente en 100 kilogramos de cerdo, 150 de yuca y mil mazorcas de maíz, con miras a contribuir a la nutrición de las pacientes.
La cooperativa Erundino Montanet, situada en la carretera a Luis Lazo, en la pre-montaña pinareña, se conformó con la reunificación de tres de esas estructuras, abarca mil 804 ha, con producciones integrales de tabaco, cultivos varios, ganado mayor y menor, y frutales.