Pinar del Río protagonizó su mayor descalabro en la VII Serie de béisbol sub-23 al caer en los dos choques de este domingo, realizados en la Isla de la Juventud.
Pizarras de 7-1 y 4-3 no dicen todo lo ocurrido en el estadio Cristóbal Labra, por lo que un resumen se impone:
En el primer encuentro solo conectaron dos imparables frente al ganador Dorvis Navarro que caminó los siete episodios sin contratiempos, al tiempo que ponchaba a 10 y otorgaba tres bases por bolas.
Los piratas, por su parte, le fueron arriba en la segunda entrada al abridor y perdedor Mario Alejandro Valle y le anotaron cuatro veces, suficiente para sacarlo del montículo y decidir temprano el choque.
A continuación desfilaron por la lomita otros siete lanzadores pinareños, incluido el jardinero casi niño Marco Antonio Argudín que inexplicablemente fue llamado a lanzar para cerrar el encuentro.
El segundo juego mostró una buena parte de las deficiencias que tiene el conjunto pinareño, que grosso modo mencionaré:
Demoraron en extremo al lanzador perdedor Leonardo Ocle, porque en el quinto abrió otorgando base al cuarto bate Luis Ángel Rojas y dio pelotazo al siguiente, Alexander Almarales. Aunque retiró a Hendrick Castillo, en inofensivo toque, no pudo evitar que Daniel Pérez le conectara largo doble al central que impulsó las dos primeras, y a continuación golpeó al emergente Leonardo Ávila: ¿había que esperar a tanto para sustituirlo?
El relevista Juan Luis Hernández sacó el segundo out, pero no pudo evitar que Sergio espinosa le conectara un doble que impulsó las dos decisivas.
El quinto episodio fue el del desastre de los vegueros porque abrieron con dos jits de Mario Lázaro Sánchez y Yoanis Moreno que decretaron la explosión del abridor y al final vencedor Alberto Hechevarría.
En su rescate entró Eric Valenzuela que soportó imparable de Daniel Martínez que impulsó una, pero tanto Moreno como Martínez quisieron correr más que la pelota y fueron puesto out en tercera y primera, respectivamente.
Ya sin hombres en base y dos outs, Eic Vento dio jit por tercera y sustituyeron al lanzador por Kevin Baños a quien el emergente Fidel Linares le conectó imparable. La dirección de la Isla trajo a Kendry Hernández para contener a los verdeamarillos y este consiguió retirar a Lázaro Páez de segunda a primera.
Nada más pudieron hacer los pinareños en las dos entradas que le restaban al choque, pese a conectar un jit en cada una de ellas.
Al final, en el encuentro en que más incogibles han conectado en esta miniserie (14) las deficiencias en el corrido de las bases, en los toques de bola y en la concentración en la caja de bateo salieron a la luz para poner ahora a los dirigidos por Donal Duarte en una situación más comprometida en sus aspiraciones de clasificar para la otra fase.
Estos dos juegos, aunque dejaron mucho que desear, no son para olvidar sino para sacar experiencias de lo que tienen que asimilar los muchachos y lo que le falta por aprender al cuerpo de dirección de los vueltabajeros.
Quedan de martes a jueves tres encuentros contra Artemisa en terreno de los vecinos y concluirán esta etapa el sábado y domingo próximos en el estadio Capitán San Luis frente a La Habana.
Para conseguir el boleto tendrán que ganar dos a Artemisa y los que le quedan contra los capitalinos, además de esperar lo que pase con los azules, porque estos llevan un juego de ventaja en estos momentos.