La administración de Joe Biden promueve hoy un nuevo plan para la explotación de gas y petróleo en alta mar, que muestra contradicciones respecto al compromiso de reducir emisiones de combustibles fósiles en Estados Unidos.
Así indica un reporte de la cadena televisiva CNN sobre un proyecto para los próximos cinco años -divulgado la víspera- sobre ventas de arrendamiento de crudo y gas en alta mar en aguas federales.
El plan limitaría principalmente la perforación al Golfo de México, con una venta de arrendamiento propuesta en aguas frente a Alaska, detalla ese medio.
Además, añade, el proyecto se publicó un día después de que la Corte Suprema dictaminara que la Ley Federal de Aire Limpio no otorga a la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA siglas en inglés) amplia autoridad para regular emisiones contaminantes de las centrales eléctricas.
Ese fallo fue muy criticado por defensores del medio ambiente y la comunidad científica al considerar que limita el trabajo de la EPA justo cuando se necesita más acción sobre la crisis climática.
La administración de Biden se enfrenta ahora a una gran presión política ante el aumento de los precios de la gasolina y en este contexto, presentaron el nuevo plan sobre explotación de crudo y gas en alta mar.
El Departamento del Interior de Estados Unidos propuso la víspera una gama de opciones que van desde ninguna perforación nueva hasta 10 ventas de arrendamiento en el Golfo de México, donde ya se realizan la gran mayoría.
También se contempla una venta en la Ensenada de Cook, en la costa sur de Alaska.
A juicio de secretaria del Interior, Deb Haaland, se presentó una oportunidad para que el pueblo estadounidense considere y aporte su opinión sobre el futuro del arrendamiento de petróleo y gas en alta mar.
El plan debe pasar primero por un período de comentarios públicos durante unos 90 días, aunque ese proceso podría llevar mucho más tiempo, apuntan analistas. La Casa Blanca estuvo involucrada en la elaboración de esa iniciativa de perforación en alta mar, según dijeron a CNN dos fuentes familiarizadas con las discusiones, una señal de cuán sensible es en este momento la política en torno a las decisiones de petróleo y gas.
Muchos republicanos y el senador demócrata Joe Manchin han criticado el manejo de los arrendamientos de petróleo y gas, pues consideran que lo mejor sería aumentar la producción nacional.
En tanto, el representante demócrata Raúl Grijalva, quien preside el Comité de Recursos Naturales de la Cámara, apoya la opción de venta de arrendamiento «cero».
Según dijo, mantener cualquier nueva venta de arrendamiento de petróleo y gas en alta mar durante los próximos cinco años es una pérdida total para los estadounidenses y no contribuirá a bajar los precios del crudo.