Del mismo corazón del Ejército Rebelde surge la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), el cinco de enero de 1959, continuación de la Policía Rebelde, fundada por el entonces comandante Raúl Castro Ruz, jefe del Segundo Frente Oriental Frank País García.
Su creación tuvo como objetivo tener una institución ejemplar que borrara de la memoria de los cubanos la imagen de represión, abusos y corrupción que caracterizó a ese cuerpo durante la dictadura de Batista.
Pero la misión, en aquel tiempo, era bien difícil, pues además del enfrentamiento al delito común, a la especulación y la protección de la propiedad social e individual, estaba la lucha sin tregua contra elementos de la tiranía batistiana, así como los sabotajes del enemigo, las provocaciones, entre otras.
Por eso, la concepción de Fidel y de Raúl dotó, desde el inicio, a la policía no solo de los métodos y tareas, sino, sobre todo, de un contenido profundamente revolucionario. En esos primeros años estuvo integrada por un grupo de miembros del Ejército Rebelde y de luchadores clandestinos, cuya primera misión fue garantizar la llegada a La Habana de la Caravana de la Libertad con el Comandante en Jefe Fidel Castro al frente.
De esa fecha hasta nuestros días, la Policía Nacional Revolucionaria ha sido un cuerpo batallador, no solo en el enfrentamiento al enemigo interno, sino también defendiendo a la Revolución con las armas en las manos, tal y como lo hizo en la lucha contra bandidos en el Escambray, en Playa Girón y en el cumplimiento de misiones internacionalistas en otras tierras del mundo.
Pero hoy, ante nuevos desafíos y retos, la misión fundamental de la PNR está enfocada en la preservación del orden público, la tranquilidad ciudadana y la seguridad vial. Diversas son las labores que realiza, todas con un alto nivel de compromiso y responsabilidad. Así contribuye a la lucha contra la delincuencia, los incendios, la salvaguarda de los recursos naturales, la atención a menores con conductas negativas y la seguridad y protección física de las instalaciones de organismos y entidades estatales.
En la actualidad, la PNR es más capaz e inteligente, más profesional en el cumplimiento de sus tareas, dotada de nuevas herramientas que le permiten perfeccionar su quehacer, el cual exige una constante y completa preparación de sus integrantes.
Como dijera el Comandante en Jefe en el discurso pronunciado en el acto por el aniversario 40 de su constitución, el cinco de enero de 1999: “No es esta la policía del primer día; quiero decir, no era aquella la tarea del primer día. En aquellos momentos iniciales de la Revolución hubo de todo entre las actividades de la policía, entre otras, el combate contra el enemigo contrarrevolucionario, no solo de la policía, sino de todo el Ministerio del Interior.
“Hoy, sin abandonar las demás tareas, sin abandonar absolutamente una sola tarea revolucionaria, incluida la defensa de la Patria con las armas en la mano si llegara el momento, está la tarea fundamental, de enorme trascendencia económica y política, de combatir y de vencer al delito”.
En resumen, la PNR tiene hoy el deber de, como parte del pueblo cubano, patriótico y batallador, perfeccionar su labor, para así, preservar el orden interior del país y la tranquilidad de los ciudadanos, pues ellos forman parte de una institución que la Revolución concibió para el bienestar de esta nación.