Extender la siembra de soya en toda la provincia de Pinar del Río constituye hoy una posibilidad para impulsar programas que, como la producción porcina, se encuentran deprimidos por los altos costos de la importación de piensos.
Con más de 100 hectáreas del grano plantadas, la expectativa se convierte poco a poco en una realidad palpable tras implementarse en varios municipios pinareños, y aunque la sequía provoca que en algunos casos avance mejor que en otros, los campesinos encuentran la motivación para incursionar en la nueva experiencia.
De acuerdo con Ortelio Rodríguez Perugorría, subdelegado en la Delegación Provincial de la Agricultura, la intención es crear la cultura del cultivo de soya en los productores, con el propósito de garantizar la semilla necesaria para, en una segunda etapa de siembra, llegar a las 1 000 hectáreas en el territorio.
“Tenemos ya sembradas más de 40 hectáreas en el municipio cabecera, 20 en Consolación del Sur, 14 en Los Palacios, 22 en la Empresa Agroindustrial de Granos de ese municipio, y pequeñas cantidades en Mantua, Viñales y en la Empresa Agroforestal Macurijes de Guane.
“La semilla de soya se oxida muy rápido, entonces sus condiciones de conservación son complejas. Por el momento seleccionamos a productores y áreas con maquinaria para el riego y con el tipo de suelo que requiere, pero la intención es extenderla a todo aquel que tenga la voluntad y cuente con la simiente”, explica Rodríguez Perugorría.
Añade que anteriormente existía el tabú de que no era recomendable la siembra de soya en los suelos destinados al tabaco, porque podría traer enfermedades a la solanácea, pero en realidad son esas mismas enfermedades las que atacan al frijol y siempre se ha plantado en la provincia sin dificultad.
En esta primera etapa -subraya el subdelegado- el destino principal es para semillas. Por eso se acordó con los campesinos que entreguen el 50 por ciento de la producción para ese fin.
“Sería un precio muy atractivo cuando realicen la venta, pues si antes el quintal rondaba los 5 000 pesos, ahora debe pagarse un poco mejor. Eso se definirá en cuanto se conforme la ficha de costo oficial.
“En el caso del Porcino, igualmente lo pagan muy bien, pues para ellos es mucho más barato comprarlo en Cuba que importarlo. De hecho, ya están enfocados en las contrataciones del grano con esos productores, e incluso, apoyan con el petróleo en las labores del cultivo”, apunta.
NUEVA EXPERIENCIA EN “BARCÓN”
Varios campesinos de la UEB Polo Productivo Hermanos Barcón se suman a la siembra de la leguminosa. Amaury Villanzón Sánchez decidió incorporarla a la producción de cultivos varios y en 10 hectáreas ya muchas de las plantas muestran sus vainas.
“Es una experiencia nueva y creemos que va a funcionar. Hasta el ministro de la Agricultura estuvo aquí y conversó con nosotros sobre la necesidad de incursionar en el cultivo y nos lanzamos.
“La verdad es que si no le vas ‘arriba’ al lío no logras nada. Ya la mía está hasta fumigada con herbicida, porque eso sí, demanda atenciones, pero afortunadamente tenemos una máquina de riego que ayuda bastante”, advierte.
Sergio Travieso, director de la UEB, reconoce que al principio tuvieron dificultades para plantar, pues nunca antes habían trabajado con soya en “Barcón”. Con la visita de Ydael Pérez Brito, ministro del ramo, y de otros funcionarios, corrigieron el instructivo técnico y ya completan más de 50 hectáreas en el polo.
“Es un frijol más, así que sembramos a razón de 22 granos por metro. Escogimos áreas donde tenemos los sistemas de pivote central y otras donde se riega por gravedad.
“Es un cultivo que está de cosecha entre los 100 y 110 días. La indicación es sembrarla, fertilizarla y no tocarla más. Luego entre los 30 y 35 días se le debe aplicar un herbicida, en este caso cuatro litros de glifosato por hectárea, y queda lista para la cosecha, que se realiza con combinadas, de una forma parecida al arroz”, explica el directivo.
Remarca Rodríguez Perugorría que, aunque en esta primera etapa lo esencial es producir la semilla, la voluntad de extender el cultivo tributaría al alimento animal que necesita el sector porcino para incrementar los volúmenes de carne de cerdo en el territorio y también a la extracción de aceite vegetal.