En el 2011 la Empresa Pesquera de Pinar del Río (Pescarío) dio inicio a un proyecto de colaboración con asesoramiento y financiamiento vietnamita para la cría intensiva de tilapias, el mismo comenzó en la entonces unidad empresarial de base (UEB) La Juventud, en Los Palacios.
La primera fase estuvo centrada en la reversión sexual de los alevines, para que la masa a criar sea mayoritariamente compuesta por machos, que ganan más peso, esto se logra con la aplicación de hormonas en la etapa que comienza la diferenciación de su tejido gonádico.
Capacitación y práctica fueron de la mano, en el 2020 la pandemia impuso una pausa a este proyecto que debía entrar en el período conclusivo, se retoma en el 2024, en la ahora Empresa Filial Acuícola Los Palacios.
OTRO TRIENIO
Pedro Antonio González Graverán, director general de la entidad, puntualiza que durante los próximos tres años contarán con la presencia de cuatro especialistas por la parte vietnamita, quienes rectoran la actual fase de ceba intensiva.
En la presa La Juventud están emplazadas las jaulas, se encuentran en ellas 16 000 ejemplares, ya hicieron la primera cosecha que aportó 4,1 toneladas (t) con un peso promedio de 860 gramos (g) por animal, lo que avala una ganancia de masa diaria de ocho g.
Puntualiza González Graverán que son genéticamente mejorados al realizarles la reversión sexual, ellos aseguraron los alevines durante el 2023 para esta etapa.
Durante el 2024 la proyección es llegar a 10 t, a 40 en el 2025 y 50 en el 2026, hasta ese momento la parte vietnamita asegurará el alimento, por ello el reto de la Empresa hoy es buscar la sostenibilidad para lo que es imprescindible comercializar una parte de sus producciones en divisas para la adquisición de piensos.
Otra prioridad es definir la densidad de masa idónea por jaula para la adecuada ganancia de peso diario.
Las capturas efectuadas hasta el momento fueron comercializadas por Pescarío, que cuenta con la infraestructura necesaria para transportación y refrigeración en pescaderías de Pinar del Río y Los Palacios.
EXTENSIVA
En las aguas de la presa La Juventud no sólo está la ceba intensiva de tilapias, este embalse es desde hace años uno de los emplazamientos principales para la cría extensiva de otras especies como la tenca.
Sin embargo, las capturas este año no van a buen ritmo, Luis Quesada Alonso, pescador con más de 20 años de experiencia, explica que en enero cogieron 39 t, pero el resto de los meses han sido muy malos, estuvieron tres parados por la rotura del motor de la “chernera”, nombre con que identifican la embarcación que utilizan.
El clima tampoco los ha ayudado, vientos, lluvias frecuentes y el alto nivel del embalse dificultan la pesca, “los pejes se pegan al fondo”, y los meses finales del año son los menos propicios para esta actividad pues con los frentes fríos hay oleaje en la presa.
Julián Mesa Martínez, jefe de la brigada, precisa que uno de los problemas es que no poseen los artes de pesca que requieren, unos son muy viejos con más de dos décadas de explotación y los nuevos pues no tienen las dimensiones idóneas, menos con el nivel actual de las aguas.
Acota que solicitó le dieran recursos para conformar un arte de 400 metros (m) por barrera y los recursos que les entregaron apenas les permitieron conformar uno de 200, “con el nivel de la presa tenemos que pescar en los fonditos de atrás de los arroyos, que ahí es donde nos da con ese tamaño, si fueran más grandes, tuviéramos más capturas.”
Como si temiese que no se le entendiera bien precisa, “no es lo mismo pescar con un arte así (acerca las palmas de sus manos callosas a poca distancia una de otra) que con uno así (abre sus brazos en toda la extensión que le permite el cuerpo).”
Para él hay otra preocupación, y es que sus hombres están descontentos, ya dos abandonaron la brigada este año, porque están sujetos a sistemas de pago por resultados y cuando no cumplen las capturas reciben sólo el salario mínimo de 2400 pesos, insuficientes para asumir los gastos de la economía familiar.
Aun así, resalta que si fuera por el esfuerzo pesquero no tendrían problemas, porque su tropa pone el mayor empeño, a la hora que los llamen están dispuestos y no importa si son jornadas extendidas desde las seis de la mañana hasta las cinco de la tarde, pero con los artes y condiciones actuales del embalse la recompensa por el empeño es mínima.
Destaca que las embarcaciones están en buen estado, un trabajador de la brigada realiza las reparaciones, la “chernera” tiene motor nuevo y eso no constituye dificultad.
“Este ha sido un año atípico, por el clima, y eso nos perjudica, porque no importa lo que nos sacrifiquemos, capturamos poco.”
A PESAR DE
González Graverán afirma que será muy difícil cumplir con el plan del año, que al momento de esta entrevista se encontraba casi al 50 por ciento, porque ya pasó la mejor época para las capturas.
Señala que como son pocos volúmenes los procesan en la minindustria y se comercializan en las pescaderías de Los Palacios, con gran aceptación y demanda de estas ofertas, “ya la población está esperando, que lleguemos.”
También parte de sus producciones va hacia el llamado consumo social, escuelas, centros asistenciales de Salud, Sistemas de Atención a las Familia (SAF) y dietas médicas.
La Empresa, que surgió como una unidad especializada en la obtención de alevines, se ha ido transformando con el pasar del tiempo y los nuevos escenarios, adecuándose a las circunstancias y asumiendo con responsabilidad los nuevos retos de cada etapa, conscientes de que la producción de alimentos, especialmente la proteína animal es prioridad para el país.