El presidente de Venezuela Nicolás Maduro dijo que hay dos estadounidenses entre los 13 detenidos el lunes como parte de un grupo de “mercenarios” que intentó una incursión armada al país para generar violencia y tratar de asesinarlo.
Maduro identificó a los dos norteamericanos mostrando sus pasaportes en los que se leen los nombres de Luke Denman y Airan Berry. El resto de los capturados son venezolanos, dijo el mandatario en una alocución desde la casa de gobierno y transmitida por la televisora estatal.
“El pueblo los capturó, salieron cuerdas y mecates de todos lados, el pueblo los amarró (…) ahí terminaron ocho terroristas capturados”, agregó Maduro. “Ellos jugando a Rambo, a héroes”, señaló.
Ese primer grupo, en el que están Denman y Berry, fue detenido en la zona costera central de Chuao, en el estado Aragua, cuando, de acuerdo con las autoridades, llegaron en una lancha procedente desde La Guajira colombiana, fronteriza con Venezuela.
Los otros cinco hombres fueron capturados posteriormente en localidades cercanas a Chuao, según las autoridades.
Las capturas se producen después que el gobierno de Maduro denunciara el domingo que abatió en una región costera cercana a Caracas a ocho “mercenarios” que buscaban generar violencia en el país.
El gobernador de Aragua, Rodolfo Marco Torres, mostró cuatro fotos en su cuenta de Twitter en las que se pueden ver hombres acostados boca abajo, con las manos atadas a la espalda, algunos sin camisa y otros en pantalones cortos. También se observa un vehículo policial en una zona cercana a un mercado de pescado, mientras que en otra imagen hay una lancha de pesca.
El veterano militar estadounidense, Jordan Goudreau, que dirige una compañía de seguridad con sede en Florida llamada Silvercorp USA, confirmó el lunes a Reuters que los dos estadounidenses que trabajaban con él habían sido capturados.
“Están trabajando conmigo. Esos son mis muchachos”, dijo por teléfono.
El Departamento de Estado no proporcionó ningún comentario inmediato sobre los arrestos. Los funcionarios estadounidenses han negado rotundamente cualquier participación del gobierno del presidente Donald Trump en las incursiones.