Una tensa calma prevalece este martes en Estados Unidos, en vísperas de la ceremonia de asunción de Joe Biden como el presidente número 46 de Estados Unidos.
Después del asalto al Congreso por una turba de seguidores fanáticos de Donald Trump, le ha seguido el temor al potencial de protestas, incluso armadas, que los partidarios del magnate puedan protagonizar a lo largo de mañana.
Para evitar nuevos episodios de violencia, el país está en alerta máxima, con un fuerte dispositivo de seguridad en Washington y en las capitales de los 50 estados, para evitar nuevos episodios de violencia.
Desde el asalto al Congreso, el pasado seis de enero, el Buró Federal de Investigaciones, el FBI, detectó en las redes sociales pistas que apuntaban a la posibilidad de un segundo ataque al Capitolio, así como a edificios del legislativo en las capitales de cada estado.
En Washington, un amplio perímetro que ocupa todo el centro, incluido el Capitolio, la Casa Blanca y la explanada conocida como National Mall se encuentra cerrado al paso de los viandantes o vehículos, y seguirá así hasta después de la investidura de Biden, mañana.
Un total de 25 mil militares reservistas de la Guardia Nacional ya estarán desplegados desde esta noche en Washington, lo que convertirá a la investidura de Joe Biden en la que cuenta con mayor seguridad de la historia de Estados Unidos.
Los 25 mil efectivos serán cinco veces más que los cinco mil soldados estadounidenses desplegados ahora mismo en Irak y Afganistán juntos.
Para Joe Biden es importante jurar su cargo al aire libre, frente al Capitolio, como dicta la tradición, para enviar al mundo un mensaje sobre la resistencia de la democracia de Estados Unidos, tras el asalto al Congreso y las acusaciones de que Donald Trump incitó a esa insurrección de sus seguidores más radicales.
Se ha conocido que Trump está furioso porque tantas figuras del espectáculo, incluidas Lady Gaga, Jennifer López y Tom Hanks, participarán mañana en las celebraciones inaugurales de Joe Biden, de acuerdo con un informe del Washington Post que cita a una persona cercana al presidente saliente.
Es un marcado contraste con la propia investidura de Trump hace cuatro años, cuando muchas estrellas de Hollywood se negaron a asistir a ese evento, después de la retórica del magnate durante su campaña de 2016.
Son las mismas figuras que lo han rechazado durante su tiempo en el cargo, marcando distancia con un Trump que alguna vez un elemento fijo en las fiestas de celebridades en Nueva York, y organizó varios eventos repletos de figuras de la farándula durante su tiempo como presentador del programa televisivo The Apprentice.
La inauguración de la presidencia de Joe Biden, mañana, prevé un programa de 90 minutos en horario estelar que será presentado por el actor, Tom Hanks.
La emisión incluirá comentarios de Biden, la vicepresidenta electa Kamala Harris y actuaciones de estrellas como Ant Clemons, Jon Bon Jovi, Foo Fighters, John Legend, Eva Longoria, Demi Lovato, Bruce Springsteen, Justin Timberlake y Kerry Washington.
También se espera que varias otras estrellas de Hollywood formen parte del programa, que se transmitirá en vivo en la mayoría de las cadenas de televisión y en las redes sociales.
El espectáculo nocturno repleto de estrellas estará precedido por varios eventos formales a lo largo del día, entre ellos, una celebración inaugural para los jóvenes estadounidenses, la ceremonia de juramentación de Joe Biden y su discurso inaugural.
En las dos semanas que han transcurrido desde que una turba enardecida asaltó el Capitolio, el presidente Donald Trump no ha dado ninguna señal de creer que comparte la responsabilidad por la peor invasión que se ha visto en los pasillos del Congreso en más de dos siglos, comentó el diario The New York Times.
El rotativo señaló que los fieles seguidores de Trump tratan de protegerlo, al valerse de una variedad de chivos expiatorios como los autores del ataque al Capitolio.
Entre los acusados figuran los antifascistas de la extrema izquierda, los activistas del movimiento Black Lives Matter e incluso el vicepresidente, Mike Pence, como parte de un complot.
Sin embargo, el New York Times remarcó que algunos de los propios simpatizantes de Trump que fueron arrestados mientras participaban en el asalto al Congreso, ya han realizado declaraciones que implican directamente al jefe de la Casa Blanca.
La red policial que se ha extendido a nivel nacional para capturar a los acusados de allanar el Capitolio apenas está en sus primeras etapas y es probable que pasen semanas antes de que se conozca su alcance total y los perfiles de la investigación.