En Cuba más de 28 mil personas viven hoy con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), entre ellas adultos de más de 50 años de edad.
‘Actualmente las personas con este virus tienen una esperanza de vida mucho mayor y con calidad si se cuidan, cumplen con los tratamientos y toman con regularidad sus medicamentos antirretrovirales’, aseguró a Prensa Latina Mirna Villalón, especialista de Prosalud y miembro del equipo técnico de la Red Cubana de Personas con VIH.
La especialista señala que esta enfermedad suele asociarse mayormente con los jóvenes por tratarse de un grupo etario sexualmente más activo; sin embargo, los adultos mayores también son vulnerables al contagio.
Según explicó, en ocasiones cuando estos mayores asisten a un consultorio u hospital en busca de atención médica por algún malestar en un primer momento no se piensa que pudieran tener VIH y se pierde tiempo en el diagnóstico.
Por otro lado, todavía algunas personas sienten vergüenza de realizarse la prueba serológica por temor al qué dirán.
‘Las personas deben preocuparse por conocer su estado serológico, como mismo verifican sus niveles de hemoglobina por ejemplo’, agregó Villalón, quien atiende la línea de trabajo 50 y más, que realiza acciones para la prevención de Infecciones de Transmisión Sexual en este grupo etario.
Considera vital que el diagnóstico se realice de manera precoz para mejores resultados, e insiste en el autocuidado, principalmente de las personas que ya están infectadas con el virus.
Desde 1986, cuando se detectaran los primeros casos en este país, hasta el mes de octubre de este año se han diagnosticado 35 mil personas con la enfermedad, de las cuales permanecen con vida 28 mil 756, informó recientemente a la prensa José Juanes Fiol, responsable de monitoreo y evaluación del Programa Nacional de ITS-VIH/sida y hepatitis del Ministerio de Salud Pública. Sin embargo, precisó que en este 2020 debido a las medidas de distanciamiento social por la pandemia de la Covid-19 se han realizado menos actividades de búsqueda de nuevos casos y promoción de salud, por lo cual el riesgo epidemiológico se mantiene.
El trabajo en esta nación caribeña para contribuir al fin de la epidemia está alineado con las metas de Onusida, conocidas como 90-90-90, pues su objetivo es diagnosticar ese porcentaje de las personas que viven con el VIH, garantizarles terapia antirretrovírica continuada y lograr la supresión viral de su carga.
Este 1 de diciembre se celebrará como cada año el Día Mundial de Lucha contra el SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, que es la etapa final de la infección por VIH) una oportunidad para generar mayor conciencia sobre esta enfermedad e impulsar acciones en materia de prevención y tratamiento a nivel global.