La primera Bioeléctrica de Cuba, ubicada en áreas del central Ciro Redondo en la provincia de Ciego de Ávila, sincronizó sus dos calderas al Sistema Electroenergético Nacional (SEN) y en esta fase de pruebas se encuentra generando 35 MW diarios.
Adisney Peña Paz, subdirector general de la planta, informó que esta etapa se hizo posible al concluirse los trabajos de la segunda caldera y acoplarse a la primera, la que se probó a mediados de enero pasado y se sincronizó en marzo al SEN.
“Ahora el corazón de la Bioeléctrica está latiendo por completo”, expresó Adisney y explicó que la intención es estabilizarse en los 35 MW y subir lentamente la carga hasta llegar a los 60 MW, la máxima capacidad de generación de la planta, informa el periódico Juventud Rebelde.
Con la entrada en funcionamiento de esa estructura, la primera Bioeléctrica cubana entra en una fase decisiva de su inversión, a partir de la asociación entre la compañía británica Havana Energy y la Empresa Cubana Zerus, del Grupo Azcuba, y que dieron origen a la Empresa Mixta Biopower, encargada de la administración de la planta.
Vencida esta etapa, los trabajos se concentrarían en la terminación de los objetos de obra de la inversión, consistentes en sus sistemas de viales y edificios socioadministrativos, entre otras obras, que deberán concluirse a mediados de año.
Según informó el directivo, el colectivo de especialistas cubanos y chinos pertenecientes a la empresa Shanghai Electric, encargada de la construcción de la Bioeléctrica, se concentran en estos momentos en observar el comportamiento técnico de esa caldera, pues la misma nunca antes había entrado en funcionamiento.
Hasta el momento todo marcha bien y no esperamos realizar parada; aunque, como en todo equipo nuevo, hay que estar atento a todos los parámetros, señaló Adisney.
Llegar a la máxima capacidad, que es uno de los objetivos de esta jornada, estará en dependencia del comportamiento de la caldera; por eso no podemos pronosticar cuándo será, dijo.
Como parte de esta fase de control, la Bioeléctrica hizo una primera tentativa de entrega de vapor al central Ciro Redondo y la segunda prueba está prevista para hoy, y de ser satisfactorios los resultados pondrían en condiciones a este ingenio de entrar en molida en los próximos días, después de atravesar un proceso inversionista.
Esta planta, cuya construcción se inició en abril de 2017, se encuentra diseñada para quemar bagazo de caña u otras biomasas, como el marabú, y al entrar en funcionamiento estable permitirá el ahorro de 100 mil toneladas de petróleo al año, además de dejarse de emitir 300 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.
La inversión también forma parte de la estrategia de Cuba de cambiar su matriz energética en 2030 y generar el 14 por ciento de electricidad a partir de fuentes renovables de energía.