Expertos del Instituto Jenner, de la británica Universidad de Oxford, desarrollaron una nueva vacuna contra la malaria cuya eficacia ha alcanzado hasta el 77%, tras un año de seguimiento en ensayo de la fase IIb –aleatorio, controlado y a doble ciego–.
El hecho la convierte en la primera vacuna contra esa enfermedad que logra cumplir con el objetivo de la Organización Mundial de la Salud, inherente a una eficacia del 75% contra la enfermedad en cuestión.
El estudio —en el cual participaron 450 niños de entre 5 y 17 meses de edad de Burkina Faso— ha marchado bien en los primeros ensayos realizados en África y el fármaco podría impactar notablemente en el enfrentamiento a la malaria.
Los resultados preliminares, compartidos recientemente en la revista The Lancet, suponen una alentadora noticia previo a celebrar, este domingo, el Día Mundial de la Malaria.
Según Adrian Hill, director del Instituto Jenner y coautor de la investigación, los resultados indican que esta vacuna es la primera en cumplir con el objetivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de una eficacia del 75% contra esta enfermedad parasitaria transmitida por mosquitos.
En las décadas recientes, más de 100 candidatos vacunales contra la malaria han sido sometidos a ensayos clínicos, sin embargo, solo la vacuna de la Universidad de Oxford muestra los esperanzadores resultados que la hacen la más eficaz de las vacunas hasta hoy registradas para combatir la enfermedad.
Si bien esta es prevenible y curable, estimaciones de la OMS dan fe de que, en 2019, como consecuencia de ella se reportaron unos 229 millones de casos de contagio, así como se registran —anualmente— alrededor de 400 000 muertes en el planeta. La mayoría de las muertes se producen entre los niños de África, continente donde se registran muy altas tasas de transmisión.
¿Cuál es el paso que sigue en el camino de este candidato vacunal británico contra la malaria? Las pruebas a gran escala de la vacuna para la fase III están previstas para el mes en curso. Para entonces, los científicos deben haber sumado los hasta 5 000 niños de entre cinco y 36 meses en cuatro países africanos.
Halidou Tint, investigador principal del ensayo en la Unidad de Investigación Clínica de Nanoro (Burkina Faso), dijo que los resultados exhiben niveles de eficacia ”sin precedentes” hasta el momento.