Desde que hace más de dos semanas Cuba anunciara para el 15 de noviembre la reapertura gradual del turismo, de manera paulatina van en aumento los primeros destellos de tan anhelado propósito evidenciado en vuelos inaugurales de aerolíneas, en la certificación de instalaciones desde el punto de vista de bioseguridad y en el inicio ya de reservaciones en hoteles.
No podemos esperar a ese día para abrirlo todo, sino que iremos poco a poco en un proceso de desescalada, afirmó en reciente Mesa Redonda Informativa Juan Carlos García Granda, titular del Ministerio de Turismo (Mintur), y así ha venido sucediendo .
Por doquier se escuchan noticias relacionadas con algún acontecimiento vinculado a los preparativos del estratégico sector, dinamizador de otros de la economía cubana al estos asumir los aseguramientos, como la industria, la agricultura, la industria alimenticia, el transporte, las comunicaciones y los servicios, incluidos el aporte del sector no estatal, a la par que se insiste en la exigencia y cumplimiento de los protocolos higiénico-sanitarios, incluida la vacunación masiva.
La reapertura en beneficio de la población de instalaciones del comercio, la gastronomía y la actividad notarial, por citar algunos, en territorios con una mejor situación epidemiológica también contribuye a ir creando las condiciones, la infraestructura necesaria y la cultura de la nueva normalidad que nos impuso la COVID-19, en la que la bioseguridad será la primera garantía.
Según expertos, precisamente uno de los impactos de la pandemia una vez que mundialmente se reabran fronteras es que muchas personas viajarán no solo en busca del ocio, sino también hacia aquellos destinos donde puedan recibir atención médica especializada, lo mismo para curarse de las secuelas que la enfermedad les dejó, o con vistas a recuperar y fortalecer su sistema inmunológico en previsión de nuevos y devastadores virus.
En tal sentido, el reto resulta grande para la empresa Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos, cuyo Centro de Coordinación y Tramitación de Servicios de Salud labora en promover y atender las solicitudes que desde cualquier lugar del planeta puedan hacer quienes se interesen por venir a Cuba, donde tendrán a su alcance programas asistenciales, quirúrgicos y de bienestar y calidad de vida, a cargo de reconocidas instituciones y especialistas.
A su vez varias líneas aéreas se preparan mediante la concertación de contratos, planeamientos, permisos de vuelos y logística, y otras ya vuelan a la mayor de las Antillas.
El 4 de septiembre recibimos los primeros turistas internacionales en Cayo Coco, adonde llegó AirCanada como la primera que aterrizó en el país después de haber llevado los vuelos solo a condiciones humanitarias y de comercio.
Están también los más recientes viajes inaugurales respectivamente por los aeropuertos internacionales José Martí, en La Habana, y Juan Gualberto Gómez, en Varadero, de las aerolíneas World2Fly, perteneciente al grupo hotelero Iberostar y con pasajeros desde España, y Viva Aerobus, procedente de la ciudad de México.
Un asunto vital es que naciones emisoras de turistas hacia Cuba, entre ellas Canadá, Francia, Reino Unido, Alemania y España, avanzan como la nuestra en la vacunación de su población.
Paralelamente en no pocas entidades cubanas con producciones y servicios destinados al importante sector es hoy día bien intenso el trabajo, habida cuenta que más del 75% de las compras del Mintur son a industrias nacionales, resultado de la sustitución de importaciones, pero con calidad, tal cual explicó el Ministro García Granda.
Otra tarea imprescindible en marcha es la de preparar a los colectivos bajo el concepto del programa Turismo más higiénico y seguro, dirigido a cumplir con los nuevos estándares debido a la COVID-19 y mediante el cual las instalaciones son certificadas.
Hasta la fecha se han otorgado dos mil 259 certificados de T+HS, 563 a unidades del sector no estatal, precisó en reciente Mesa Redonda María del Pilar Macías Rutes, directora general de Operaciones y Calidad del Mintur, además de puntualizar que antes del 15 de noviembre se chequeará este proceso, el cual incluye a aquellos lugares que se han mantenido cerrados durante este tiempo de pandemia.
Por ello habrá que rescatar y preparar bien a unos 55 mil trabajadores reubicados o interruptos tras la paralización de las actividades del sector.
Igualmente se intensifica la remodelación, mantenimiento y modernización de hoteles, aeropuertos (con la conectividad por vía Wi-Fi), marinas y demás instalaciones extrahoteleras, como también de casas de renta y restaurantes o paladares de trabajadores por cuenta propia, algunos ya prestando servicios.
Pero atendiendo a las dificultades económicas que atraviesa el país como consecuencia del bloqueo norteamericano, de la crisis económica mundial y de la COVID-19 “todo aquello que se podía aplazar, se aplazó”, ha aclarado el Ministro respecto al proceso inversionista.
En sus sitios web varias cadenas hoteleras y agencias de viajes han publicado el cronograma de apertura de sus instalaciones en los polos cubanos, algunas en operación –también para el turismo nacional- y otras que lo harán en las próximas semanas, la mayoría después del 15 de noviembre.
Por ejemplo, de la cadena española Meliá están disponibles para reservar el Meliá Habana, Meliá Internacional Varadero, Meliá Península Varadero, Sol Palmeras y Sol Varadero Beach.
Mas estos no son los primeros o únicos destellos de un turismo en proceso de desescalada con vistas a su gradual reapertura a partir de la fecha señalada.