Con la premisa de continuar la siembra de cultivos de ciclo corto en las 5 000 hectáreas de tierra que aún cuentan con fuentes de abasto en uso en la provincia, Pinar del Río avanza pequeños pasos en la campaña de primavera, atrasada hoy por la intensa sequía en el país.
Víctor Fidel Hernández Pérez, delegado de la Agricultura en el territorio, afirmó que solo el siete por ciento del total de superficie a sembrar cuenta con sistema de riego, por lo que resulta imprescindible optimizar los procesos de preparación de tierras para comenzar simultáneamente la plantación en cuanto inicie la temporada lluviosa.
“Tenemos que acelerar todas las labores, desde la roturación hasta el alistamiento de las tierras y la ubicación de las semillas, para ponernos al día”, señaló el directivo.
Añadió que esta desventaja al inicio de la primavera tiene que traducirse en trabajo intenso de forma previsora para lograr mejores cosechas una vez que llueva; al tiempo que destacó que “en Pinar del Río es suficiente la tierra y son suficientes los productores, para lograr cuanto nos proponemos”.
Sobre la responsabilidad de aportar a la alimentación del pueblo expresó, además, que se realiza desde la agricultura urbana la identificación de patios, fincas y parcelas en espacios rurales y urbanos para acercar los cultivos a las comunidades.
El funcionario reafirmó la importancia de la agricultura urbana, suburbana y familiar en el autoabastecimiento municipal, así como comentó la posibilidad, próxima a concretarse, del montaje de 32 casas de posturas para la producción de hortalizas frescas en los municipios Guane, Pinar del Río y San Juan y Martínez.
También insistió en la importancia de los aportes de plantas medicinales como materia prima para la producción de fármacos naturales expectorantes y otros que puedan contribuir como tratamientos paliativos ante la COVID-19.
En cuanto al papel protagónico de las autoridades de la provincia en el control de los procesos agrícolas y la agilización en los trámites de otorgamiento de tierras, enfatizó en que, desde las estructuras, las delegaciones municipales y el gobierno se prioricen estas tareas y se les dé un tratamiento diferenciado a los polos productivos, especialmente las áreas dedicadas al cultivo de alimentos.