La unidad básica de pastas alimenticias La Regional, subordinada a la Empresa Alimentaria de Pinar del Río, contribuye a los esfuerzos que realiza el país para mitigar el efecto de la crisis económica a tono con el llamado del presidente Miguel Díaz-Canel de aprovechar los recursos en función de garantizar la alimentación de la población.
Desde que comenzaron a sentirse los efectos de la pandemia, la fábrica ha destinado sus producciones especialmente a los centros de salud y las empresas estatales.
“Tenemos asignado para el mes un plan de 30, 28 toneladas de fideo a granel para la canasta básica. En otras ocasiones elaboramos coditos que van a los hospitales o para la venta a diferentes organismos y alguna que otra producción a granel para el mercado paralelo”, refirió Diana Echevarría Díaz, jefa de calidad y encargada de la producción.
Cada mañana un ómnibus hace las funciones de recorrido para trasladar a una parte de los 58 trabajadores que laboran en la unidad, pues de acuerdo con las medidas establecidas varias mujeres y mayores de 60 años quedaron en los hogares.
Laboran desde las ocho de la mañana y hasta que termine la producción diaria. En el salón cuentan con agua clorada para la desinfección de las manos y en cada área del centro se aplican las medidas correspondientes para evitar un posible contagio.
Aunque urge elevar las producciones, no descuidan la calidad del producto. Según Echevarría Díaz el proceso comienza desde que se saca la materia prima del almacén.
“Se hace un conteo físico de la cantidad que se va a hacer en dependencia de la disponibilidad tecnológica. Pasa por las máquinas, después va al tendido y luego al horno. Al día siguiente, después de 13 horas de cocinado, se envasa y se recogen dos muestras testigos, las llevo al laboratorio y le hago una evaluación sensorial que determina si puede destinarse a la distribución. Además, se envían ocho muestras al laboratorio central”, añadió.
Los trabajadores tienen un salario básico y uno por resultados que se incrementa en dependencia de las producciones. Varios coinciden en que están dispuestos a continuar la labor las horas que sean necesarias en caso de que la provincia lo requiera.
Solo hacen un alto para la merienda y rápidamente se reincorporan a la producción. En el salón solo se escucha el sonido de las máquinas. El tiempo es crucial. Desde su frente, los hombres y mujeres de La Regional también son protagonistas de la batalla que libra el país contra el nuevo coronavirus.