El término municipal de Consolación del Sur se localiza en la llanura sur del occidente cubano, en la parte centro-oriental de la provincia de Pinar del Río. Por el norte limita con Viñales y La Palma. Por el este con Los Palacios, las alturas de pizarra y el río San Diego. Hacia el lado sur con el golfo de Batabanó y al oeste con el municipio de Pinar del Río y el río Ajiconal. Ocupa unos 1 111, 9 kilómetros.
Antes de la llegada de los primeros conquistadores y colonizadores al occidente cubano, el territorio que hoy ocupa Consolación del Sur estaba habitado por comunidades aborígenes recolectores-pescadores-cazadores. Se han estudiado dos sitios arqueológicos: uno en el consejo popular Puerta de Golpe ubicado en la finca San José. El otro en las montañas del noreste consolareño, en la cueva Quinco 1, barrio rural Arroyo de Agua.
Los aborígenes permanecían guarecidos en las cuevas durante los meses de lluvia, en la estación de seca incursionaban en la llanura en busca de alimentos.
LA COLONIA
Con posterioridad al proceso de conquista la tierra fue mercedada en hatos y corrales para la crianza de cerdos y reses. Son los casos de las mercedes de la sabana Consolación el 15 de enero de 1569, registrado a nombre de Don Pedro López Sosa; el hato Hernán Cortés el 17 de enero de 1578; hato Quemados Grande, el nueve de marzo de 1632; los corrales San Felipe, 18 de mayo de 1574; Río Hondo, 20 de febrero de 1578, y Herradura, tres de marzo de 1598. Luego hubo otros en el siglo XVII y XVIII.
Presumiblemente las primeras siembras de tabaco en territorio consolareño se hicieron en la segunda mitad del siglo XVI, evidenciándose con mayor claridad este cultivo en el siglo XVII. Entre las mercedes fueron autorizadas algunas tierras para cultivos de subsistencia, a lo cual llamaban sitios de labranza; en estos espacios se plantaron conucos de tabaco, llegando a estar entre los primeros los ubicados en la cercanía de Río Hondo.
El crecimiento de las áreas sembradas de tabaco fue escenario de conflictos entre ganaderos y vegueros porque los originarios propietarios de todo el distrito consolareño eran los grandes hacendados, que lucraban con la venta de carne salada, cebo y cueros, unas veces a contrabando y otras con destino a La Habana, hasta que en el siglo XIX, con la expansión tabacalera en Vueltabajo, se impuso el cultivo, procesamiento y comercialización de la hoja de tabaco como principal renglón de la economía local.
Al mismo tiempo la vega y las tradiciones que surgieron asociadas a esta unidad productiva, elementos esenciales para entender la transculturación, aculturación y sincretismo que dio lugar a la aparición del criollo y el cubano en tierra consolareña.
EL PROCESO FUNDACIONAL
La fundación de Consolación del Sur no es un hecho puntuado, sino un proceso que se dilató en el tiempo a partir de circunstancias históricas y contextuales que se remontan al siglo XVII, cuando el obispo de Cuba Diego Evelino de Compostela, conocedor de la existencia de algunos labradores dispersos en los desolados predios de vueltabajeros, ordenó crear una red de parroquias en la región para organizar mejor aquellos laboriosos vegueros y ganaderos en el pago de diezmos y dádivas de la iglesia.
Dando cumplimiento a lo estipulado por el obispo Compostela, en el año 1690, en un punto medio entre La Habana y el Cabo de San Antón, en la hacienda Nuestra Señora de Consolación, se edificó una ermita y una casa destinada al comercio y hospedaje, lugar que se convirtió en el centro de la feligresía.
Casi inamovible vegetaron los predios consolareños hasta finales del siglo XVIII, cuando el 23 de julio de 1774 son empadronados los territorios al oeste de Los Palacios en la jurisdicción de Nueva Filipina, de la cual formaría parte Consolación. Se le otorga la condición de partido y una capitanía pedánea.
EL PUEBLO DE CONSOLACIÓN DEL SUR Y OTRAS COMUNIDADES. NUEVAS FORMAS ADMINISTRATIVAS
Beneficiados por la expansión tabacalera, en el siglo XIX Consolación inicia un periodo de adelanto. A mediados de esta centuria se parcelaron los terrenos para edificar las primeras viviendas en lo que otrora fue la aldea consolareña. Al respecto había escrito el sabio Tranquilino Sandalio de Noda a su paso por este partido en 1839: “…El piso… es bueno, cien veces mejor que el de La Habana y de todos los pueblos de su contorno…”.
Mientras crecía el poblado cabecera del término, otras comunidades en el territorio también lo hacían. Es el caso de Arroyo Colorado, Alonso de Rojas, Ceja de Herradura, Colmenar, Jagua, Lajas, Leña, Legua, Pilotos, Río Hondo, Ruiz, Santa Clara, San Pablo y Soledad.
El adelanto agropecuario y poblacional demandó nuevas formas administrativas para la región del poniente y sus partidos: el primero de julio de 1861 se autorizó la apertura del ayuntamiento en Consolación, aunque la casa consistorial comienza a funcionar en 1866. El nueve de junio de 1878 surgen los municipios de San Diego de los Baños, Alonso de Rojas y Consolación del Sur. El 21 de noviembre de 1879 se le otorga el título de villa al pueblo cabecera de este último término municipal.
En la segunda mitad del siglo XIX tienen lugar notables transformaciones en Consolación. Se edifican la plaza, el templo de mampostería con su torre-campanario y cúpula y el Hotel Central. En derredor, las residencias y establecimientos comerciales que a diferencia de antaño eran en su mayoría de mampuesto, de planta en C o en L, grandes vanos, ventanales y cubierta de tejas que resulta el entramado urbano conocido ahora como centro histórico de Consolación del Sur.
CONTRIBUCIÓN A LA LUCHA POR LA INDEPENDENCIA
Consolación tuvo poca representatividad en la contienda independentista de 1868-1878, pero el sentimiento separatista se hizo evidente en Emilio Ubieta Mauri, nacido en Trinidad y naturalizado en esta tierra vueltabajera; se incorporó a las filas mambisas a los 18 años y murió en el combate de Las Guásimas en 1874. Otro de los comprometidos con la causa de la libertad fue el joven José Antonio Rivera Padrón, deportado a Ceuta (España) en el mismo año 1868; luego en 1895 se incorpora al Ejército Libertador y muere en el histórico combate de Las Taironas al sur de la ciudad de Pinar del Río.
Mención especial merece Rafael del Pino Díaz, implicado en el movimiento separatista que se gestó en Vueltabajo con vista al levantamiento de 1868, fue detenido y deportado a la isla de Fernando Poo junto a su hijo, finalmente a España donde estrechó relaciones con José Martí. Terminada la Guerra de los Diez Años, los Del Pino recibieron el indulto para regresar a Cuba.
Rafael del Pino Díaz se estableció en Paso Real de San Diego donde llegó a ser una figura muy querida e influyente. Al comenzar la Guerra Necesaria de 1895 el patriarca abandonó sus abundantes propiedades al este de Consolación y se incorporó a la lucha por la independencia de la Patria. Anciano, sirvió a la causa cubana a las órdenes de Antonio Maceo. Participa en las acciones de Sabana, Rubí, Cacarajícara y otras. Muere en 1896.
La participación de los consolareños en la Guerra Necesaria fue abundante. Entre los primeros conspiradores hubo obreros como Francisco Alonso y Miguel, Ramón y Pío Cruz. Intelectuales como Francisco Armendy y José A. Rivera. Decenas de campesinos: los Merallas, los hermanos Páez (hijos de la patriota Catalina Valdés) y otros, cuyos nombres y hazañas se pierden en el anonimato.
Mención especial merece Ernesto Felipe Asbert Díaz, quien se dio a la tarea de sumar a la causa de la independencia de Cuba a muchos coterráneos, por lo que el nueve de enero de 1896, en el momento de unirse a la columna del coronel Antonio Núñez, con él había más de 100 hombres dispuestos a dar la vida por Cuba libre.
En su recorrido por el norte de Consolación del Sur, las huestes invasoras lideradas por el lugarteniente general Antonio Maceo Grajales hacen estancia dos veces en el poblado de Pilotos. Otro hecho de gran importancia tuvo lugar el 23 de mayo de 1896, cuando en una de sus campañas el Titán de Bronce ataca la villa consolareña.
Llama la atención la contribución a la contienda independentista de dos mujeres nacidas en esta localidad: Paulina Pedroso, conocida como “la madre negra de Martí” y Catalina Valdés, “la Mariana de occidente”. A la primera le fue confiada la vida del Apóstol cuando estuvo en peligro. La segunda incorporó a toda su familia a la epopeya libertaria.
LA REPÚBLICA
Proclamada la república en 1902, impuesta la Enmienda Platt, un grupo de colonos estadounidenses ocupan las tierras de Herradura y sus alrededores. Allí construyeron un pueblo al que nombraron Herradura City, cosechaban fundamentalmente cítricos y vivían a usanza de su país de origen hasta que la Revolución de 1959 devolvió todo a sus verdaderos dueños.
Apenas se inauguró la república, un artículo del periódico consolareño La Tribuna advirtió: “Vamos mal. Alguien lo dijo, sobre cimiento de fango se levanta la república, y su vida será corta… Las expectativas martianas de ‘un país con todos y para el bien de todos’ no se vislumbraba en Consolación”. La respuesta del movimiento obrero no se hizo esperar. El 25 de agosto de 1903 se crea el gremio de trabajadores consolareños y el dos de septiembre de 1903 se produce la primera huelga obrera en esta localidad.
Entre los combatientes consolareños de esta etapa se encuentran Enrique Varona González, quien organizó muchas huelgas y acciones de la clase obrera cubana en reclamo de sus derechos. En 1922 fue elegido presidente de la Unión de Trabajadores y Empleados de los Ferrocarriles al norte de Cuba, donde logró la unidad de acción de sus afiliados. El 19 de septiembre de 1925 es asesinado por la dictadura machadista en las calles de Morón.
Otra gran figura fue Aracelio Iglesias Díaz. Lideró la lucha de los obreros por derroteros que obligaron a las empresas estadounidenses y cubanas a reconocer demandas esenciales para los trabajadores del puerto habanero. Ocupó responsabilidades importantes en la CTC. Asesinado el 17 de octubre de 1948.
Apenas terminaba la década de 1940-1950 y el juego, la corrupción, la subida de los precios, la malversación de los fondos públicos y otros males hicieron cada vez más impopular entre los consolareños el gobierno autentico. Fue entonces que una nueva corriente política nacional, el Partido del Pueblo Cubano (ortodoxo), convoca a los elementos progresistas de la localidad, esperanzados en que estos enfrentarían con éxito aquellos males. Pero pronto quedó claro que aquel no era el camino.
En el mes de abril de 1953 Fidel Castro Ruz, Ñico López y Pastorita Núñez llegan a Consolación del Sur, se reúnen con los jóvenes ortodoxos Danilo Crespo, Ariel Silva, Luís García y Luís Fernández Rueda. Allí quedó fundado el Movimiento, como denominaban a esta organización antes de los sucesos del Moncada.
En el mes de septiembre de 1955 se constituye en la villa consolareña la primera célula del Movimiento 26 de Julio (M-26-7) integrada por Danilo Crespo Crespo, financiero; José Ramón Valdés Hidalgo, propaganda, y Felipe Lugo, frente bélico. Los combatientes vendían bonos, confeccionaban brazaletes, mochilas, botas, trasladaban armas, colectaban medicamentos, entre otras tareas de apoyo logístico. Igualmente realizaban acciones para provocar a las fuerzas del régimen, entre las más frecuentes estaban la detonación de petardos, el incendio de casas de tabaco y la distribución de volantes con propaganda revolucionaria.
Miguel Cabañas Perojo nace en Consolación del Sur el 23 de mayo de 1930. Hijo de una familia numerosa y humilde. Manifiesta inquietudes políticas que lo relacionan con la juventud socialista de Consolación. Decide ir a La Habana en busca de trabajo. El golpe de estado del 10 de marzo de 1952 radicalizó su pensamiento revolucionario. Se suma a las manifestaciones de protesta organizadas por los estudiantes de la Universidad de La Habana. Comparte las inquietudes políticas de aquella masa juvenil junto a otro consolareño, René Anillo. Conoce a Fidel y a Raúl.
Por su posición revolucionaria es detenido y maltratado severamente. Ante esta situación opta por el exilio, pasado un tiempo regresa a Cuba pero es acosado por la tiranía y en las primeras semanas de 1956 se marcha a México donde se incorpora a las filas de los jóvenes que bajo la dirección de Fidel, el 25 de noviembre de 1956, parten en el Granma decididos a ser libres o mártires. El ocho de diciembre es asesinado en la Sierra Maestra.
PRESENCIA EN LA VANGUARDIA DEL MOVIMIENTO UNIVERSITARIO
En el año 1951 llega a la Universidad de La Habana para estudiar la carrera de Derecho René Anillo Capote. En Consolación del Sur militaba en las filas del Partido del Pueblo Cubano Ortodoxo. Desde entonces se hacía notar por su cultura e ideas revolucionarias. En el centro de altos estudios habanero no tardó en entablar profunda amistad con José Antonio Echevarría y el resto de los revolucionarios, participando con ellos en cada una de las acciones que planificaba el grupo.
A René confió José Antonio Echevarría importantes tareas en la lucha contra la tiranía de Fulgencio Batista. Tuvo el honor de preparar junto a Fructuoso Rodríguez, en coordinación con Faustino Pérez, el encuentro de José Antonio y Fidel en México, con el fin de unir las fuerzas generacionales que combatían la dictadura de Fulgencio Batista. Participó en aquel memorable encuentro y trajo a Cuba la histórica Carta de México para ser analizada por la FEU y el Directorio.
Con posterioridad a los sucesos del 13 de marzo de 1957 y el asesinato de Humboldt siete el 20 de abril, el Directorio Revolucionario entiende que debía marchar al exilio, donde sería más útil a la lucha revolucionaria. Al triunfo de la Revolución ocupó importantes responsabilidades dentro y fuera del país. Fallece en La Habana el 26 de noviembre de 2005.
REVOLUCIÓN EN EL PODER
El triunfo de la Revolución el primero de enero de 1959 fue recibido con júbilo por los consolareños. El día dos se estableció en Consolación del Sur el Gobierno Provisional Revolucionario. Había llegado el momento de dar solución a los problemas planteados por Fidel en su alegato de autodefensa La Historia me Absolverá.
Una vez tomado el cuartel 63 de la guardia rural, el comandante Dermidio Escalona (al frente de la provincia) dio orden para que el capitán Pablo Fernández Alegre ocupase la jefatura de la referida unidad. Simultáneamente se ocuparon otros cuarteles como los de Puerta de Golpe y Pilotos. Otro grupo de combatientes tomó la estación de policía. José Ramón Valdés Hidalgo quedó al frente del Ayuntamiento Municipal.
De todas las medidas revolucionarias de aquellos primeros tiempos, la más trascendental fue la Ley de Reforma Agraria. Con ella se beneficiaron 6 092 campesinos consolareños. Fueron intervenidas las grandes propiedades que había en el territorio: la Compañía Arrocera S.A. y la Compañía Agrícola Herradura S.A., conocida por arrocera El Caribe, con unas 1 400 caballerías.
El proceso se profundiza a partir de la creación del INRA (Instituto Nacional de Reforma Agraria). Se crean las granjas del pueblo, entre las primeras estuvieron El Caribe, Capitán Tomás, Las Vegas y Julián Alemán, unidades que ofrecieron empleo a cientos de consolareños. Las medidas perjudicaban los intereses de la oligarquía burgués-latifundista, por lo que en septiembre de 1959 se captura en este municipio a una de las primeras bandas contrarrevolucionarias que hubo en el país.
Otro hecho memorable tuvo lugar durante la agresión por Playa Girón en 1961, cuando se ubica en este municipio la jefatura de la Región Occidental, al frente de la cual estuvo el comandante Ernesto “Che” Guevara. Durante la Crisis de Octubre de 1962, el Che estableció la comandancia en la Cueva de los Portales, con el estuvieron nuevamente algunos consolareños.
LAS GRANDES TRANSFORMACIONES DESPUÉS DEL TRIUNFO DE ENERO
En las décadas de 1960 y 1970 en Consolación del Sur tienen lugar las primeras acciones del proceso transformador para el desarrollo que lleva a cabo la Revolución. Es el caso de la construcción de nuevas comunidades como la 17 de Mayo. Viviendas, centros educacionales, círculos infantiles, proyectos de salud y deportivos.
Asunto prioritario fue el estímulo a la industria tabacalera, sector que creció en cuanto a producción y organización del trabajo. En la actualidad su principal rubro para la exportación está en los puros producidos en las fábricas Paulina Pedroso y Juan Casanueva.
El desarrollo pecuario se potenció sobre la base de la construcción de nuevas vaquerías y la introducción de métodos científicos en la producción de ganado, priorizándose la construcción de caminos, presas y canales para favorecer esta y otras actividades agropecuarias. La ganadería vacuna tiene un gran peso en la economía consolareña, con la empresa Camilo Cienfuegos como la más sobresaliente. Los planes porcinos en el municipio se acometen a partir de 1963-1964, convirtiéndose el centro genético porcino El Tigre en el abastecedor de los mejores pies de cría.
A partir de 1970 se lleva a cabo un ambicioso plan de siembra de arroz y dos años después se crea el combinado arrocero Victoria de Girón, uno de los más productivos de la región.
Entre los primeros establecimientos industriales creados después de 1959 se encuentra una planta de asfalto y dos centros para la producción de áridos y carbonato de calcio en las canteras Reinaldo Mora y Rigoberto Fuentes.
También el territorio cuenta con un molino de arroz de tecnología japonesa, seis secaderos de arroz, tres talleres para la reparación de equipos, una fábrica de piensos y otra de calzado ahora productora de diferentes objetos de talabartería de primerísima calidad. Hay, además, un combinado metalúrgico y dos fábricas de tabaco, entre otras empresas que potencia la economía local y nacional.
Se alcanza un nivel de electrificación de más del 95 por ciento, paso de avance para el desarrollo local, ya que con anterioridad al triunfo de la Revolución solo llegaba al 22.2.
El municipio cuenta con 74 instituciones educacionales: tres círculos infantiles, dos escuelas especiales, 54 escuelas primarias, tres secundarias básicas, un preuniversitario, tres politécnicos de Enseñanza Técnica Profesional, dos centros unificados, una escuela de idioma y cinco centros mixtos. El uso de la computación se ha extendido a todas las escuelas y muchos de estos centros poseen conexión a internet.
Prestan servicios dos policlínicos, 91 consultorios del médico de la familia, dos clínicas estomatológicas, un centro de higiene y epidemiología, 299 médicos, 475 enfermeros, 76 estomatólogos y 327 tecnólogos.
Desde finales del siglo XIX Consolación del Sur es una de las plazas culturales más importantes del occidente cubano. Con el triunfo de la Revolución y el proceso de masificación de la cultura se han multiplicado los servicios culturales en la localidad.
Fue el primer municipio del país en declarar las 10 instituciones básicas de la cultura. Hoy este sector cuenta con la casa de cultura Mirtha Aguirre, galería de arte, museo, biblioteca pública Hermanos Saíz, librería Pedro Lantigua, Banda Municipal de Conciertos, la orquesta Hermanos Palacios, cine Avellaneda en la cabecera municipal y en cada uno de los consejos populares Herradura, Alonso de Rojas, Entronque de Herradura, Puerta de Golpe y Pilotos.
La masificación del deporte, tarea de la Revolución, es una realidad en Consolación del Sur. Funcionan cuatro combinados deportivos en los que se practican diferentes deportes. Existen áreas especializadas para la práctica de béisbol, softbol, baloncesto, voleibol, natación, atletismo, balonmano, tenis de campo y otros. Como resultado, el movimiento deportivo en este territorio ha aportado abundantes atletas a equipos nacionales que han puesto muy en alto el nombre de Cuba.