UBICACIÓN
El municipio de San Luis se encuentra ubicado en el centro y sur de la provincia de Pinar del Río, con una extensión en área de tierra firme de 325.93 kilómetros cuadrados y una cayería de 1.3.
Geográficamente limita por el este con el municipio de Pinar del Río, al oeste con el de San Juan y Martínez, por el norte con parte del territorio de San Juan y Martínez y Pinar del Río y al sur con las aguas del Mar Caribe.
Por coordenadas se ubica entre los 22 grados 22´ 42” intersección de Río Feo con la Carretera Panamericana y 22 grados 10´ 30” Punta de Santo Domingo de latitud norte y entre los 83 grados 35´ 17” del kilómetro dos de la carretera a Las Canas y 93 grados 49´ 53” a unos 300 metros al norte de Punta de Cartas en la carretera del mismo nombre de longitud oeste.
HISTORIA
Etapa precolombina o prehispánica
Como resultado de los estudios realizados por especialistas de la Academia de Ciencias de Cuba en Pinar del Río se determinó la existencia de dos sitios aborígenes: uno en la finca El Mulo, en el barrio de Tirado, próximo a los ríos Guamá y Feo y el otro en la finca Los Córdobas, muy cerca al arroyo de Juan de Rojas en el barrio del Retiro. Las características físico geográficas del territorio no fueron las más favorables para propiciar grandes y duraderos asentamientos de los pre-agro-alfareros recolectores-cazadores–pescadores.
Ambos lugares eran zonas con bosques muy tupidos, abundante agua dulce, ubicados aproximadamente a 10 kilómetros del litoral sur sanluiseño.
Hoy encontramos su impronta en muchos de los vocablos que se usan cada día como Barbacoa, Guainacabo, Cayambí, Guanito, guayaba, guanábana, casabe y bohío.
En la actualidad el Museo Municipal exhibe en su exposición permanentes muestras arqueológicas relacionadas con este periodo histórico.
Llegada del colonizador español. La sociedad colonial en el territorio entre 1576 y 1878
Para la segunda mitad del siglo XVI ya se registraban repartos de terrenos en el occidente cubano autorizados por el cabildo de La Habana. Entre 1576 y 1724 fueron mercedadas las primeras tierras en San Luis. El primer hato fue fundado en 1576 por Ambrosio Hernández, nombrado San Pedro de las Llanadas; en 1577 se funda Cruces de Abajo, por Gaspar de Rojas, y el de Río Feo en 1578, por Francisco de Rojas.
El 14 de diciembre de 1641 Juan de Evia fundó el corral San Luis. El nombre se debe a la devoción de este español por el santo San Luis Beltrán, de ahí proviene el origen del nombre de este pueblo; y en 1724 María del Rosario Sotolongo fundó el corral Tirado.
Desde la llegada del colonizador español y hasta la década del ‘20 del siglo XIX, la ganadería constituyó la principal actividad económica; desde ese entonces y hasta hoy la producción de tabaco pasó a ocupar su lugar.
Al igual que en otros territorios de Vueltabajo, la segunda mitad del siglo XVIII fue definitoria para la producción de tabaco. En esa fecha aparecen las primeras vegas en las márgenes de los ríos Feo, Seco y San Sebastián, las que fueron consolidándose. En 1831 las de El Corojo eran famosas en Cuba y para 1854 ya eran afamadas, junto a otras, en todo el mundo.
El 16 de enero de 1831 ocurre un hecho que marca la historia de este pueblo, pues la señora Juana Romero y Maqueira donó una caballería de tierra de su hacienda, San Luis, para fomentar el auge, desarrollo y consolidación del nuevo pueblo, donde se construía a sus expensas una ermita de mampostería y tejas, bautizada bajo la advocación de San Joaquín.
Para 1838 San Luis de los Pinos, como se llamó en ese momento, era un caserío que contaba con tres casas de mampostería y tejas, cuatro de embarrado y guano y ocho chozas. En 1854 era una aldeílla que contaba con 33 casas, 29 en la calle Real y cuatro en la llamada Recreo, de ellas 24 eran de embarrado y tejas.
En 1845 la iglesia parroquial de San Joaquín fue declarada auxiliar y 12 años después de ingreso. El primer párroco oficial que ejerció fue el presbítero Antonio Cassú. Desde ese momento sus feligreses recibieron todos los santos sacramentos sin necesidad de viajar a San Juan y Martínez y a Pinar del Río, lugares donde lo hacían anteriormente.
El 19 de marzo de 1846 es bautizado el primer cementerio municipal, construido a 126 varas de la esquina noreste del atrio del templo. Anteriormente los enterramientos mayoritariamente se realizaban en el cementerio de San Juan y Martínez.
La instrucción pública prácticamente no existía. En 1862 había en San Luis dos planteles de enseñanza, uno público llamado San Fernando y el privado Santísima Trinidad. Entre 1862 y 1873 fueron matriculados en las escuelas de San Luis 187 alumnos, siendo las familias en número muy reducido las que pudieron encargarse de la instrucción elemental: saber escribir y contar mínimamente.
PRINCIPALES TRANSFORMACIONES OCURRIDAS ENTRE 1878-1898
Situación económica, política y social
En este periodo la producción de tabaco continuó consolidándose como renglón económico fundamental, aumentando las tierras dedicadas a su cultivo, el número de vegas y vegueros, así como el de otros pobladores que se fueron dedicando a distintos negocios, también necesarios en un pueblo que prosperaba rápidamente por la laboriosidad, solvencia económica y sentido de pertenencia de los habitantes de los cuatros barrios que lo conformaban: San Luis, Barbacoa, Tirado y Barrigona.
El 18 de julio de 1878 se reúnen los propietarios, comerciantes y profesionales de la feligresía de San Luis para solicitar, a la Tenencia de Gobierno de la Jurisdicción de Pinar del Río, la creación de un Distrito Municipal, pues era de su consideración la existencia de los factores necesarios para aprobar dicha petición.
Fueron diversos los argumentos enumerados por los sanluiseños en la solicitud realizada, por ejemplo: la obtención de los ingresos naturales que eran necesarios permitía no ser cargas onerosas a los contribuyentes para cubrir las obligaciones del municipio; la fama alcanzada por la producción de tabaco, valorado junto al de San Juan y Martínez, como el mejor de Cuba y del mundo; la proximidad a los embarcaderos de La Coloma, al de Guanito y al surgidero de Punta de Cartas; contar con el ingenio La Constancia; la proximidad a la capital provincial y por último, y no menos importante, la capacidad económica de sus pobladores que habían convertido a su pueblo en uno de los más bellos y admirados de Vueltabajo.
En aquel momento San Luis tenía 60 casas, la mayor parte de mampostería y tejas y la calle Real era atravesada por dos hileras de laureles. Poseía una iglesia de mampostería y tejas; un cementerio; nueve tiendas mixtas en el pueblo y 10 más en los vegueríos; además, un establecimiento de farmacia, platería, carpintería, talabartería, herrería, tabaquería, dulcería y panadería; una casa cuartel de la guardia civil con un destacamento de caballería y una casa para el correo.
En horas de la tarde del 23 de agosto de 1878 San Luis es declarado municipio por el gobernador de Pinar del Río, pues hasta esa fecha había sido un cuartón del partido de San Juan y Martínez. En ese momento se convocaron elecciones para la conformación del ayuntamiento municipal, creado el primero de enero de 1879, y cuyo primer alcalde interino fue el concejal Magín Guash. El 28 de enero de 1879 fue nombrado alcalde en propiedad Dámaso Trecha.
Constó San Luis, en la primera división político administrativa, con 407 kilómetros cuadrados y siete alcaldías de barrios: San Luis, Tarabico y Corojo, Barbacoa y Tranca, Río Seco, Tirado, Barrigona, Llanadas y Palizadas.
El 31 de julio de 1880 el doctor Juan de Montagut es aprobado como primer médico municipal. Posteriormente fueron nombrados León Cuervo Cuevas y Herminio Cuervo Cuevas. Otro paso importante fue el establecimiento de forma oficial del Registro Civil el primero de enero de 1885.
No obstante, se mantuvo presente el olvido a todas las formas de bienestar social y cívico por parte de las autoridades.
Se mantuvieron como las familias de renombre los herederos de Nicolás Iglesias y Juana Romero, Genaro Milians y sus descendientes, los Padrón, los Pedroso, Torres, Ramírez, entre otros, los que llegaron a poseer vegas en varios barrios del municipio, además de otras propiedades y bienes.
LUCHA POR LA INDEPENDENCIA DEL COLONIZADOR ESPAÑOL
En la Guerra de los 10 Años
A principio de 1869 fueron conocidos los movimientos conspirativos que existían en varias localidades de Vueltabajo como los de San Luis, San Cristóbal, Guanajay, Candelaria, Guane, San Juan y Martínez y Pinar del Río.
En este territorio accionaban conspiradores contra el colonizador español como José Felipe Padrón Hernández y los miembros de su familia Tomás, José María, Justo y Pedro, además de Ricardo e Ignacio Rodríguez, Miguel y Alejandro Gómez, Manuel Iglesias y Sixto Cruz, obligando a las autoridades españolas a enviar tropas en reiteradas ocasiones a este lugar.
En la zona de Lagunilla, el 27 de noviembre de 1869, murieron a machetazos dos voluntarios de caballería de San Luis, hecho que produjo sensación y provocó la ira de los voluntarios que guarnecían la zona, los que llevaron a prisión a 10 campesinos, o sea, cinco por cada voluntario, que fueron fusilados el 14 de diciembre del propio año.
A finales de 1869 fueron detenidos y sancionados varios conspiradores y remitidos a la cárcel de La Habana, entre ellos José Felipe Padrón Hernández, quien conoce allí a José Martí y otros complotados.
Participación en la Guerra Necesaria
Este territorio forma parte de la llanura del sur, con abundantes vegas de tabaco, potreros, montes, costas bajas y deltaicas; posee varios lugares con posibilidades de embarque y desembarque e importantes comunidades como San Luis, Tirado, Barbacoa y Barrigona; establece conexiones por varios lugares con caminos principales como Real y del Sur de Vueltabajo, el de Pinar del Río a San Luis, el de Las Llanadas y La Coloma a San Luis, de San Luis a San Juan, así como otras veredas. De ahí que las autoridades españolas se vieran obligadas a establecer líneas defensivas para su protección, ubicándolas de la siguiente forma: Pinar del Río a La Coloma, Pinar del Río a San Juan y Martínez, Punta de Cartas a San Juan y Martínez, además de haber establecido líneas de fuertes y fortificaciones miliares bien estructuradas en lugares estratégicos.
El 24 de febrero de 1895 se reanuda en Cuba la guerra por la independencia, pero no es hasta el amanecer del 10 de enero de 1896 que este poblado y sus hijos participan directamente en la lucha, pues reciben con efervescencia a la vanguardia de la invasión al mando del coronel Roberto Bermúdez, procedente del hato de San Lorenzo; ese mismo día, cerca de la una de la tarde continúan hacia el municipio de San Juan y Martínez.
El día 18 de enero de 1896 hace su entrada al territorio la columna invasora al mando de Antonio Maceo, al atardecer llegan al lugar conocido como Palmar Amarillo, en el barrio de Tirado, aquí acampan y pernoctan. Al amanecer del día siguiente se produce el combate que lleva el nombre de este lugar, enfrentando a una columna española bajo las órdenes del general Agustín Luke. Los cubanos tuvieron 18 bajas, seis muertes y 12 heridos y fue el hecho de armas más importante ocurrido en la lucha contra el colonialismo español en esta localidad.
Durante la aplicación de la política de la reconcentración de Weyler, las autoridades españolas fortifican el territorio de San Luis y construyen fortines y fuertes militares en sus vegueríos para proteger importantes producciones que en ellas se cosechaban, principalmente la tabacalera, así como la ganadería, tan significativa para ambas partes. Por su importancia, las zonas de Barbacoa, El Corojo, Tirado, Barrigona y Tarabico fueron las más protegidas. También construyeron en Palizada, Cayambí y en el propio San Luis, donde la iglesia de San Joaquín fue utilizada como cuartel y su torre para colocar un aerógrafo.
Entre enero de 1896 y julio de 1898 combatieron en territorio sanluiseño las siguientes fuerzas cubanas: la columna invasora, la Brigada Occidental, la segunda división del Sexto Cuerpo y los regimientos Varona y Piloto, nombrados después Pedro Díaz y José Mayía Rodríguez, respectivamente.
El 23 de agosto de 1898 renuncia el capitán de la guardia civil Baldomero Navarrete Ríos como alcalde corregidor del ayuntamiento de San Luis y es designado para el mismo José Cordonera y Stolt quien, en 1899, es sustituido por el general del Ejército Libertador Juan Lorente de la Rosa, que ocupa este cargo el resto del tiempo que duró la primera intervención estadounidense.
Desde el paso de la invasión hasta el final de la contienda más de 80 sanluiseños fueron miembros del Ejército Libertador y algunos de ellos alcanzaron altos grados militares; la superestructura de la mayoría de las fincas de tabaco al igual que las viviendas del territorio sufrieron daños y se acrecentó el abandono a la educación; las condiciones de insalubridad fueron mucho mayores y en comunión con la generalización de enfermedades como el tifus y la viruela causaron el fallecimiento de más de 500 personas.
LA PRIMERA INTERVENCIÓN MILITAR ESTADOUNIDENSE
Del primero de diciembre de 1899 al 20 de mayo de 1902, San Luis al igual que el resto del país sufre las consecuencias de la primera intervención estadounidense.
Durante este tiempo los monopolios y trust, conocidos como el segundo ejército de ocupación, penetran en la economía del municipio, realizando diversas transacciones comerciales favorables a sus intereses, fundamentalmente la Cuban Land and Leaf Tobacco Co. que utilizó diversos métodos para la ocupación y control de vegas de renombre en Cuba y el mundo, ubicadas en las zonas de Guainacabo, Barbacoa y Buenavista principalmente.
SAN LUIS ENTRE 1902 y 1958
Nacimiento de la República. Su evolución hasta 1952
El 20 de mayo de 1902 nace la república neocolonial en Cuba. En San Luis, el primer alcalde electo que tomó posesión fue el general del Ejército Libertador Juan Lorente de la Rosa.
Entre 1902 y 1952, los gobernantes municipales no se diferenciaron de los del resto del país, guiados por un funcionario ejecutivo llamado alcalde y varios concejales. En estos años predominaron el atraso económico, el desempleo, la insalubridad, el analfabetismo, el abandono a la salud pública, el maltrato a los negros y a las mujeres, entre otros males que durante todo el periodo neocolonial se acrecentaron.
Durante esta época la agricultura continúa siendo la base de la economía y el cultivo del tabaco la actividad económica principal, destacándose por sus resultados las zonas de El Corojo, Barbacoa, Buenavista, Barrigona y San Luis.
Con la llegada del capital extranjero la producción de tabaco se ve beneficiada por la aplicación de nuevas prácticas tecnoproductivas en todas sus fases: cultivo, cura, beneficio, industria y consumo. Los resultados fueron de tal magnitud que San Luis fue considerado como la “capital de la Isla del tabaco”.
Durante la primera mitad del siglo XX no hubo desarrollo industrial significativo, solamente florecieron algunos chinchales destinados a la producción de tabaco como Tabacos Mingola, La Pomarrosa, Tabacos Aquino, entre otros, cuyas características y rango no permitieron llamarlos industrias; solamente existieron dos tabaquerías con más de 20 tabacaleros El Baño y Tabacos Arteaga.
A lo largo del periodo neocolonial los servicios de Salud y asistencia social fueron muy reducidos. No existieron instituciones médicas regentadas por el Estado, solamente prestaban servicios médicos en sus consultas privadas y los estomatólogos en sus gabinetes dentales, igualmente existían tres farmacias, todas en la zona urbana.
La asistencia social se limitó a tener un médico municipal, Herminio Cuervo Cuevas, que por más que trató no pudo abarcar todas las necesidades de los pobladores. Por su actuar fue llamado por muchos como el médico de los pobres.
Tampoco contó con una red de acueducto ni alcantarillado, lo que hacía más deplorable la salubridad de la población, siendo frecuentes las enfermedades parasitarias del aparato digestivo, las gripales y las infectocontagiosas como tifoidea y de fiebre palúdica, sobre todo en la zona rural.
La situación educacional no podía ser más desfavorable, una población mayoritariamente campesina analfabeta o semianalfabeta, sin posibilidades económicas que le permitiera elevar su nivel cultural. Para la gran mayoría de los niños y adolescentes sanluiseños no pasaba de ser una ilusión poder asistir a las escuelas.
Las comunicaciones mejoraron con el transcurso de los años. En 1904 llegó el ferrocarril, el primer automóvil en 1915, la telefonía fue inaugurada en 1929 con el funcionamiento de 38 equipos. En 1909 una pequeña parte de los pobladores comenzaron a disfrutar de los beneficios de la electricidad.
Las manifestaciones culturales tuvieron lugar mayoritariamente de forma empírica, pues no existió ninguna institución gubernamental que se encargara de promover e instruir la cultura de los pobladores. No obstante, fueron varios los sanluiseños que se destacaron y dieron aportes al desarrollo cultural de la localidad y al país, entre ellos es meritorio resaltar al músico y compositor Virgilio González Solar; al pintor, grabador, escultor y profesor de Artes Plásticas Atilano Armenteros Ramos y al famoso escritor Eduardo Zamacois.
Se consolidan las tradiciones socioculturales que habían nacido durante la colonia como las canturías campesinas, los cantos boyeros, la décima, los trovadores, diferentes formas de guateques, el baile del tambor Yuka, las manualidades, las verbenas sanluiseñas nacidas en la década del ‘20 del siglo XX y que perduraron hasta los primeros años de los ’60 y las comparsas, entre otras.
El deporte nunca fue prioridad de los gobernantes municipales, solamente hubo cierta preocupación por el béisbol, auspiciado por los sectores poderosos; los campesinos y obreros conformaron los equipos de los diferentes barrios. Algunos de ellos llegaron a jugar como semiprofesionales y profesionales, ejemplo de ello es Pedro Ramos que jugó en las Grandes Ligas de Estados Unidos y otros como Remberto Concepción, Segundo Marín, Dagoberto Concepción, René Pérez, Héctor Marimón, Antonio Duarte, entre otros, que jugaron en las Ligas Menores.
La figura de mayor renombre en el deporte fue el baloncestista Mario “Risita” Quintero Padrón, que cuenta en su amplio currículo la participación en seis olimpiadas, dos como jugador (Londres en 1948 y Helsinki en 1952) y cuatro como árbitro (México ‘68, Múnich ‘72, Montreal ‘76 y Moscú ‘80).
En los primeros años de la República no se reportan hechos significativos realizados por el movimiento obrero, encontrándose en proceso de organización. En la década del ‘30 se comienzan a registrar las primeras manifestaciones obreras, encabezadas por líderes que trabajaban vinculados a la producción de tabaco. El cuatro de junio de 1939 fue fundado el Partido Unión Revolucionaria, sus primeros integrantes fueron Francisco Martínez Pozo, Julián Pérez, Ermeregilda Almirall, Julio Almirall y Casildo Covarrubias
LA LUCHA POR LA SOBERANÍA NACIONAL 1952-1958
En 1953 la población de San Luis ascendía a 23 519 habitantes, el 22.3 por ciento por encima de los resultados del censo de 1943 y una densidad de 57.8 habitantes por kilómetro cuadrado, en un área de 407.
Continuaba destacándose como un territorio eminentemente agrícola: el 13.4 por ciento de las fincas eran operadas por propietarios, el 2.4 por administradores, el 10.1 por arrendatarios, el 3.1 por subarrendatarios, el 62.8 por partidarios, el 5.3 por otro tipo de tenencia de la tierra y solo el 0.1 por ciento de las fincas se encontraban ociosas.
Según el censo de 1953 existían 4 369 viviendas, de las cuales el 25.9 por ciento pertenecía al área urbana y el 74.1 a la rural, utilizaban la electricidad el 28.1 por ciento, el 2,9 contaban con agua de acueducto y el 53,2 utilizaba agua de ríos, arroyos, pozos o manantiales.
Solo ejercían la medicina siete médicos, uno por cada 3 359 habitantes, y tres estomatólogos. La esperanza de vida no rebasaba los 57 años y la mortalidad infantil era superior al 47.1 por cada 1 000 nacidos vivos, y el índice de analfabetismo de la población de 10 años y más era de un 27.2 por ciento.
En medio de esta desfavorable situación, en 1952 visita el pueblo de San Luis José Suarez Blanco para guiar el proceso de creación de una nueva organización revolucionaria, integrada mayoritariamente por los jóvenes de procedencia ortodoxa. En junio de 1955 retornó, creó y organizó la célula inicial del Movimiento 26 de Julio (M-26-7), de la que fue designado coordinador José María Baigorría, con Adam Mora Morales como jefe bélico y Ernesto Cristino Rodríguez en finanzas, los que tuvieron la responsabilidad de crear y organizar otras células, específicamente en las zonas rurales. Estas células eran compartimentadas, secretas y cada integrante conocía únicamente a los miembros de la suya; en algunos lugares sobrepasaron la cantidad de 15 combatientes.
Durante 1957 y 1958, el accionar del M-26-7 en San Luis se hizo sentir en todos los barrios, pues se realizaban sabotajes casi diariamente, dirigidos a objetivos económicos vinculados a la producción tabacalera y su estructura.
En el mes de abril de 1958 es formada la guerrilla suburbana de San Luis, dirigida por Pedro García Veloz (Buldoza), que el 10 de diciembre de 1958 se ve obligada a marchar a la zona de Pica Pica, formando junto a la de San Juan Martínez la Columna # 4 del Frente Guerrillero de Pinar del Río.
En la medida que crecían las acciones armadas, los sabotajes y la propaganda de los revolucionarios la tiranía aumentaba la represión tratando de frenar con sangre la efervescencia revolucionaria y combativa del pueblo.
Al igual que en el resto del país, los esbirros de la dictadura torturaron a personas inocentes y a integrantes del M-26-7 como Felipe Moreno, Eugenia González Gómez, José Valentín Fundora Peña “Tito”; y, entre otros, fueron asesinados Santiago Rodríguez Rodríguez, Leopoldo Troche, Roberto Méndez Alfonso, Pablo Briche Chirino, Juan Hernández y Giraldo Valdés, todos mártires de la Revolución.
TRIUNFO DE LA REVOLUCIÓN
Logros y defensa de sus conquistas hasta 1980
Con el triunfo del primero de enero de 1959 desde el primer momento el pueblo sanluiseño brindó un fuerte apoyo a la huelga revolucionaria del día dos de enero, por lo que se cerraron todos los establecimientos y la población se volcó a las calles. El M-26-7 tomó el cuartel, ocupó los establecimientos públicos y mantuvo guardia permanente en los mismos.
Al igual que en el resto del país se inició un proceso de confiscación de bienes. También se dieron los primeros pasos para erradicar el desempleo y la explotación a los campesinos y obreros.
De enero a marzo de 1959, el gobierno municipal estuvo compuesto por tres miembros, además fueron nombrados los comisionados municipales y desapareció la Cámara Municipal.
En 1962 se crea la Junta de Coordinación Ejecución e Inspección (Jucei) y durante su funcionamiento se construyeron y repararon viviendas, caminos, escuelas y otras obras sociales.
Paralelo a este proceso se dicta y se pone en práctica la primera Ley de Reforma Agraria, firmada en La Plata el 17 de mayo de 1959 por el comandante Fidel Castro. Para su realización se creó el Instituto Nacional de la Reforma Agraria (INRA). Esta concedía la propiedad de la tierra a los campesinos que la trabajaban como partidarios, arrendatarios, precaristas y jornaleros.
Con su puesta en práctica muchos terratenientes como José y Saturnino Pérez, Daniel María Rodríguez, Francisco Cruz, Alberto Pedroso, Félix Fernández, José Manuel González Prendes, Bautista Labrador, Miguel Saludes y la compañía estadounidense Cuban Land ven reducidas sus grandes extensiones a 30 caballerías, que era lo establecido por la ley, lo que radicalizó el proceso revolucionario.
Un año después, el 17 de mayo de 1960, surge la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) que aglutinó a los campesinos sanluiseños. Las primeras cooperativas de créditos y servicios (CCS) creadas fueron Los Pinos en la finca San Miguel del Retiro, la Julio A. Mella en Tirado y la Eduardo García en El Retiro.
En 1959 la juventud sanluiseña se organiza y conforma la Asociación de Jóvenes Rebeldes que daría paso el cuatro de abril de 1962 a la Unión de Jóvenes Comunistas, que desde su creación se distinguió por dirigir y organizar a la juventud en el cumplimiento de las tareas asignadas por el Partido Comunista de Cuba.
En este proceso, las mujeres jugaron un papel cimero: el 15 de abril de 1960 quedan organizadas las milicias femeninas, con la principal misión de la vigilancia revolucionaria de los lugares estratégicos del municipio; y el 23 de agosto de 1960 se funda la Federación de Mujeres Cubanas (FMC). El 16 de octubre de 1960 fue designada Rina Silva para que dirigiera a las federadas de San Luis.
Cuando el enemigo intensificó su actividad contra el poder revolucionario creyendo poder asustar al pueblo con petardos y sabotajes, el 28 de septiembre de 1960 surgen los Comités de Defensa de la Revolución (CDR). Los primeros fundados radicaron en los barrios marginales de El Sacrificio y el Llega y Pon, así como en la zona urbana.
A mediados de 1961 se produce un proceso de unificación de las distintas fuerzas revolucionarias Movimiento 26 de Julio, Partido Socialista Popular y Directorio Revolucionario, lo cual conlleva a la creación de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI) y es elegido como secretario Francisco Martínez Pozo. Un año después se organiza y constituye el Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC) y su primer secretario fue Raciel Valdés Sierra.
Desde el mismo momento del triunfo revolucionario los sanluiseños han enfrentado todo tipo de agresiones de los gobernantes estadounidenses, pero han estado presentes en todas las acciones realizadas en su defensa; son innumerables los ejemplos que se pueden mencionar, dentro de ellos: su apoyo incondicional a la primera y segunda Ley de Reforma Agraria, a la Campaña de Alfabetización, al desarrollo de campañas de vacunación, durante la agresión imperialista por Playa Girón, en los días de la Crisis de Octubre, en la lucha contra bandidos, la zafra de los diez millones y la creación de las Milicias Nacionales Revolucionarias.
En este periodo la agricultura continúa como actividad económica principal y la producción de tabaco como su renglón fundamental. Además, se producen granos, hortalizas, viandas, frutas, la ganadería porcina y vacuna y se desarrolla la piscicultura. Estas producciones no solo son de empresas estatales sino también de productores privados.
Como resultado del proceso revolucionario se produjeron grandes transformaciones sociales. El sistema educacional se fortaleció, se construyeron nuevas escuelas tanto en el pueblo como en la zona rural, se incrementó el número de maestros, se inauguraron círculos infantiles, se dieron los primeros pasos para la superación de obreros y campesinos. San Luis fue el tercer municipio de Pinar del Río en declararse libre de analfabetismo el seis de diciembre de 1961.
La salud pública fue uno de los problemas a resolver. Dentro de las medidas tomadas estuvieron la eliminación de las consultas particulares y su ubicación gratuita en el Dispensario Infantil, con el objetivo de que toda la población, independientemente de su color y posición económica, tuviese acceso a estos servicios. Se ejecutaron diagnósticos de salud en los barrios insalubres y marginales, cuarterías y zonas más intricadas y se realizó la campaña de vacunación antipolio, entre otras.
En 1961 se crea el Consejo Voluntario de Cultura para rectorar esa política en el municipio. Se crea la casa de cultura 20 de Octubre en el local de la antigua sociedad de negros Guillermo Moncada. Paralelo a este proceso se forman los primeros instructores de arte: de Teatro Olga González Lezcano, Librada Torres Valdés y Ana Caridad Díaz; y de Artes Plásticas Nicolás Iglesias Hernández, René Morejón Ramos y Juan Reyes Pérez, fomentándose un desarrollo gradual del movimiento de aficionados en las distintas manifestaciones artísticas.
Entre los acuerdos aprobados por el Primer Congreso del Partido estuvo el referido a la creación de los órganos del Poder Popular como forma de gobierno. El 31 de octubre de 1976 en el cine Girón se efectuó la toma de posesión de los miembros del Comité Ejecutivo y sus 49 delegados, quedando constituidos los Órganos del Poder Popular Municipal.
El siete de noviembre de 1976 se puso en vigor una nueva división política administrativa. El municipio se vería achicado en su extensión territorial y con impacto en su desarrollo económico y social. De 407 kilómetros cuadrados se redujo a 336,559. Las localidades de La Coloma, playa Las Canas y parte de Río Feo se incorporan al municipio de Pinar del Río; y Punta de Cartas, Cabanzón, una parte del entronque de San Luis y parte de Río Seco pasan a formar parte de San Juan y Martínez.
Entre 1976 y 1989 se produce un proceso de rescate y extensión de la producción agropecuaria, en especial la tabacalera, que llega a resultados nunca vistos; la campaña que marca récord histórico es la de 1984-1985, con la producción de 8 750 quintales en total y un 25 por ciento de capa de exportación.
En el sistema educacional se llevó a cabo un trabajo de perfeccionamiento que da lugar a nuevas exigencias, así como en la salud pública, la cultura, el deporte y la recreación.
PERIODO ESPECIAL
En medio de este mundo unipolar los sanluiseños inician la década del ‘90 del siglo XX enfrentando el periodo especial en tiempo de paz declarado por el Gobierno.
Durante toda esta etapa los sanluiseños resistieron las consecuencias de las limitaciones y carencias existentes, entre ellas la falta de energía eléctrica con apagones hasta de 18 horas al día; la falta de combustible y sus derivados y de recursos materiales de todo tipo. Esta situación exigió trabajar con mayor inteligencia, integridad y responsabilidad para poder enfrentar y solucionar los problemas planteados en diferentes circunstancias.
La producción tabacalera enfrentó carencias de todo tipo en cada una de sus fases e incluso de mano de obra, no obstante, continuó como el reglón económico fundamental, por lo que los esfuerzos fueron encaminados a su mantenimiento, siendo posible por la prioridad dada por la dirección del país y por la cultura y tradición acumulada por más de 200 años de los vegueros de este territorio.
A partir de la cosecha 1995/96 se inicia una recuperación progresiva de esta producción y en la misma tuvo gran incidencia la utilización de los últimos adelantos de la ciencia y la técnica.
Como resultado de lo expuesto el seis de junio de 1997 nace Vegas Robaina, una nueva marca de tabaco cubano, lanzada en Madrid, España y que porta el apellido del cosechero sanluiseño y Hombre Habano Alejandro Robaina Pereda.
SAN LUIS DE VUELTABAJO EN EL SIGLO XXI
Los sanluiseños arribaron al siglo XXI cumpliendo los acuerdos emanados de los congresos del Partido, potenciando el control y la estimulación del sector agrícola y dentro de él, mayoritariamente, la producción de tabaco, obteniendo resultados sobresalientes. Tal es así, que dos productores han sido declarados Hombre Habano: Armando Miguel Padrón González, en el 2008, y Servilio Jesús Córdova Torres, en el 2020. También se ha trabajado en el incremento de las áreas de cultivos y los resultados de producción de granos, hortalizas y viandas.
Los sanluiseños se insertaron en la Batalla de Ideas y fueron muchos los programas que se llevaron a vías de hecho como parte de este proceso, dentro de ellos la ampliación y restauración del seminternado Santiago Rodríguez y el policlínico Epifanio Rojas Gil, todas las escuelas de las diferentes enseñanzas fueron beneficiadas con el programa audiovisual y se inició el proceso de universalización en el 2002. El de mayor impacto en la población fue la Revolución Energética. Todos estos programas favorecieron el desarrollo económico de la localidad y el bienestar social de sus pobladores.
A partir de 2005 se inicia un proceso de recuperación de la economía del territorio en todas las esferas, se continúa dando prioridad a las actividades vinculadas a la defensa, al nuevo programa energético y aumenta el salario mínimo de los trabajadores, la pensión mínima de los jubilados, entre otros avances.
Los servicios en el campo de la Salud Pública se ven ampliados: son atendidas 24 especialidades, prestan servicios 33 consultorios del médico de la familia, un policlínico, una clínica estomatológica, un hogar materno, una casa de abuelos, una sala de cuidados intensivos de urgencia médica y una de hospitalización y la Unidad de Higiene y Epidemiología.
También comienzan a trabajar dos grupos básicos de especialistas que son los encargados de atender a los pacientes de todos los consultorios del médico de la familia que prestan servicios en el territorio municipal.
Es meritorio resaltar la participación de trabajadores de este sector en misiones internacionalistas en varias regiones del mundo, pero especialmente en países de América Latina, sobresaliendo la colaboración con Venezuela. Hasta la fecha, han cumplido misión como integrantes de la brigada Henry Reeve 15 trabajadores de la Salud, enfrentando eventos, desastres naturales y epidemias como el Ébola y la COVID-19.
Este sector juega un papel esencial en el enfrentamiento al coronavirus SARS-CoV-2 desde el primer caso diagnosticado el 21 de abril de 2020 en el consejo popular El Corojo. En la primera etapa se diagnostican seis casos, dos de ellos autóctonos y cuatros importados. El rebrote de la epidemia comienza el 17 de octubre con la aparición del primer caso positivo en el barrio de Forteza. Un año después, o sea, hasta el 21 de abril del presente se han confirmados 176 casos diagnosticados en el municipio desde el inicio de la pandemia.
Hoy el sector de la Salud obtiene resultados con índice del primer mundo en indicadores como la mortalidad infantil con 1.8 por cada mil nacidos vivos, la materna y la escolar sin fallecimientos, además de elevarse el promedio de vida a 78 años, superior en 21 al que se tenía al triunfar la Revolución.
En la educación se continuó avanzando de forma progresiva. Están presentes todas las enseñanzas y prestan servicios 26 escuelas primarias, cuatro centros mixtos, una secundaria básica-preuniversitario, dos primaria-secundaria básica y uno de educación politécnica, una secundaria básica, un preuniversitario, un centro de enseñanza Técnica Profesional, una escuela especial, una de idiomas, una de educación de Adultos (S.O.C-F.O.C) y cuatro círculos infantiles. Además, funciona la Sede Universitaria Municipal, en la que se estudia la licenciatura en Educación Primaria y Prescolar y se imparten cursos de superación y posgrado.
Desde el 24 de marzo de 2020, fecha oficial de la paralización del curso escolar 2019 -2020, los trabajadores del sector educacional han cumplido todas las orientaciones dadas por los diferentes niveles de dirección encaminadas al enfrentamiento de la pandemia y a la preparación de profesores y estudiantes para cuando la situación epidemiológica permita reiniciar las clases.
Un importante número de docentes y no docentes trabaja en apoyo a las labores de limpieza, higienización, en la elaboración de los alimentos y en la atención a los pacientes en escuelas convertidas en centros de aislamiento como la escuela especial Marcelo Salado y el seminternado Santiago Rodríguez.
Los indicadores artísticos, culturales y recreativos continuaron fortaleciéndose, al mantenerse prestando servicios todas las instituciones básicas de la cultura e incorporarse en todos los consejos populares los integrantes de la brigada de instructores de arte José Martí y los promotores culturales; además de incrementarse el accionar de la vanguardia artística, de los afiliados a la Uneac, la Unhic y a la Sociedad Cultural José Martí. Es meritorio señalar los dos premios Memoria Viva otorgados por el Instituto de Investigación Cultural Juan Marinello: Ángel Candelario Díaz Gálvez, en el 2010, y a Zenia Núñez Aguilar, en el 2014.
Hoy los sanluiseños dirigidos y orientados por el PCC y el Gobierno trabajan de forma ordenada para enfrentar los nuevos retos que les depara la vida, salvaguardar las conquistas de la Revolución y seguir avanzando en la construcción del socialismo.