Ubicado en la parte central y norte de la provincia, el municipio de Viñales limita al norte con el mar Caribe, al este con el municipio de La Palma, al sur con los municipios de Consolación del Sur y Pinar del Río y al oeste con el municipio de Minas de Matahambre. Tiene una superficie total de 692.90 kilómetros cuadrados, de los cuales 682.60 son tierra firme, 10.30 de cayos adyacentes y 26 kilómetros de costas.
Aquí se encuentran los secretos de la región más antigua de Cuba, por lo que es considerado un retrato vivo de nuestra historia al atesorar valiosas evidencias de la presencia aborigen y de los cimarrones en cuevas y palenques, coincidiendo extraordinarios valores naturales, históricos y culturales y una riqueza biológica, geológica y paleontológica, razón por la cual fue declarado el Valle de Viñales con la categoría de Monumento Nacional en marzo de 1979 y el primero de diciembre de 1999 la Unesco aprobó incluirlo en la lista del Patrimonio Mundial como Paisaje Cultural de la Humanidad, teniendo en cuenta que es un ejemplo excepcional de paisaje cultural, representativo del auge histórico de la producción tabacalera en el mundo, desde su aparición en Cuba en el siglo XVII, convirtiéndose en la principal actividad económica de la región.
ETAPA ABORIGEN
Los pescadores-recolectores-cazadores fueron quienes primero habitaron esta región, desarrollando una vida nómada, encontrándose en los 56 sitios arqueológicos evidencias de su presencia que permiten comprobar que disponían de instrumentos de trabajo rudimentario y tosco, tales como percutores, gubias, majadores y piedras moledoras que eran utilizados para realizar diferentes actividades como cortar, golpear, raspar y perforar que les permitían trabajar las maderas, huesos y piedras.
Las pinturas encontradas en las paredes de las cuevas (como evidencias del arte rupestre) fueron realizadas en rojo, negro y blanco, reflejando diseños abstractos, siendo frecuentes los círculos y motivos reticulados, destacándose los dibujos en la Caverna de petroglifos (se utilizó la técnica de ahumar la pared primero para después hacer rayados, de círculos con retículas) y en la Cueva de Mesa, (un mural de 10.73 m con 22 petroglifos de carácter geométricos, rayados sobre la superficie arcillosa-carbonatada).
ETAPA COLONIAL
Las primeras referencias de Viñales están relacionadas con un corral otorgado el 12 de octubre de 1607 a Bernardo Bernabé Sánchez (miembro de la oligarquía habanera) con el nombre de San Francisco de Viñales, existiendo varias versiones relacionadas al origen del nombre, tales como la existencia de abundantes viñedos en esta zona, la de una familia con el apellido Viñales y la que se fundamenta en la herencia toponímica española con la referencia de un lugar en España (provincia de León en el municipio de Bembibre) llamado Viñales.
Con la creación de la tenencia de gobierno de Nueva Filipinas (23 de julio de 1774), el territorio actual de Viñales quedó dividido en tres partidos diferentes: los cuartones San Cayetano, El Rosario, La Jagua, La Chorrera, El Abra, El Ancón y Ceja Ana de Luna en Consolación del Norte; los de Viñales, Cayos de San Felipe, Sitio del Infierno y Santo Tomás en el de Pinar del Río; y los de Sitio Morales e Inés de Soto en el de Guane del Norte o Mantua.
Las primeras actividades económicas fueron la extracción de madera y la cría de ganado, pero no será hasta finales del siglo XVI y primera mitad del XVII que ocurre un verdadero despegue económico basado en la ganadería.
En relación con el cultivo del tabaco los primeros vegueros llegaron a esta región a principios de la década de 1670, provocando serios conflictos con los ganaderos, fundamentalmente en la zona de los Cayos de San Felipe y el hato de Viñales, logrando imponerse el tabaco por los altos ingresos que reportaba, razón por la cual se comienza a experimentar cierto auge económico a partir de la protección que la corona española le brindaría a la siembra y comercialización de esa solanácea.
ESCLAVITUD Y CIMARRONAJE
Las relaciones entre el veguero y sus esclavos se caracterizaron por un trato con menor severidad al que recibían los que se dedicaban a la actividad azucarera, debido entre otras razones a que debían realizar de manera conjunta las labores de cultivar el tabaco; no obstante, en la región se han registrado varios sitios que evidencian la presencia de cimarrones procedentes de lugares muy distantes que encontraban en las condiciones naturales del paisaje (abundantes cavernas de difícil acceso como refugios seguros), fundamentalmente los hoyos intramontanos con tierras muy fértiles que permitían sembrar y ubicar los palenques con excelentes condiciones que resultaban muy propicias para garantizar la subsistencia como los palenques del Hoyo de los Cimarrones en la Sierra de Viñales – Pan de Azúcar y el Hoyo de Fanía en la Sierra de Quemados, mientras que muestras del arte rupestre realizado por ellos se han encontrado en la Cueva del Cura (Sierra Guasasa) con 27 dibujos pintados en rojo, donde se aprecian figuras humanas con cruces religiosas en las manos (en color negro realizadas con carbón) aves y figuras antropomorfas.
PARTICIPACIÓN EN LA GUERRA DE LOS 10 AÑOS
También se registraron manifestaciones en favor de las ideas independentistas en la Guerra de los 10 Años como la expedición de los 12 (enviada por el general Quesada desde Nueva York) y que desembarcó el 17 de 1871 entre el Puerto de la Esperanza y el surgidero de Berracos con armamento, provocando gran preocupación entre los militares españoles que movilizaron 2 000 voluntarios de caballería e infantería para capturar a los expedicionarios, informándose en los periódicos del fusilamiento en Viñales, el día 31, de Bernardino Valdés y Antonio Monteagudo.
Después de concluida la Guerra de los 10 Años, el gobierno español decidió hacer una nueva división política administrativa mediante la cual se establecían las regulaciones para la creación de los términos municipales y en julio de 1878 varios vecinos de los cuartones de Ceja Ana de Luna, Viñales y San Cayetano presentaron la solicitud, proponiéndose el cuartón de Viñales como cabecera y nombre del término debido a estar en el centro del territorio.
La formación del núcleo urbano de Viñales se había comenzado a consolidar desde 1865 con la construcción de la casa y el establecimiento de Francisco Hernández Ramos, hermano de Andrés Hernández Ramos, quien siendo propietario de La Chorrera, heredó en 1871 la hacienda San Francisco de Viñales y en 1875 donaría ocho solares con dos caballerías de tierra para la construcción del Ayuntamiento y la Iglesia, en tanto que los pobladores muchos procedían de Canarias, Asturias y Galicia.
El 28 de octubre de 1878 fue aprobada la creación del término municipal de Viñales, quedando fundado de manera oficial el primero de enero de 1879.
El primer alcalde fue Jaime Palacios Blanco, la primera escuela mixta se establecería ese propio año 1879, creándose las juntas de Instrucción y de Sanidad, el abasto de agua potable se garantizaba de un pozo público mantenido bajo control por el Ayuntamiento y en 1883 fue instalado el telégrafo. La iglesia se comenzó a construir el 20 de febrero de 1880 y se terminó en 1883, dedicándosela al Sagrado Corazón de Jesús y su primer párroco sería Francisco Revuelta. Para el año 1882 en Viñales se contaban unos 10 132 habitantes.
EL FERROCARRIL DEL NORTE DE VIÑALES Y EL CULTIVO DEL TABACO
También favoreció el auge económico de la zona el desarrollo que tuvo el Puerto La Esperanza, habilitado desde el 11 de marzo de 1881 como tal, ya que a través de él se realizaba el comercio con la capital del país y otras regiones, así como el transporte de pasajeros, pues resultaba más fácil hacerlo por vía marítima que por Pinar del Río, razón por la que varios hacendados de la región deciden formar una sociedad con la idea de construir una línea férrea de vía estrecha, otorgándosele a don José Gabriel Carranza el nueve de marzo de 1882 la concesión del llamado Ferrocarril del Norte de Viñales, comenzando en ese propio año la construcción de esta compleja obra con 24 kilómetros de extensión, terminándose el primer tramo de Puerto La Esperanza a Dolores, en 1887 y en 1888 los mayores esfuerzos se concentraron en prolongarla hasta Viñales con el propósito de inaugurarlo para fines de abril de 1889. Las dos locomotoras utilizadas fueron de fabricación inglesa y alemana, realizándose un viaje de ida y vuelta diario en combinación con la línea de vapores de la costa norte integrada por el Tritón, Guaniguanico y Guadiana.
El fin de este ferrocarril se produjo en 1895, como consecuencia de los daños provocados por un huracán en la noche del 30 de septiembre al primero de octubre, que destruyó varios puentes y gran parte de la vía férrea, decidiéndose que no sería conveniente asumir las reparaciones por ser muy costosas y no contar con los recursos necesarios.
LA GUERRA NECESARIA EN EL TERRITORIO
La participación viñalera en el movimiento conspirativo de la Guerra Necesaria se manifestó con la detención de José Azcuy al regresar de Cayo Hueso a La Habana con el propósito de sublevarse en Viñales; la conspiración en la zona del Rosario por Antonio Azcuy; los viajes a La Habana de Nemesio Azcuy (hermano de Adela Azcuy) y su vínculo con el general Julio Sanguily y el comandante Enrique Collazo, así como las relaciones directas de Julio César García Labrador y José Azcuy con Juan Gualberto Gómez.
El ocho de enero de 1896 llegó a territorio pinareño el contingente invasor dirigido por Antonio Maceo y el 13 de ese propio mes, procedente de La Palma, arribó a la zona de Viñales, acampando en el lugar conocido por La Cañona en Laguna de Piedra, para continuar el 15 hacia Pinar del Río pasando por Pilotos. En varias ocasiones incursionó por el territorio viñalero, acampando el 26 de enero de 1896 en el valle de Santo Tomás, sitio en el que permaneció con su tropa por dos días, para encaminarse el 29 rumbo a Pilotos.
Para evitar el paso de los mambises el gobierno español había diseñado y construyó en 1896 un sistema defensivo con una trocha militar desde La Esperanza hasta los límites con Pinar del Río, con fuertes o fortines ubicados a 200 metros uno del otro y modernos medios de comunicación para aquella época que hacían de la llamada trocha de Viñales una de las más sólidas de las existentes en el país, a lo cual se debe agregar que muchos de los habitantes de este territorio se ofrecieron como voluntarios para combatir a los mambises, por lo que José Miró Argenter llegó a plantear “…los hombres de aquella comarca eran enemigos jurados de la libertad, tenían la carabina y la canana junto al apero de labor, de la misma mata del plantío brotaba el escopetazo traicionero…”, y agregó: “…La famosa trocha de Viñales… no tan cacareada como la de Mariel,… era sin embargo mucho más temible que la línea militar oriental en orden a los combates efectivos”.
El cuatro de octubre de 1896 sostuvo Maceo el combate de Ceja del Negro que duraría unas 13 horas y la lucha por defender cada pulgada de terreno se mantuvo durante todo el día hasta que al atardecer, después de destruir los fuertes de Murguía y La Cachurra, logra tomar por asalto a Loma Blanca, con un resultado de unas 260 bajas para el Ejército Libertador (entre muertos y heridos en combates), mientras que las pérdidas enemigas se estimaron en unos 500, incluyendo el batallón de voluntarios que fue prácticamente aniquilado, razón por la cual esta acción combativa ha sido considerada una de las más sangrientas de esa guerra en Pinar del Río.
ADELA AZCUY LABRADOR, LA VIÑALERA CAPITANA DEL EJÉRCITO LIBERTADOR
Gabriela de la Caridad Azcuy Labrador (1861 – 1914) se incorporó al Ejército Libertador el 10 de febrero de 1896, uniéndose a las fuerzas de Miguel Lores en la zona de Gramales, a las órdenes del brigadier Antonio Varona afrontando muchas dificultades por su condición de mujer.
No se conoció otro caso de mujer que haya mandado tropas de hombres como lo hiciera la patriota viñalera, y así lo demostró en los 49 combates en los que participó, destacándose en Loma del Toro, Cacarajíca, Montezuelo y Tumbas de Estorino, todos bajo el mando del lugarteniente general Antonio Maceo.
Sobresalió por su extraordinario valor y audacia en las acciones del cuatro de octubre de 1896, como parte del combate de Ceja del Negro, por lo que el 12 de junio de 1896 el general de brigada Pedro Díaz, jefe de la Primera División del Sexto Cuerpo, la ascendió al grado de capitana, siendo ratificado este nombramiento el primero de diciembre por Antonio Maceo.
Con fecha 21 de octubre de 1896 se había dictado el Bando de Reconcentración por el general Valeriano Weyler para que todos los campesinos fueran internados en los poblados y fortificaciones para impedir que prestaran ayuda o se unieran a los insurrectos cubanos. En Viñales solo hubo reconcentración en la zona de Puerto Esperanza con familias procedentes de Baja, Mantua y Guane fundamentalmente, en condiciones de vida pésimas al ser ubicados en barracas, recibiendo escasa alimentación y sometidos a una fuerte vigilancia, razón por la que entre el hambre y las enfermedades provocadas por esta situación muchos encontraron la muerte.
ETAPA NEOCOLONIAL
Al finalizar la guerra del ‘95, Viñales estaba considerado entre los municipios más ricos de Pinar del Río, con un nivel de su economía que fue en descenso cuando empezó la recuperación de los restantes territorios.
El cultivo del tabaco, al igual que todo el de la zona de Vueltabajo, era muy cotizado en el mercado de New York, por lo cual entre 1928 y 1934 se abren nuevas escogidas en las zonas del Llano de Manacas, Merceditas y San Cayetano, garantizando en ellas empleo temporal a un gran número de personas que trabajaban por un mísero salario.
En las tres primeras décadas del siglo XX tendría como principales producciones el cultivo del tabaco, la pesca, la ganadería y los frutos menores.
En esta etapa fueron entregadas 24 concesiones para la explotación de yacimientos de cobre, hierro y manganeso, además de comenzar a desarrollarse de forma efímera la actividad turística cuando fue construida una edificación de madera que se destinó para hotel y balneario de aguas medicinales, existiendo al frente un bungalow propiedad de Gustavo Porta, dueño de San Vicente, quien decidió en 1947 agregar 19 nuevas habitaciones, una piscina y el restaurante cocina para el uso turístico.
El servicio de agua empezó a brindarse en 1902, abasteciéndose de un arroyo pequeño propiedad del comerciante Gerardo Mier, que beneficiaba solamente a 20 o 30 casas y en Puerto Esperanza el pueblo se abastecía de un tanque construido en 1875 por Juan Ferrer Nicolau y que tenía pésimas condiciones higiénicas por estar a la intemperie.
En 1910 se termina la carretera que une a San Cayetano con Viñales y Pinar del Río y en 1919 fue implantado el servicio telegráfico ordinario, mientras que el eléctrico se inició en 1914 al construirse una planta hidroeléctrica en San Vicente para utilizar las aguas del río del mismo nombre en la obtención de electricidad. Esta planta daba servicio a Viñales, Puerto Esperanza, San Cayetano y La Palma.
En la etapa del ‘23 al ‘40, Pilar Mateus le compró a un estadounidense el hotelito ubicado en terrenos propiedad de Gustavo Porta en San Vicente, quien por demás en 1928 construyó el balneario Rancho San Vicente y muy cerca de allí, en un lugar conocido por Cueva del Indio, se construyó por Juan Díaz Machín una bodeguita y una fonda que tendría gran aceptación por los transeúntes.
En los primeros años de la década del ‘30 surgió en los Cayos de San Felipe la leyenda de los acuáticos con Antoñica Izquierdo, quien afirmaba que curaba con agua, algo en lo que se empecinó después de lograr bajarle la fiebre a su hijo de dos años de edad, pues no tenía dinero para llevarlo al médico y en su desesperación expresó que el ocho de enero de 1936 tuvo una revelación de la virgen María concediéndole cualidades para la prestación de estos servicios “milagrosos”.
De esta manera, la campesina que pertenecía a una familia con tradición de curanderos en la zona, comenzó a tejer una leyenda muy singular cuando la noticia corrió por toda la provincia y llevó al lugar a miles de personas que buscaban solución para sus males, llegando a convertirse en líder natural en la región.
La aceptación que tuvo en la población Antoñica Izquierdo fue tal que muchos médicos perdieron sus pacientes, por lo que se quejaron a las autoridades y fue arrestada por primera vez en 1936; más tarde fue puesta en libertad, pero al continuar las actividades oscurantistas fue detenida nuevamente e internada en un reclusorio para enfermos mentales en diciembre de 1938 donde falleció el primero de marzo de 1945.
Las escuelas eran muy escasas y faltaban maestros. De una población en edad escolar de 15 510 en 1899 solo estudiaban 344; en 1907 de unos 10 156 lo hacían solamente 943 y en 1919 de 7 890 asistían a la escuela 1 099. En 1911 ocupó el cargo de secretaria en la Junta de Educación Adela Azcuy Labrador, quien consiguió que las 17 escuelas del territorio tuvieran nombres de patriotas cubanos.
En la cultura comenzó a destacarse Benito Hernández Cabrera, más conocido por Benito el viñalero y considerado como el máximo exponente de la décima campesina en el territorio, y en las artes plásticas la figura más sobresaliente en esta etapa sería el pintor Ibrahím Delgado Cruz, quien estudió en la Escuela Taller de Artes Plásticas de Pinar del Río y se graduó de profesor en dibujo y pintura desarrollando su inspiración como paisajista.
También se inspiraron en la belleza de los paisajes de Viñales otros artistas como Domingo Ramos Enrique (natural de Güines), quien tuvo el privilegio de haber sido el primero en dar a conocer al mundo las extraordinarias bellezas naturales de este lugar, cuando exhibió un cuadro de grandes dimensiones del valle en la exposición Un siglo de progreso, celebrada en Estados Unidos, mientras que Pedro García Valdés describió con palabras los encantos del Valle de Viñales y por la calidad del escrito fue transmitido por las principales emisoras radiales de ese país.
En el deporte seria Ángel García Delgado (Parquito) la figura más relevante en el atletismo (200 y 400 metros, así como, en los relevos de 4×100 y 4×400), siendo la etapa de 1940 a 1955 la de mejores resultados deportivos con su participación en los Juegos Centroamericanos y del Caribe con sede en Barranquilla en 1946, Guatemala en 1950 y México 1954.
En 1946 asume de alcalde Juan Miguel Vara, quien trató por todos los medios de ganarse la simpatía del pueblo viñalero, solucionando algunas de las dificultades que existían y entre las obras realizadas se encuentran la construcción del pozo para el agua del pueblo, la reparación de las calles y la reparación de la carretera al cementerio que estaba intransitable.
Después del golpe de Estado, el 10 de marzo de 1952, se agravaron todos los males, siendo el desempleo el que más perjudicó a la población en Viñales y en consecuencia muchas personas tenían que emigrar a otros municipios para trabajar en los cortes de caña.
En 1954 se realizó por Antonio Núñez Jiménez la primera expedición a la Gran Caverna de Santo Tomás, considerada la de mayor extensión en Cuba (más de 50 kilómetros de galerías cartografiadas) y con descubrimientos paleontológicos y espeleológicos importantes.
El Comité Todo por Viñales se fundó en 1956 como un movimiento cívico con el objetivo de contribuir al desarrollo social del pueblo y entre las principales obras que realizaron se incluyeron la construcción de las aceras del pueblo y el parque frente a lo que hoy es la Casa de Don Tomás, el mirador del silencio en los altos del cementerio y se estableció el Día del Viñalero Ausente, entre otras.
El cinco de agosto de 1952 fue creado el primer grupo revolucionario asesorado por la Juventud Ortodoxa y el 24 de febrero de 1956 se hizo pública la creación del Directorio Revolucionario, en el cual se agruparon estudiantes, profesores y trabajadores en el lugar conocido por Llanos de Manacas, organizados por Celso Maragoto. El 18 de julio de 1956 fue creado el Movimiento 26 de Julio, con la presencia por la dirección nacional de Pepe Suárez y Gustavo Ameijeiras.
Varios viñaleros se incorporaron al Frente Guerrillero de Pinar del Río, creado el 26 de julio de 1958 bajo las órdenes del comandante del Ejército Rebelde Dermidio Escalona.
ETAPA DE LA REVOLUCIÓN
El triunfo de la Revolución marcó el inicio de profundos cambios en Viñales, razón por la cual con la creación del Ministerio de Recuperación de Bienes Malversados el 14 de enero de 1959 se realizó el primer acto de confiscación en la provincia contra la Compañía Ganadera S.A., propiedad de Alberto Vadia en Puerto Esperanza, donde tenía 350 caballerías de tierra y 500 cabezas de ganado vacuno, caballos y otros animales, ocurriendo por demás el primer choque del pueblo con la contrarrevolución cuando los guardias de la referida compañía opusieron resistencia armada a los representantes del pueblo, mientras que la Primera Ley de Reforma Agraria que beneficiaría a 814 campesinos viñaleros, comenzó a ser aplicada el 27 de mayo de 1959, con la entrega de los títulos de propiedad de la tierra a 80 campesinos de los Jazmines y el Valle.
Los momentos del líder histórico de la Revolución cubana, el Comandante en Jefe Fidel Castro y sus emotivos encuentros con los campesinos del municipio tienen su mayor trascendencia a finales del mes de agosto de 1959 con el recorrido que realizara en compañía del capitán del Ejército Rebelde Antonio Núñez Jiménez y de Celia Sánchez Manduley por la Gran Caverna de Santo Tomas, Los Jazmines, San Vicente, Valle Ancón, El Rosario y Puerto Esperanza, ocasión en la que orientó la construcción de varias instalaciones para el turismo (hotel Los Jazmines, motel La Ermita y el Mural de la Prehistoria) y verificó la marcha de las obras que había indicado para las comunidades campesinas El Moncada, Valle Ancón y El Rosario.
El 23 de enero de 1960 y con la presencia del máximo líder de la Revolución se entregaron los títulos de propiedad de la tierra a campesinos del El Rosario, que habían sido desalojados brutalmente de sus tierras en los primeros años de la década del ‘40.
La creación de la primera milicia campesina de Cuba, conocida por Los Malagones, se considera entre los acontecimientos históricos de mayor trascendencia en la historia de Viñales.
Por indicaciones de Fidel recibieron una preparación militar en el campamento de Managua bajo las ordenes de Guillermo García y al concluir el entrenamiento se les ordenó capturar en 90 días una banda de prófugos de la justicia revolucionaria que operaba en aquella zona, momento en el que Fidel les dijera “Si ustedes triunfan, habrá milicias en Cuba” y cumplieron aquella primera misión en apenas 18 días.
Como consecuencia de este acontecimiento fueron creadas, por Fidel, las Milicias Nacionales Revolucionarias el 26 de octubre de 1959.
En 1960 se formó, en Viñales, el primer batallón de milicias por Manuel Núñez León con 528 hombres, cuyo Estado Mayor radicaba en El Rosario y entre las principales misiones cumplidas estuvo la captura del alzado Clodomiro Miranda en las lomas de Cinco Pesos en Bahía Honda y la vigilancia contante de la costa norte en la provincia.
Como resultado de la estrategia diseñada para darle solución progresiva a los principales problemas que perjudicaban a la población fueron edificadas viviendas en las comunidades de El Moncada y El Rosario, con sus respectivos centros escolares y otros servicios para beneficio de sus pobladores.
El 20 de mayo de 1960 se inauguró el hotel Los Jazmines y en el año 1963 se terminó la primera etapa del Mural de la Prehistoria.
La Campaña de Alfabetización se organizó en el territorio de manera tal que el 18 de noviembre de 1961 se declaró el municipio territorio libre de analfabetismo.
El seis de julio de 1973 un grupo de productores campesinos deciden la integración de sus tierras para la creación de la cooperativa de producción agropecuaria (CPA) República de Chile en la zona conocida por Laguna de Piedra, quedando integrada por 166 socios para trabajar entre todos 43 caballerías de tierra, de las cuales solo 27 estaban aptas para la producción agrícola y en la que nueve estaban dedicadas al cultivo del tabaco, mientras que las 18 restantes serían para las producciones menores.
El 31 de mayo de 1977 y con la presencia de Fidel fue inaugurada la comunidad República de Chile, teniendo en cuenta que ya los campesinos de la CPA habían creado la infraestructura socioeconómica de la comunidad.
En esta etapa se emprendieron importantes obras para el desarrollo económico y social del territorio, dentro de las que se destacan la construcción del policlínico comunitario, la unidad de Higiene y Epidemiología, el estadio de pelota en Puerto Esperanza, los acueductos de la comunidad El Rosario y de la cooperativa República de Chile, la remodelación de Puerto Esperanza, la instalación del alumbrado público de mercurio y el asfaltado de calles en varios asentamientos poblacionales, se construyeron más de l00 viviendas y varios edificios multifamiliares, se puso en funcionamiento la minihidroeléctrica de San Vicente y se construyó la Esbec Valle Ancón.
El dos de diciembre de 1984 en la comunidad El Moncada se fundó, por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, el Centro Nacional de Entrenamiento Espeleológico, conocido también como Escuela Nacional de Espeleología, en tanto que el cinco de junio de 1989, coincidiendo con las celebraciones por el Día Mundial del Medio Ambiente fue declarada como Monumento Nacional la Gran Caverna de Santo Tomás.
Iniciada en octubre de 1975, la Operación Carlota permitió que 1 059 jóvenes viñaleros dieran muestras de su heroísmo cumpliendo con misiones internacionalistas, ofrendando sus vidas 13 de ellos, cuyos restos mortales fueron trasladados hasta el municipio como parte de la Operación Tributo.
Durante el llamado periodo especial, los habitantes del territorio también enfrentaron todas y cada una las limitaciones y consecuencias, entre ellas la disminución del ritmo de importantes actividades económicas, por lo cual sufrieron serios daños las producciones agropecuarias, la rehabilitación de viviendas y se agudizaron las limitaciones de recursos vitales en el sector de la salud, la educación, la cultura y el deporte, no obstante, se lograron mantener con cierta estabilidad los principales indicadores en todos y cada uno de estos sectores, con incidencia muy sensible en la vida de nuestra población.
A partir de 1992 el territorio fue dividido en siete consejos populares (Viñales, Puerto Esperanza, El Moncada, Playuelas, Republica de Chile, San Vicente y Los Jazmines).
El 15 de mayo de 1996, con la presencia de Fidel, fue reinaugurado el campismo Dos Hermanas con el Museo de la Prehistoria donde se exponen objetos y varias réplicas de piezas relacionadas con las evidencias de restos fósiles de dinosaurios marinos en territorio de Viñales hace millones de años.
Por iniciativa del General de Ejército Raúl Castro y atendiendo a la petición que le hiciera el viejo Leandro Rodríguez Malagón, surgió la idea de construir un complejo escultórico-monumentario, ubicado en los exteriores de la Gran Caverna de Santo Tomás, en la comunidad El Moncada, para rendir homenaje a los primeros 12 milicianos de Cuba y a los 549 combatientes cubanos que ofrendaron sus vidas en la lucha contra bandidos y el tres de noviembre de 1999 fue inaugurado el Memorial a los Malagones, considerándose desde ese momento el 18 de octubre como el Día de los Combatientes en la Lucha contra Bandidos.
En Viñales se preservan manifestaciones culturales muy criollas que integran el patrimonio inmaterial como la décima campesinas, las improvisaciones en canturías o guateques y los instrumentos musicales típicos, las narraciones orales, las fiestas populares y la artesanía utilitaria.
Los daños provocados por varios huracanes en el territorio en los primeros años del siglo actual no han mermado la voluntad de resistencia que siempre ha caracterizado a todos y cada uno de sus pobladores.
Además, ha continuado la activa participación de los viñaleros en las diferentes misiones de colaboración en las esferas de la salud, la educación, las ciencias y el deporte; en la búsqueda del incremento sustancial y necesario de la producción de alimentos, así como el cuidado del medio ambiente unido al desarrollo de una cultura ambiental en los pobladores y visitantes a esta excepcional belleza del paisaje cubano y mundial conocido como Valle de Viñales.
Escrito por: Sección de Base de la Unión de Historiadores en Viñales