Ecomadera Cubana es un proyecto que gestaron trabajadores por cuenta propia (TCP) del municipio de Fomento, en la central provincia de Sancti Spíritus, para la fabricación de lo que han llamado madera plástica, a partir del reciclaje, y ya rebasó el territorio nacional tras la firma de su primer contrato de exportación.
La iniciativa surgió en 2014, cuando sus fundadores, el ingeniero Pavel Sánchez y el licenciado Yoel Torres, empezaron a elaborar el material sintético con desechos de las manufacturas de la cooperativa no agropecuaria (CNA) La Esperanza.
En entrevista concedida a Negocios en Cuba, Sánchez detalla que luego de varios meses de investigaciones y ensayos, el 21 de marzo de 2015 lograron obtener industrialmente el producto con tal denominación, que asumieron como nombre comercial del proyecto.
PRIMERA EXPORTACIÓN Y PROYECCIONES
‘Con la firma de nuestro primer contrato de exportación,a través de la empresa BK ImportExport, el país incorpora a su cartera un producto con alto valor agregado, respaldado en la innovación tecnológica’, asegura.
Las 24 toneladas del material enviadas a la República Dominicana abren un camino de colaboración ante el creciente interés de las naciones del área, afirma.
Una de las proyecciones es consolidar el potencial orientado al exterior con la incorporación de servicios, en respuesta a las solicitudes de los clientes locales e internacionales.
Pasarelas para las dunas, puentes, plataformas, palés, cercas perimetrales y enchape de paredes son algunos de sus principales rubros.
PRODUCCIONES BENEFICIAN AL TURISMO
El proyecto va en ascenso y en la coordinación participan el ingeniero Lenier Díaz y Yoeldys Morales, en una unión donde TCP y empresas estatales del país intervienen en la recolección y el suministro de la materia prima.
Después de ser transformadas en columnas, vigas, viguetas, tablas y otros elementos de madera plástica, acorde con los intereses de los clientes, cobran utilidad en trabajos ejecutados, fundamentalmente, por entidades cooperativas.
Estas obras benefician a diversos sectores de la economía, como el turismo, consolidando un encadenamiento productivo.
Entre las instalaciones hasta donde ha llegado Ecomadera Cubana figuran hoteles del mayor balneario de la isla, Varadero, en la occidental provincia de Matanzas.
Abastecemos también aotros sectores económicos, en particular, en las provincias de La Habana, Matanzas, Villa Clara, Sancti Spíritus y Santiago de Cuba, agrega.
IMPACTO AMBIENTAL
En el país se generan cada año unas 400 mil toneladas de desechos plásticos, según cálculos estimados, mientras que con el reciclaje se recuperan entre cuatro mil y cinco mil toneladas, poco más del uno por ciento del total de residuos de ese origen, explica Sánchez.
¿Adónde va el resto?, pues pasa a contaminar acuíferos y rellenos sanitariospor siglos, amplía.
El procedimiento tecnológico incluye la recolección, la selección del tipo de plástico, la trituración y el lavado. Todas las máquinas que intervienen son artesanales, diseñadas y construidas por innovadores del proyecto.
‘Durante el primer año procesamos unas 14 toneladas, en la actualidad oscila sobre las 500 anuales, y para 2022 nuestra mirada está puesta en llegar a procesar 1 000’, plantea.
En estos años reciclamos una cantidad similar de basura, lo que representa un equivalente a dejar de talar 10 mil árboles, de emitirse mil 500 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera y ahorramos al país unos dos millones de dólares por concepto de sustitución de importaciones, subraya.
Mantenemos estrechas alianzas con centros educacionales e instituciones empeñadas en el cuidado del medioambiente, como la Empresa Nacional para la Protección de la Flora y la Fauna, resalta.
Cada una de las acciones están alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU, y nuestro quehacer tributa al cumplimiento de siete de esos propósitos y al Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta ese año, dice.
(Tomado de Negocios en Cuba)