Respaldar los derechos y el empoderamiento de la mujer está hoy entre las principales acciones del proyecto internacional Construyendo resiliencia costera, desarrollado en comunidades de la región central de Cuba.
El programa que incluye al poblado de Punta Alegre, en el litoral norte de Ciego de Ávila, tiene como objetivo buscar soluciones naturales para la adaptación al cambio climático de esa zona en condición de vulnerabilidad, manifestó la coordinadora de la iniciativa en el territorio, María del Carmen Olivera.
Manifestó que uno de los propósitos es estimular la incorporación de las mujeres a las tareas productivas y su desempeño en funciones administrativas para que puedan demostrar su capacidad en la toma de decisiones y así contribuir al desarrollo local, en aras de mejorar la calidad de vida de la población.
El proyecto, financiado por la Alianza Global para el Cambio Climático de la Unión Europea e implementado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, pretende fortalecer la reducción del riesgo ante desastres a nivel local y adecuar los planes de desarrollo socio-económicos de sectores y el gobierno según las condiciones atmosféricas.
La iniciativa prevé también capacitar a la población con soluciones responsables para lograr un cambio de percepción sobre la figura y el rol de las féminas en la sociedad.
Para ello funciona en la localidad costera avileña el Centro de Creación de Capacidades y de Gestión de Conocimientos Comunitario con el objetivo de promover la equidad de género y acciones puntuales en la colectividad para hacer frente a las adversidades climáticas.
Destacó que entre los efectos negativos más visibles del cambio climático, está la elevación del nivel medio del mar con el retroceso de las líneas de costas, lo que provocará inundaciones y la destrucción del patrimonio natural y constructivo en esa área.
A pesar de la situación epidemiológica existente en la provincia, debido a la Covid-19, en Punta Alegre avanza la rehabilitación de los bosques de mangle en el litoral y la siembra de otras plantas autóctonas por constituir refugio para numerosas especies, teniendo en cuenta que la principal fuente de empleo de la zona es la pesca.