Una imagen casi siempre dice mucho más que mil palabras, por eso voy a ser breve: comenzó la 61 Serie Nacional con presencia de público en los estadios y “medidas” higiénico-sanitarias, dictadas por el Ministerio de Salud Pública, para su desarrollo.
Entrecomillé medidas porque aunque están bien claras, desde la inauguración se ha empezado con el pie izquierdo en su aplicación.
A través de la televisión observamos el “despelote” en Granma el pasado domingo: miles de aficionados en las gradas, lo que equivale a sobrepasar lo dictado, y cito: “Utilizar los estadios al 50 por ciento de su capacidad. Evaluar en cada territorio las condiciones higiénico-epidemiológicas para incrementar el aforo hasta el 70 por ciento donde sea posible”.
Como si la alta cifra de personas en el “Mártires de Barbados” fuera poco, cada vez que las cámaras enfilaban al público se observaba mayoritariamente a personas de todas las edades, incluidos niños, con el nasobuco de corbata.
Además, en el banco de los actuales campeones, muchos de los que allí estaban llevaban la mascarilla baja o simplemente no la tenían, como sucedió con Alfredo Despaigne que, incluso, fue entrevistado sin esa protección.
Para la subserie contra Guantánamo se cuidó no mostrar al público o al menos solo hacerlo con los que sí se protegían y resguardaban a sus vecinos de grada.
En nuestro “Capitán San Luis”, el lente de Jaliosky dejó constancia de parte de lo sucedido en las gradas en el juego inaugural.
El que suscribe este comentario no pudo acudir a presenciar la subserie frente a Isla de la Juventud, pero lo dicho por el fotorreportero y lo observado en las fotos que hizo dan cuenta de que faltó previsión en cuanto a cantidad de público a dejar entrar, porque los aficionados estaban unos encima de los otros, tanto en los pasillos como en las gradas.
Por otra parte, aunque las autoridades le llamaron la atención a algunos de los que llevaban bajo el nasobuco, otros ni se dieron por enterados y quedaron desprotegidos, además de ser un foco de contagio en el caso de que ellos estuvieran contagiados con el SARS-CoV-2. Si queremos que las cifras de casos de COVID-19 desciendan en el país y en la provincia (marcada con números rojos por la cantidad de enfermos) hay que ser más rigurosos en cuanto a aplicar lo dispuesto por Salud Pública para los espectáculos deportivos, esos que llenan de alegría a los aficionados, pero que dadas las condiciones actuales también pudieran llevar dolor a muchos hogares.
Muy de acuerdo con lo planteado en su artículo Edmundo Alemany.
Lo que se vio en todos los stadium con relacion a las medidas sanitarias fue una falta de autoridad total para el cumplimiento en cuanto a las cifras de entradas al público y el no uso del nasobuco por muchos.
Desde luego, si no se controla el límite del 50 % o en algún stadium de acuerdo a la situación epidemielogica el 70%.
Si no se toman medidas será una explosión de contagios, si es que ya en estás 3 series, se note el incremento.
CERO TOLERANCIA.
Gracias