Desde el primero de mayo el hospital Abel Santamaría Cuadrado dispone de una planta generadora de oxígeno, un proyecto que responde a una intención gubernamental a nivel de país de ubicar equipos similares en los más importantes centros asistenciales.
Al momento de su inauguración, José Ángel Portal Miranda, ministro de Salud Pública, precisó que el programa incluye 48 plantas de oxígeno, de las cuales 20 estaban ya en territorio nacional, de ellas ocho instaladas y el resto permanecía en diferentes fases de montaje.
Sobre el funcionamiento de la ubicada en la mayor institución de Salud en Pinar del Río, Guerrillero indagó esta semana.
Con un monto de inversión superior a los 3.3 millones de pesos y otros 500 000 pesos en MLC, el equipamiento, de tecnología China, tiene en realidad dos plantas con capacidad de 30 metros cúbicos cada una.
El doctor Orestes Moya Álvarez, director del “Abel Santamaría”, declaró que se encuentra en la última fase de la puesta en marcha. Ya se limpiaron los filtros, se hizo una primera prueba de pureza y al momento de nuestra visita se realizaba la segunda.
A cargo de este proceso se encuentra la Empresa de Automatización Integral, Cedai, de conjunto con la Empresa de Construcción y Montaje Especializado, ambas de Pinar del Río.
Jorge Rabeiro González, trabajador de Cedai desde hace más de 10 años, explicó que las labores consisten en equilibrar las dos plantas para que lleguen al nivel de pureza de oxígeno que se exige, que es entre un 90 y un 95 por ciento. “Una vez que cumpla esos indicadores se certifica y está lista para llenar cilindros y suministrar al hospital”, indicó.
Puntualizó que desde el propio día de la inauguración están en ello, por lo que ya casi concluyen. Especificó que las tuberías también deben quedar libres de impurezas, por lo que se les pasa nitrógeno, “después se verifica en un laboratorio”.
Rabeiro González agregó que Cedai Pinar del Río ha participado en el montaje de otras plantas similares y los compañeros que han tenido esa responsabilidad brindaron asesoría al resto del equipo para poder acometer las labores en el “Abel Santamaría”.
BENEFICIOS DE LA PLANTA
Moya Álvarez destacó que contar con la planta generadora es un gran paso de avance, porque en primer lugar el hospital es el principal consumidor de oxígeno medicinal de Pinar del Río, y estos equipos están diseñados para funcionar en emergencia.
“En momentos así vamos a trabajar con autonomía. Solo dependeríamos del aire ambiental y de la electricidad. Nosotros contamos con un respaldo de la OBE y, además, tenemos dentro de la institución cuatro grupos electrógenos que abastecen el ciento por ciento de nuestras necesidades.
“Con el funcionamiento de la planta descongestionamos la provincia, le quitamos el principal consumidor, que oscila diariamente entre 800 y 1 200 litros de oxígeno, y esta planta tiene capacidad para ello”.
Agregó que siempre va a existir un excedente que se puede envasar en botellones para ser entregado a otras instituciones de Salud, pues la planta tiene dos compresores de llenado con seis posiciones cada uno.
En total 12 cilindros al unísono pueden llenarse y ser transportados a otras entidades que lo necesiten, “pues la producción de oxígeno se conduce de frente al sistema de gases medicinales que tenemos en el hospital; aquí no hace falta embotellarlo, él pasa directo al sistema de gases medicinales central del que disponemos”, aclaró.
EL RECUERDO DE LA CRISIS
Aún el doctor rememora los meses de agosto y septiembre de 2021, cuando en pleno pico pandémico la principal planta productora de oxígeno líquido del país sufrió una avería y hubo un incremento de los pacientes, sobre todo con enfermedades respiratorias.
La dirección del centro adoptó un grupo de medidas para utilizar de manera eficiente el oxígeno del que se disponía. “Entre ellas estuvo la revisión de todo el sistema ingeniero proveedor del oxígeno medicinal para que no existieran salideros y así ahorrar este medicamento, porque el oxígeno es un medicamento y es vital. Repasamos también los protocolos para su uso y para la ventilación. En la crisis siempre usamos el Flujo Inspiratorio de Oxígeno Mínimo Imprescindible para el paciente, de manera que se asegurara la ventilación adecuada para cada uno”, explicó el director.
En el mes de septiembre se les informó que el país importaría un grupo de plantas productoras de oxígeno. “Ahí designamos el lugar en el que la íbamos a hacer, empezamos el movimiento de tierra y la fundición de una losa que lleva un tipo de hormigón especial debajo. Tuvimos que detener la construcción civil en un momento porque por el volumen y el peso del equipamiento había que montarlo con una grúa subiéndolo por el techo; una vez que llegó se diseñó una operación entre Cedai, el Micons, la ECME y el propio hospital y continuó el proceso de montaje de las dos plantas, cada una con una capacidad de 30 metros cúbicos”.
Destaca Moya Álvarez la dedicación y seriedad con que estos organismos asumieron las labores de construcción y montaje, justo desde el primer día que les fueron asignadas.
El compromiso de entrega fue para el Día Internacional de los Trabajadores y se logró. Una vez certificada será operada por la Empresa de Gases Industriales, que es la encargada también de operar la bala criogénica de oxígeno líquido con capacidad de 14 000 litros que hoy abastece al hospital.
Al respecto, el director precisó que siempre van a tener un banco auxiliar de oxígeno y cuando la COVID-19 crearon otras tres posiciones auxiliares dentro de la institución para proteger las terapias, los salones de operaciones y la sala de neonatología.
“Ahora contaremos igualmente con la bala criogénica, el banco auxiliar y la planta”, concluyó. Los esfuerzos del país para proteger las instituciones de Salud a pesar de las limitaciones económicas son palpables. Lo más importante será siempre la salud de cada cubano.