Antiguamente cuando a un niño se le presentaba espasmos del diafragma y se omitía el jipido “hip”, los adultos decían: “Ponte un hilo en la frente”, quizás era una forma para que se relajara, pues el hipo puede ser causado por estrés o ansiedad, ya que en ocasiones los estados de angustia pueden ser el motivo.
Aunque también existen otras causas que lo provoquen: comer de prisa o sin masticar correctamente los alimentos, pero lo cierto es que lo correcto es darle a beber un vaso de agua mientras se les tapan los oídos.
El hipo nos acompaña desde el vientre materno y es común en los recién nacidos, especialmente después de lacta, por eso hay que velar que el pequeño no esté ansioso ni dejar que trague aire a la hora de alimentarse.
En los adultos el hipo se debe en ocasiones a la ingesta de comida abundante, bebidas alcohólicas o gaseosas, o una emoción repentina. En algunos casos, el hipo puede ser el signo de una enfermedad no diagnosticada. Para la mayoría de las personas, un ataque de hipo suele durar solo unos minutos. En raras ocasiones, el hipo puede persistir durante meses. Esto puede ocasionar adelgazamiento y agotamiento.
Se dice que un hombre llamado Charles Osborne tuvo hipo durante 69 años, al que no le bastó remedio casero alguno durante todo ese tiempo deshacerse del odioso hipo crónico y aunque este no tiene una causa clara, se plantea que el uso de medicamentos o una afección médica podrían ser los responsables.
Aunque el hipo crónico se puede diagnosticar, encontrar una posible causa subyacente puede tomar tiempo y no siempre es posible.
Como se conoce, el hipo son contracciones involuntarias del diafragma, el músculo que separa el pecho del abdomen y que tiene un papel importante en la respiración. A cada contracción le sigue un cierre repentino de las cuerdas vocales, lo cual produce el característico sonido.
El hipo puede deberse a una comida abundante, bebidas alcohólicas o gaseosas, o una emoción repentina. En algunos casos puede ser el signo de una enfermedad no diagnosticada, pues puede estar acompañado de una sensación leve de tensión en el pecho, el abdomen o la garganta.
La causa puede estar relacionada también por infección en el sistema nervioso central: accidente cerebro vascular, lesión cerebral traumática, encefalitis, tumores, entre otros padecimientos o incorrectos hábitos de vida como es el alcoholismo, tomar bebidas con gas o mascar goma.
El hipo persistente puede interferir en la alimentación, el sueño y el habla de las personas que lo padecen.
Existen remedios caseros cuando el hipo es agudo
Como es estornudar o toser; dar un golpe en la espalda; flexionar las rodillas sobre el tórax, chupar algún cítrico, aguantar la respiración por varios segundos, entre otros. El hipo crónico es el hipo que dura más de 48 horas y puede tener un impacto grave en la vida diaria. Vivir con la afección puede ser muy estresante, causando ansiedad e interrumpiendo las rutinas normales. Por esta razón, mantener una buena salud mental y física es esencial.