Los utilizamos para compartir contraseñas, obtener información de un contacto, ver el menú de un restaurante, para pagar, acceder a una página web, ver imágenes y mucho más. Los códigos QR llevan años estandarizados y han tenido una gran acogida por su facilidad de uso. Hoy en día, en la mayoría de los casos, solo hace falta abrir la cámara del teléfono inteligente y enfocar al lector para acceder al contenido registrado en ese pequeño ícono cuadrado.
Su acrónimo, QR, responde a la expresión en inglés quick response, y es una evolución de los tradicionales códigos de barras que se patentaron por primera vez en 1952, aunque no se usaron hasta 1966: hace 57 años. El primer código QR se creó hace casi tres décadas, en 1994.
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Denso Wave, una empresa japonesa especializada en la producción de componentes para vehículos, fue la creadora de los códigos QR. Es una subsidiaria de Toyota. Diseñaron el código QR con el objetivo de rastrear vehículos y piezas en la cadena de producción de forma parecida a como UPS rastreaba sus paquetes.
La tecnología Quick Response se basa en el MaxiCode, un sistema creado en 1992 por United Parcel Service (UPS, por sus siglas en inglés), que tenía como objetivo permitir almacenar más datos y que estos fueran más fáciles de leer.
El responsable de la creación del código QR fue el ingeniero japonés Masahiro Hara, que buscó una alternativa a las muchas limitaciones de los códigos de barras. Estos últimos, por ejemplo, almacenan muy pocos datos, lo que obliga a los empleados a escanear varios códigos de barras seguidos para obtener la información completa. Tras varias investigaciones, Hara se dio cuenta de que el formato ideal del código QR y el necesario para que las máquinas pudieran detectarlo era una proporción de 1: 1: 3: 1: 1*. Esto permitía a los escáneres leer la etiqueta en cualquier dirección.
Además, para que el código QR funcionara correctamente se diseñó patrones que hoy en día siguen siendo imprescindibles. Uno de ellos es el patrón de alineación que se usa para determinar la posición. También tienen un código de corrección de errores. Este permite a los escáneres leer el código correctamente si hay algún elemento tapado o dañado.
Usa tu QR
Con el proceso de bancarización iniciado en Cuba, es cuestión de tiempo para que los QR sean uno de los estándares más empleados. A fin de cuentas, al emplear nuestras pasarelas de pago, Transfermóvil y EnZona, es sencillo si escaneamos un código para efectuar un pago.
Por ejemplo, el proceso de hacer una transferencia de efectivo se simplifica sobremanera con un QR. ¿Cómo hacerlo? En Transfermóvil, ingresa al menú lateral (las tres barras horizontales en la esquina superior izquierda), y busca en la sección de Bancos el apartado Mis cuentas. En esa pantalla puedes introducir una tarjeta o cuenta bancaria en pocos pasos, con el símbolo de + que aparece al final. Rellenas los campos y estos se quedarán guardados.
La tarjeta quedará registrada con el «Alias» que decidas al llenar los datos. Si tocas sobre la tarjeta, se despliegan otros botones y entre ellos podrás apreciar el inconfundible QR. Si pinchas sobre ese ícono, se despliega el código que puede ser escaneado por otra persona y completar la transferencia en solo unos pasos.
Siempre seguro
Los códigos QR son seguros cuando son creados con fines benignos, pero también pueden esconder trampas.
Lo primero es ser precavidos al escanear cualquier código QR. Toma en cuenta que el QR esté ubicado e identificado de forma debida en los establecimientos comerciales, especialmente para realizar pagos.
Si es otro el QR, digamos, pegado en un papel en un poste, verifica que el enlace sea legible antes de acceder, y que la dirección web a la que apunta no sea sospechosa.
Es igual de importante preferir el uso de enlaces que tengan https en su dirección, y no el inseguro http; aunque en Cuba, por diversas cuestiones, puede encontrar todavía servicios oficiales en http, una asignatura pendiente y que es impostergable resolver por las autoridades competentes, especialmente en tiempos de bancarización.
Aplicaciones para usar QR
De serie, los teléfonos inteligentes modernos con sistema operativo Android e iOS incorporan en sus cámaras un lector de código QR. Basta con acercarlos a uno de estos y se activa.
Sin embargo, algunos modelos con capas de Android personalizadas, como muchos Xiaomi, un smartphone ampliamente extendido en Cuba, no lo tienen de fábrica. En el caso de esta marca, entre sus herramientas cuenta con una aplicación para la lectura de códigos QR.
Si tiene un celular de otra marca y no cuenta con lector de códigos, ingrese en la Google Play Store y en el cuadro de búsqueda escriba QR. Son múltiples los resultados. Por ejemplo, publicaciones especializadas recomiendan Escáner QR de Trend Micro, aplicación que además de leer códigos los analiza para saber si los enlaces son seguros.
Cómo crear un QR
Además de los códigos QR que generan las pasarelas de pago y pueden ser empleados por los dueños de negocios para cobros electrónicos, si tiene necesidad de crear uno con otro fin, existen herramientas en línea que permiten hacerlo de manera sencilla.
Sitios web como es.qr-code-generator.com; www.qrcode-monkey.com y goqr.me posibilitan la generación de un código QR personalizado mediante el cual es posible compartir enlaces, texto o imágenes con solo unos clics.
Como puede apreciar, el código QR es vital en esta era digital, y su versatilidad puede ser ampliamente explotada para hacer la vida más fácil.
Nota: *El formato 1: 1: 3: 1: 1 de un código QR se refiere a la proporción de los módulos negros y blancos que forman los patrones de detección de posición en las esquinas de este. Esos patrones permiten al lector identificar la posición, el tamaño y la orientación del código QR, y facilitan la lectura a alta velocidad.