La víspera una tromba marina azotó el este de La Habana, el fenómeno meteorológico no causó daños en las personas, y hasta el momento se reportan dos viviendas con afectaciones. Les ofrecemos información sobre este peculiar fenómeno.
La tromba marina es un concepto desconocido para gran parte de la población. Se trata de un torbellino que ocurre sobre un cuerpo de agua, usualmente conectado a una nube cumulonimbus. Por sus características, pueden dividirse en dos tipos: tornádicas y no tornádicas. Como su nombre lo indica, las primeras son tornados, formados sobre el agua o formados en tierra y que pasan posteriormente al medio acuoso, mientras que las segundas, aunque son parecidas en apariencia, no son tornados.
Las trombas tornádicas son tornados sobre el agua, cuya formación depende de la existencia del denominado mesociclón, un sistema de baja presión en la escala de dos a 10 km, que se forma dentro de una tormenta eléctrica muy severa, organizada y persistente denominada supercelda.
Este tipo de trombas son más raras, por cuanto los tornados en general se forman en los continentes, donde la fuente de calor superficial y los contrastes de masas de aire son mayores. Los daños que produce un tornado son muy severos, por cuanto implican vientos de hasta 512 km/h (F5 en la escala Fujita).
Las trombas no tornádicas no están asociadas a la tormenta del tipo supercelda y son mucho más comunes que las tornádicas. En general se forman bajo la base de grandes cúmulus o de cumulonimbus y su severidad rara vez excede el tipo F0 en la escala de Fujita (menos de 116 km/h), aunque representan de cualquier manera un riesgo serio para la navegación.
Escalas de medición
Existen varias escalas diferentes para clasificar la fuerza de este fenómeno. La escala Fujita-Pearson es la que los evalúa según el daño causado, y ha sido reemplazada en diversos países por la escala Fujita mejorada, una versión actualizada de la anterior. Un tornado F0 ó EF0, la categoría más débil, causa daño a árboles pero no a estructuras, uno de nivel F5 o EF5, la categoría más fuerte, arranca edificios de sus cimientos y puede producir deformaciones estructurales significativas en rascacielos.