El Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres (PAM) en Cuba es la muestra explícita del Gobierno Cubano de desarrollar políticas en favor del desarrollo de las féminas, una contribución en aras de lograr la igualdad de género en el país, lo cual ha sido, sin dudas, parte de la voluntad de la Revolución desde sus inicios.
Dentro de sus áreas estratégicas de implementación está la salud sexual y reproductiva, de ahí que el sector de la Salud sea esencial en el PAM, tanto para sus mujeres trabajadoras como para las del resto de la sociedad que llegan hasta el sistema.
Por ello, el programa incluye dentro de sus objetivos principales el de cohesionar y sistematizar esfuerzos en la capacitación y acción de todos los involucrados en la realización del Programa de Maternidad y Paternidad; perfeccionar y promover el programa de educación sexual para niños, adolescentes y jóvenes, y reforzar la atención al trabajo educativo-preventivo con las familias, para reducir las relaciones sexuales precoces, el embarazo en la adolescencia y el aborto.
También acoge dentro de sus propósitos fortalecer la perspectiva de género y los derechos sexuales en todos los programas de Salud, en general, y en especial, en los de salud sexual y reproductiva, incluidas la reproducción humana asistida y las relativas al cambio anatómico del sexo.
A partir de estos preceptos, las consultas de planificación familiar en cada uno de los municipios del país, las de reproducción asistida, el Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) en toda su amplitud, y el funcionamiento de los comités de género en las instituciones sanitarias resultan esenciales en la implementación del PAM.
En este sentido, un camino transitado tiene ya el municipio de Pinar del Río, donde varias consultas garantizan un grupo de facilidades para el desarrollo de la mujer.
UN TERMÓMETRO DE LA SOCIEDAD
A juicio de la licenciada Maicel Torres Porra, jefa de departamento del Servicio de Rehabilitación del policlínico Turcios Lima, y coordinadora del PAM en ese centro, las consultas funcionan como un termómetro, pues sigue recayendo en las mujeres las responsabilidades del hogar, de los enfermos, y una vez que llegan hasta la institución, no solo dialogan sobre las causas que las hacen ir hasta allí, sino de otras problemáticas que las acucian.
“Tenemos un predominio de pacientes mujeres. Atendemos comunidades alejadas como La Coloma, Río Sequito, San Vicente, en las que las condiciones de vida son más difíciles que en la ciudad, y tratamos de apoyar a las muchachas de esas localidades a través del consultorio del médico de la familia; en algunos momentos se han hecho Ferias por la Salud, pero no siempre los recursos nos acompañan”, señaló.
“Las mujeres hoy son guerreras, porque enfrentan muchos más problemas para sacar adelante a su familia, y el servicio de Salud trata de garantizar hasta donde se puede, pero lo más importante es que siempre se encuentra allí ese gesto humano, esa persona que te escucha y orienta”, precisó la joven.
Destacó que el Comité de Género en la institución también funciona como un reloj, pues a lo interno hay mujeres que necesitan apoyo y comprensión. Por ello han logrado que varias compañeras que laboraban como auxiliares de limpieza se superen y trabajen como técnicas de Enfermería, por ejemplo; otras se han beneficiado con plazas para el círculo infantil, acciones que demuestran la atención a la madre trabajadora.
PLANIFICAR LA FAMILIA
La doctora Lázara Medina Martínez, especialista en Medicina General Integral, diplomante en Atención Integral a la Mujer y jefa de la Consulta de Planificación Familiar del municipio cabecera, no tiene mucho tiempo libre.
Hasta su local llegan aquellas familias que pretenden planear cuándo tener un hijo; necesitan ayuda y asesoramiento para evitar un embarazo no deseado, muchas veces por coyunturas económicas y hasta de salud.
Refiere que lo más importante es que el programa funciona desde la base, gracias al trabajo integrado con el consultorio del médico de la familia y las organizaciones de masas.
“Ahí se identifican los casos que tienen riesgo preconcepcional y se labora de forma intencionada con los adolescentes; no obstante, como son menores de edad a las que se les realizarán determinados procederes, se les exige que vengan acompañadas de un adulto tutor”.
Señala la doctora que en el horario de la tarde se intercambia con los adolescentes, y aunque se organiza por área de Salud, nunca se deja de atender a nadie que vaya en busca de orientación e información.
Esta es una faena que tiene como contraparte a Educación, y gracias a los promotores de Salud, se llega hasta las escuelas con temas como el embarazo en la adolescencia, que es una de las grandes problemáticas en la provincia y en el país, y también otros como la anticoncepción y la protección ante enfermedades de transmisión sexual.
Asegura la doctora que no disponen de todos los medicamentos que debían tener en la consulta, pero nunca han estado en cero. “Siempre hemos tenido inyectables, implantes, dispositivos intrauterinos o tabletas; todos al mismo tiempo, muy pocas veces, pero siempre hay con qué tratar a los pacientes”.
El PAMI tiene muchas aristas. Al respecto, Claudia Silva Govea, asesora del programa en el municipio, enfatiza que hoy ostentan resultados satisfactorios, evidencia del quehacer de médicos y enfermeras que respaldan la labor frente a embarazadas y lactantes.
Según su criterio, los esfuerzos tienen que ser dirigidos a potenciar la fecundidad, en correspondencia con las propias bases del Programa de Adelanto de la Mujer, y también a propiciar algunas condiciones de vida a aquellas madres que pertenecen a la política demográfica.
A ellas, dijo, se les vincula a comedores obreros, al Sistema de Atención a la Familia, y se les beneficia con la entrega de recursos a través de Comercio.
Uno de los desafíos, enfatizó, es lograr que todas esas gestantes que tienen riesgo ingresen, y así elevar el índice ocupacional de los hogares maternos. El otro gran reto es reducir los niveles de embarazo en la adolescencia, sobre todo, en muchachas menores, incluso, de 15 años.
En la primera semana de abril, fecha en la que se consultaban las fuentes para este reportaje, el municipio tenía 493 gestantes, de ellas, 50 eran adolescentes.
Señala Silva Govea que existe un incremento en el número de mujeres entre 12 y 19 años que se embarazan, muchas veces de familias disfuncionales o casos sociales, aun cuando no disminuyen las acciones para evitar que tengan relaciones sexuales tempranas.
Sobre este tema, resalta la jefa de la consulta de Planificación Familiar, que es esencial el apoyo de las familias, las cuales, explica, suelen ser muy permisivas, por eso hay niñas con parejas mayores de 30 años asistiendo a su consulta; y otras muy cerradas y negadas al diálogo, justamente el otro extremo, pues no conversan con sus adolescentes sobre salud sexual.
EL SUEÑO DE TENER UN HIJO
Uno de los temas que aborda el PAM es el fortalecimiento de los derechos en los programas de reproducción humana asistida. Bajo sus preceptos trabajan también en la consulta municipal que tiene este propósito.
Denis Pérez González, especialista en MGI, máster en Atención Integral a la Mujer, coordinadora municipal del Programa de Reproducción Asistida y presidenta de la Sociedad Científica Cubana para el Desarrollo de la Familia en el territorio, señala que a partir del nuevo Código de las Familias la consulta dejó de llamarse de atención a la pareja infértil para nombrarse de Reproducción Asistida, y hasta ella llegan las parejas infértiles, consideradas así cuando en un año con una conducta sexual activa no han logrado concebir un embarazo o no lo han podido llevar a término, además de las parejas homoafectivas que desean tener un hijo.
En el primer caso, explicó, se realizan los exámenes de laboratorio y foliculares, espermograma, exudados y se hacen las interconsultas necesarias con especialidades como Endocrinología, Cardiología y Urología, si no se logra concebir el embarazo o aparecen patologías que lo impidan, entonces estas parejas son llevadas hasta la consulta provincial o la territorial en La Habana.
Por su parte, las parejas homoafectivas son dispensarizadas y van directamente hasta la consulta provincial.
Aquellas en las que la mujer está sometida a una esterilización quirúrgica y desea tener otro hijo, son remitidas para la consulta territorial, pues precisan de fertilización in vitro.
No obstante, la consulta, si bien abre puertas a muchas parejas y contribuye al desarrollo pleno de la mujer, no ha estado exenta de limitaciones, fundamentalmente de reactivos para los estudios hormonales.
A estas consultas se suman en el propósito de atender a las féminas, la de atención y seguimiento a infecciones de transmisión sexual y VIH Sida, así como la consulta de interrupción voluntaria del embarazo por regulación menstrual, la cual no puede ser vista jamás como un método anticonceptivo.
Coinciden las doctoras entrevistadas en que es muy importante el trabajo integrador, pues las consultas guardan extrema interrelación y tienen un objetivo común: garantizar niveles de salud óptimos.
La salud sexual y reproductiva es un estado general de bienestar físico, mental y social en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo, fundamental para las personas, las parejas y las familias, así como para el desarrollo social y económico de las comunidades y las naciones. El adelanto de la mujer es un eje transversal en este sentido, y Pinar del Río con su sistema de Salud trabaja también en función de ello.