¿Alguna vez te dijeron que cada mancha blanca que tenías en las uñas eran mentiras que decías? Pues esa era una de las maneras en que algunos adultos instaban a los niños de mi tiempo a siempre decir la verdad.
También existe el mito de que se deben a falta de calcio, por lo que la conducta de los padres casi siempre está encaminada a que el pequeño tome más leche.
La verdad es que el fenómeno tiene una explicación más compleja y con diversos orígenes que por lo regular no tienen graves consecuencias y que muchas veces se soluciona por sí solo. Además, nada tiene que ver con la falta de calcio.
Las uñas están formadas por tres partes: la matriz ungueal, que es donde están las células que fabrican esta parte del cuerpo; la lámina ungueal, que es lo que popularmente llamamos uña y el lecho ungueal, donde descansa la placa dura.
Las pequeñas manchas que surgen son muy frecuentes y suelen estar asociadas a la leucoquinia, y sus causas pueden ser por diferentes motivos, por lo general traumatismos o alteraciones en las estructuras de la uña.
Expertos en Dermatología afirman que si las lesiones afectan la matriz estamos en presencia de leucoquinia verdadera, lo que provoca que la uña pierda transparencia y surgen los puntos y líneas transversales.
Este trastorno es más frecuente en niños, aunque puede provocarse por la manicure o los golpes en el calzado, en el caso de los pies.
En la medida que crece la uña, la mancha va desapareciendo, por lo que no tiene serios contratiempos, a no ser una cuestión de estética.
Cuando la mancha sale en el lecho ungueal, se trata de leucoquinia aparente, y casi siempre se debe a exceso de agua, pues la mancha no se desplaza a medida que crece la uña y desaparece si la presionas. También aparece por el consumo de algunos fármacos (quimioterapia) o a enfermedades variadas como cirrosis, insuficiencia cardiaca o renal.
Por otra parte, está la pseudoleucoquinia, y es cuando la causa es externa, o sea por onicomicosis (hongos en las uñas), psoriasis, alopecia o intoxicación por sustancias como el arsénico.
Pero, ¿es realmente motivo de preocupación? De acuerdo con declaraciones de varios especialistas en Dermatología, se debe acudir al médico cuando las lesiones afectan a múltiples uñas y no se desplazan con el tiempo, pues las uñas de las manos crecen alrededor de tres milímetros al mes y las de los pies cerca de un milímetro.
La leucoquinia no es en sí una enfermedad y por lo regular, no requiere tratamiento, por eso es importante conocer la causa de su aparición. Lo que sí se debe evitar la manipulación de la uña, mantenerla hidratada, protegida y respetando la cutícula, no eliminándola.
Igualmente se recomienda tener cuidado con los trabajos de manicure y el uso indebido de algunos productos químicos que pueden dañar la queratina de la uña.