Su nombre de pila es Argelio García Rodríguez y falleció el 27 de junio de 1992. La sección le rinde homenaje a quien fue fiel representante de las raíces populares cubanas, pues su humor estuvo impregnado de una picaresca muy criolla, llena de chispa, agilidad mental y doble sentido. Hombre que por su carisma dejó su huella en la memoria del pueblo, fue un artista consagrado, combatiente de la clandestinidad e internacionalista.
Con su picaresca le dejamos El tango de la yuca: “A la placita vino una vianda entera y en pedacitos; a comprar vino un viejito conocido por Don Lucas que con palabras caducas, venía sacando el dinero; me hace el favor compañero, me despacha un real de yuca.
A comprar vino un chofer y le dice: ´Me das un real´, -a mí me despacha igual – dice una bella mujer, ´no me la vaya a envolver para verla cuanto antes, no importa que sea gorda, sea grande o sea corta, el tamaño no me importa, lo que importa es que se ablande´.
Una tiene una joroba, la otra tiene un nudo, el placero les da coba y el pueblo tiene menudo.
A comprar vino en conjuro: -¡Acuérdense de mi tía! Y desde la pizzería grita una vieja sorda: ´Oiga, oiga, que me dejen la más gorda si es que queda todavía´.
Y de la granja filiada grita Cuca que es un lince: ´A mí me despachan 15, cuanto bien mejor despachada, no me la den jorobada, ni tierna ni hecha, pues yo la quiero derecha, porque yo sí conozco de yuca porque el viejo la cosecha´.
El último que llegó fue un muchacho muy dudoso, que con gesto melodioso una yuquita pidió, la cabeza sacudió tan larga como una peluca; el placero estiró la nuca y le dijo sin alarde: –Usted ha llegado tarde, para vos no queda yuca”.