¡Mira cómo rueda, madre mía! –Y al decir estas palabras, estaba el hijo agachado, con ojos brillantes, una naranja que había echado a rodar sobre el piso limpio y aseado.
Mamá es quien lleva en el bolso un pañuelo con mis flujos, un chupete, un pañal de emergencia y biberones con agua y leche. Es quien enciende el fogón y planta el caldero mientras enciende la lavadora y se alista y deja limpia y ordenada la casa.
Ella es maga, puede hacer desaparecer mis lágrimas con un beso y vencer mis miedos con una caricia o una canción inventada. Es quien sabe con una mirada si tengo fiebre o un cólico. Es medio sonámbula, no duerme para velar mis sueños. Mi mamá va todos los días para el trabajo. ¿La ves? Es aquella, la más guapa, la que sonríe.