Conocido por Mike, fue jardinero, receptor, jugador de cuadro y director, derecho. En Estados Unidos respondía por Mike. Nació en La Habana, el 30 de julio de 1887 y falleció en la misma ciudad, el 19 de marzo de 1969, aunque algunas fuentes lo sitúan en 1968 y 1962. Con 5´9 de estatura y 165 libras de peso.
Junto a Armando Marsans, fue el primer cubano que jugó en las Grandes Ligas modernas, aunque nuevas versiones, sin confirmar, los ubican por detrás de Charles (Chick) Pedroes, quien a pesar de aparecer en las Enciclopedias de Grandes Ligas como nacido en los Estados Unidos, algunos lo sitúan en la Isla.
Almeida fue un bateador oportuno y versátil, para defender cualquier posición del infield, los jardines y la receptoría. Se le recuerda más en la antesala. Estuvo durante diecisiete temporadas en la Liga Profesional Cubana, dejando de actuar en cinco lides hasta su retiro. Comenzó con el Habana de 1904 y concluyó su carrera con el Almendares en la temporada 1924-1925.
En 1904, con el Habana (.136), 1905, con el Almendares (.187), 1906 (.225), 1907 (.221), 1908 (.297), 1908-1909 (.208), 1910-1911 (.162), 1913, con el Habana (.388), 1913-1914 (.290), 1914-1915, con el Almendares (.321), 1915-1916 (.267), 1919-1920 (.236), 1920-1921, con el Habana (.233), 1921 (.238), 1922-1923 (.250) y 1924-1925, con el Almendares (.000). En 361 desafíos y 1 303 veces al bate, conectó 322 hits, para promedio de .247, con 165 anotadas, 26 dobles, 11 triples y 8 jonrones. Con el Almendares jugó más tiempo (10 años).
En 1905 el Almendares ganó el Campeonato, bajo la dirección de Abel Linares y con la ayuda de dos novatos muy prometedores, el tercera base Rafael Almeida y Armando Marsans. Almeida y Marsans fueron los primeros cubanos que llegaron a las Grandes Ligas en el siglo XX.[1]
Posee el récord de títulos para la liga, pues integró el equipo monarca en diez ocasiones. De hecho, fue campeón en su año de debut y el de despedida. En 1908-1909 encabezó las veces al bate (164), así como en 1920-1921 (116). En la mitad de la segunda década del siglo XX logró su mejor rendimiento ofensivo, a pesar de alternar la función de jugador-director.
Su primera incursión fuera de la Isla fue con los All Cubans de 1905, cuando enfrentaron en los Estados Unidos a varios equipos de jugadores negros, impedidos de actuar en las Grandes Ligas. En 1906 realizó otra gira, con losHavana Cuban Stars.
El 4 de julio de 1911, hizo historia junto a Armando Marsans, al debutar en Grandes Ligas con el Cincinnati Reds, al que llegó desde el New Brittain de Ligas Menores. Estuvo tres temporadas en la Liga Nacional con ese equipo, terminando con promedio de .270 y un promedio defensivo de .904, allí actuó en casi todas las posiciones. Su despedida fue el 18 de julio de 1913.
Se desempeñó en Ligas Menores desde 1908, con el New Brittain, siendo uno de los primeros latinos en actuar como profesional fuera de su país. Después de dos temporadas muy buenas con este conjunto recibió el llamado a las Mayores. En Estados Unidos jugó hasta 1916.
En 1920 integró el Habana que se enfrentó en partidos amistosos a los New York Giants, que contaban en sus filas con Babe Ruth. La serie se jugó en el Almendares Park II, terreno con dimensiones gigantescas. En las postrimerías del encuentro el lanzador Otis Crandall le tiró a Almeida una de sus curvas lentas. Ante el asombro de todos, pues no se había destacado por su fuerza al bate, el cubano dio un paso hacia delante y conectó uno de los batazos más largos que se dieron en ese estadio, calculado en unos 500 pies, que sirvió para derrotar al equipo de John McGraw.
En el amateurismo sobresalió como director, con éxitos dentro y fuera del país. Su prestigio profesional lo llevó a dirigir el Vedado Tennis Club, de la Liga Nacional Amateur, con un récord inédito para el béisbol amateur cubano, solo igualado en los años sesenta por Industriales, en Series Nacionales, al obtener cuatro coronas consecutivas entre 1925 y 1928, con balance de 70-21 y 3 empates.
También estuvo al frente del Loma Tennis Club. En 1930 dirigió el equipo Cuba que ganó con marca de 5-1, los II Juegos Centroamericanos, celebrados en La Habana. Dirigió el Habana en el profesionalismo, sin buenos resultados. En 1939, año de su fundación, fue elevado al Salón de la Fama del Béisbol Cubano.
(Con documentación de Enciclopedia Biográfica del Béisbol Cubano (Tomo II-Cubanos en las Grandes Ligas), Enciclopedias de las Grandes Ligas, Jorge Figueredo, Guías del Beisbol Profesional Cubano, Baseball-Reference.com, Ángel Torres, Roberto González Echevarría, Alfredo Santana, Severo Nieto, Raúl Diez Muro, Juan A. Martínez de Osaba y Goenaga, Yasel Porto Gómez, Marino Martínez, Adonhay Villaverde Blanco, y otras fuentes).
[1] Roberto González Echevarría. La gloria de Cuba. Historia del Béisbol en la Isla. Editorial Colibrí. Madrid, España, p. 215.