A la luz de las antorchas, ante las cenizas gloriosas de Mella y con la presencia imborrable de Fidel bajando por la Escalinata de la Universidad de La Habana, en nombre de los pinos nuevos, la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) se honró en distinguir como delegados de honor a su 12mo. Congreso, a quienes no dejaron morir al Apóstol en el año de su centenario y jamás han quitado el pie del estribo a la hora de poner el nombre de Cuba y la dignidad de la patria, tan alta como las palmas.
Al General de Ejército Raúl Castro Ruz, a los Comandantes de la Revolución Ramiro Valdés Méndez y Guillermo García Frías, y al Comandante del Ejército Rebelde José Ramón Machado Ventura, quienes sintetizan a esa generación pionera de la Revolución y a la cual se dedica de manera especial la gran cita de abril próximo, entregó Aylín Álvarez García, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC, su credencial.
Lo hizo, ante una enorme multitud de jóvenes que con la presencia de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, reeditaron la noche de este sábado la marcha de las antorchas, y luego de asegurar que «sentimos el inmenso privilegio de contar con la guía revolucionaria en cada debate y en cada aporte del congreso» de estos cuatro jóvenes eternamente rebelde, a quienes distinguen «su fidelidad sin límites y la confianza plena en el futuro».
En ese momento fueron miles los aplausos, los vítores y las consignas que estremecieron la Escalinata, como también cuando Ricardo Rodríguez González, presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), aseveró que «somos una generación joven, que empeña sus esfuerzos en la creación consciente y consecuente de su felicidad desde y por Cuba con la voluntad mayor de hacer desde cada trinchera que nuestros sueños dejen de ser la metáfora perfecta que se queda en el anaquel de las aspiraciones».
A los enemigos de la Revolución, a los que pretenden aislar a la Cuba joven de las ideas martianas, aseguró que el Héroe Nacional vive en las nuevas generaciones. La convocatoria es a seguir haciendo, a seguir encontrándonos con Martí en cada obra, en cada tarea; nada ni nadie, más que nosotros mismos, hará posible ese futuro mejor que deseamos, afirmó.
Ya en la Fragua Martiana —allí donde antes estuvieron las canteras de San Lázaro y Martí cumplió su condena con los trabajos más duros— la Primera Secretaria de la UJC y el presidente de la FEU depositaron una ofrenda floral a nombre de los estudiantes y jóvenes cubanos, mientras la multitud presenciaba el homenaje al Maestro en el aniversario 171 de su natalicio.
Acompañado a los jóvenes también estuvieron el Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo Hernández, así como otros miembros del Buró Político, del Secretariado del Comité Central del Partido, de la Unión de Jóvenes Comunistas, las Fuerzas Armadas Revolucionarias, el Ministerio del Interior, las organizaciones de masas y estudiantiles y una representación del pueblo de la capital.
Y desde la Colina —forja de revolucionarios—, hasta la Fragua Martiana se encendieron las antorchas con el mismo fuego, que hace 71 años, se prendió el pecho de la Generación Histórica, porque como aseguró el Presidente de la FEU es demostración de la firme voluntad de esta juventud de que «la luz del Apóstol siga siendo guía ante la Patria».