Las marcas o líneas visibles en la piel afectan a muchas mujeres y puede causar en ellas problemas psicológicos al tenerlas. Estas líneas visibles de forma alargada y fina aparecen cuando la piel se estira rápidamente con el embarazo, aumento de peso o con los cambios hormonales en la pubertad o por transformaciones bruscas que provocan la ruptura en tejidos conectivos y la falta de colágenos.
Especialistas en la materia plantean que el 30 y el 70 por ciento de las personas desarrollan estrías, generalmente por las axilas, los muslos, el abdomen, el tórax y la ingle.
Cuando las estrías aparecen por primera vez tienden a ser de color rojo, púrpura, rosado, marrón rojizo o marrón oscuro, todo depende del color de la piel. Con el tiempo, el color se desvanece y las bandas angostas se hunden debajo de la piel, aunque para algunas personas puede ser difícil de aceptar por estética, especialmente si son prominentes o descoloridas.
Las cremas tópicas y aceites que prometen deshacerse de estas rayas en realidad solo pueden mejorar su apariencia. Como cualquier cicatriz, las estrías son permanentes, pero el tratamiento adecuado puede hacerlas menos notorias.
Una buena manera de ayudar a minimizar las posibilidades de tener estrías es asegurarse de hidratar la piel, pues esta se hace más flexible y puede resistir mejor al estiramiento. También masajear con emolientes ayuda a promover la circulación y minimiza potencialmente la aparición de las estrías, además se recomienda usar cremas que contengan retinol o ácido hialurónico.