Especialistas del Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, en esta capital, realizaron hoy, por primera vez en Cuba, un procedimiento mínimamente invasivo para implantar una válvula aórtica percutánea a dos pacientes con estenosis aórtica severa.
El doctor Leonardo López Ferrero, cardiólogo intervencionista y jefe del servicio de Cardiología y Hemodinámica del Instituto, señaló a la prensa que durante varios años el centro ha desarrollado ese recambio por vía quirúrgica, mientras que la actual técnica evita la cirugía cardiovascular por vía convencional, reduce la estadía hospitalaria y redunda en una mayor calidad de vida y recuperación de los pacientes.
Gracias a la donación de los dispositivos por la empresa europea Iberhospitex S.A. fue posible efectuar el proceder, pues entre la válvula, que en este caso procede de la India, y el equipamiento necesario para su ejecución, el costo es de alrededor de 60 mil euros.
Con la aplicación de estas prótesis los especialistas aspiran a iniciar de manera paulatina un programa de implante valvular aórtico transcatéter (TAVI, por sus siglas en inglés), del cual son tributarios aquellas personas que cumplen con los criterios electrocardiográficos, ecocardiográficos, angiográficos y tomográficos establecidos y que tengan contraindicada la cirugía cardiaca, acotó.
Acerca de cómo se desarrolla la técnica, López Ferrero, quien recibió varias capacitaciones en hospitales de Barcelona, precisó que el paciente recibe una sedación ligera, se hacen abordajes por las arterias femorales y radial, un catéter es llevado hasta la válvula aórtica que está estrecha y la nueva válvula (de pericardio bovino) que va montada sobre un estent reemplaza a la enferma.
La acción médica se produjo hoy como parte de un taller práctico, el cual integra un proceso de formación que, desde hace varios años, reciben los profesionales de la institución y que luego se transmitirá a los cardiólogos intervencionistas del país, dijo la doctora Carmen Rosa Martínez Fernández, directora del Instituto.
Explicó que este es un procedimiento importante para la nación por el envejecimiento poblacional, debido a que la estenosis aórtica degenerativa tiene una prevalencia en la población mayor de 65 años entre el cuatro y el siete por ciento (%), de ellos el 30 % aproximadamente no se opera por contraindicaciones al tratamiento quirúrgico y las comorbilidades asociadas.
Mientras que la mortalidad de los pacientes con estenosis aórtica severa es del 50 al 60 % entre los dos o tres primeros años después del diagnóstico si no se realiza alguna intervención, por lo que el TAVI constituye una línea de desarrollo de la entidad y de Cuba, acotó.
A cargo del proceder estuvo un equipo multidiciplinario conformado por cardiólogos del Instituto y del Cardiocentro William Soler, cirujanos cardiovasculares, ecografistas, imagenólogos, especialistas en anestesiología y personal de enfermería, y contó con el acompañamiento del médico español Ignacio Amat Santos, jefe de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid.
El experto expresó que estas prótesis comenzaron a elaborarse en los años 2000 ante las complicaciones que presentaban algunos enfermos por la vía convencional para la cirugía y se pensó en algo menos invasivo y que posibilitara su recuperación de forma más rápida.
En España se llevan a cabo entre cuatro mil y cinco mil procedimientos anualmente en varios hospitales, en el mundo existe experiencia, pero solo hace poco tiempo una investigación demostró que en pacientes con bajo riesgo para una cirugía abierta esa opción era mejor, de ahí que se intente generalizarla a nivel mundial, afirmó.