El verano, con su sol abrasador y días largos, nos invita a buscar maneras de refrescarnos y disfrutar de comidas ligeras y revitalizantes. Es la estación perfecta para experimentar en la cocina, utilizando ingredientes de temporada que aportan frescura y ligereza.
No podemos olvidar las bebidas, esenciales para mantenernos hidratados durante el calor del verano. Las aguas frescas son una opción refrescante y deliciosa. El agua fresca de pepino y limón es especialmente revitalizante. Simplemente mezcla pepino, jugo de limón, un poco de azúcar y agua fría. Añadir unas hojas de menta y mucho hielo hace que esta bebida sea increíblemente refrescante y perfecta para un día caluroso. También se pueden experimentar con otros sabores.
Los helados y sorbetes caseros también son un deleite imprescindible en verano. Hacer un sorbete de mango en casa es sorprendentemente fácil y sumamente gratificante. Solo necesitas mangos maduros, jugo de limón y un poco de azúcar. Mezcla todos los ingredientes y congela. El resultado es un sorbete suave, dulce y refrescante, ideal para cualquier momento del día. También se pueden experimentar con otros sabores de frutas, como la piña.