En muchas naciones del mundo se encuentra la huella innegable de la medicina cubana, y seguiremos poniendo por delante esa vocación humanista, aseveró hoy José Alejandro Jiménez Ramos, mejor graduado integral de la Universidad de Ciencias Médicas de Pinar del Río.
No pocos pacientes tienen en la actualidad más años de vida gracias a los profesionales cubanos que han llegado a los sitios intrincados a los cuales no fueron los médicos de su país; y lo hicieron con el ímpetu de querer sanar y salvar, apuntó tras recibir el título de Doctor en Medicina y el premio Carlos Juan Finlay.
Justamente es el amor la esencia de nuestra profesión y de los médicos de la Isla- refirió-; por eso no podemos olvidar que tenemos una misión de las más sensibles, pues trabajamos con el dolor humano y luchamos contra la muerte.
De la casa de altos estudios pinareña egresaron mil 067 profesionales de diferentes ramas de la Salud Pública, los que, según el doctor Guillermo Luis Herrera Miranda, rector de la institución, laborarán incansablemente por un mundo mejor.
Hoy se necesitan más que nunca hombres y mujeres conscientes del momento histórico que les ha tocado vivir, y es un orgullo haberlos acompañado todos estos años porque en cada uno sembramos amor, conocimientos e inquietudes investigativas, acotó durante el acto de graduación.
Para Laura González Rodríguez, una de las estudiantes reconocidas por sus resultados integrales, les corresponde ahora dar lo mejor de sí por el bienestar de los pacientes, sobre todo en las circunstancias difíciles que vive Cuba; pero siempre estarán el corazón y los conocimientos, y eso lo defenderemos por encima de todo, dijo.
Unos 33 mil 801 profesionales han salido de las aulas de la Universidad de Ciencias Médicas de Pinar del Río a lo largo de su historia, de los que mil 865 son de otras nacionalidades.