La Sociedad Cubana de Cardiología (SCC) recomienda optimizar el cuidado de los factores de riesgo en las personas que padecen dolencias cardiovasculares de todo tipo, hipertensión arterial, diabetes y obesidad, hasta los que poseen antecedentes de enfermedad coronaria e insuficiencia cardíaca.
Ante la presencia del nuevo coronavirus COVID-19, que ya abarca a 179 países del planeta, incluida Cuba, el doctor Eduardo Rivas Estany, presidente de la SCC, mediante la Agencia Cubana de Noticias transmitió que esto es aplicable para pacientes sin diagnóstico de COVID-19.
También incluye a los casos sospechosos y los confirmados que cursan su aislamiento sin complicaciones, dado que pertenecen al subgrupo de mayor riesgo en particular por encima de los 60 años, acotó.
Durante la pandemia las recomendaciones generales son aplicables a todas las personas, independientemente que sean de riesgo cardiovascular o no, incluyendo el aislamiento social, el lavado frecuente de las manos y mantener la distancia entre individuos, así como para los profesionales de la salud en cuanto al uso de equipos de protección personal, precisó el experto.
Rivas Estany, Profesor Titular Consultante e Investigador Titular del Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular (ICCC) opinó que aunque en el mundo se están buscando activamente diversas vacunas y tratamientos preventivos para COVID-19, hasta la fecha no hay terapias aprobadas disponibles.
Por lo tanto, es necesario insistir en las recomendaciones antes mencionadas para evitar las complicaciones y mortalidad de pacientes vulnerables portadores del nuevo coronavirus, enfatizó el también Jefe del departamento de Prevención y Rehabilitación del ICCC.
Aclaró el avezado científico cubano que aunque en algunos países han sido cuestionados los medicamentos muy frecuentemente utilizados en diversas afecciones cardiovasculares, se ha comprobado que el tratamiento con estas drogas puede ser protector del daño pulmonar y cardíaco, en lugar de incrementar el riesgo, aseveró.
Teniendo en cuenta el beneficio probado particularmente en insuficiencia coronaria, cardiaca e hipertensión arterial, además del riesgo adicional que implicaría su suspensión, y la falta de evidencia de que la exposición de estos fármacos se asocien a un mayor riesgo de COVID-19, las sociedades internacionales de Cardiología recomiendan continuar con su prescripción en los casos indicados de manera individual, concluyó el entrevistado.