Hace apenas unos años nadie soñaba que la población sería capaz de hacer cualquier cosa con un pequeño dispositivo con pantalla táctil. Pero estos pequeños aparatos han transformado la forma en que nos comunicamos, el trabajo, el aprendizaje o el consumo de contenido.
La primera llamada móvil se realizo el 3 de abril de 1973 por Martin Cooper, ingeniero de Motorola.
La línea temporal del 1G al 5G no podría haber sucedido sin crear y mejorar cada generación de equipos de telecomunicaciones que ha conducido a lo que es hoy. Aproximadamente cada 10 años y desde 1979, cada nueva generación ha cambiado la forma en que nos comunicamos, mejorando nuestra calidad de vida.
El desarrollo de la tecnología inalámbrica móvil de 1G a 5G
1G: llamadas de voz
1979 era una época en la que los móviles eran gruesos, pesados y voluminosos. No tenían pantallas y venían con grandes antenas y enormes baterías. Sin embargo, aquí es donde comenzó la historia de la red móvil.
La primera generación permitió la comunicación entre dos dispositivos compatibles mediante una red inalámbrica. Basado en el sistema analógico, el 1G solo admitía llamadas de voz aunque de mala calidad debido a las interferencias. Además, el 1G funcionaba en un área geográfica fija debido a la falta de soporte de roaming por parte de la red.
2G: servicios de telefonía
La segunda generación (1990) solucionó los problemas que opacaban la red móvil de primera generación e introdujo nuevas capacidades. El sistema analógico de la primera generación ahora fue reemplazado por una tecnología digital muy avanzada para la transmisión inalámbrica llamada Sistema Global para Comunicación Móvil (GSM).
Con base digital, la 2G admitía llamadas de voz y servicios de datos de mejor calidad, como el servicio de mensajes cortos (SMS) y el servicio de mensajes multimedia (MMS).
Además, esta red móvil habilitó la función de roaming, lo que permitió a los usuarios hacer llamadas, enviar y recibir mensajes y contenido multimedia sobre la marcha. La tecnología 2G permitió verdaderos servicios de telefonía.
Más tarde recibió soporte de Internet en forma de GPRS (Servicio general de paquetes de radio) y EDGE (Evolución GSM de datos mejorados), pero eso por sí solo no fue suficiente para un cambio generacional. Por lo tanto, también hubo 2.5G antes de que el mundo pasara a 3G.
3G: era de las aplicaciones
La red móvil de tercera generación (2001) introdujo servicios de Internet de alta velocidad que sentaron las bases para los smartphones (telefonos inteligentes) y los ecosistemas de aplicaciones. Si bien el 3G permitió el concepto de televisión móvil, servicios de radio en línea y correos electrónicos en los móviles, son las videollamadas y las aplicaciones las que realmente definen esta era.
Este fue el momento en que los teléfonos inteligentes iPhone y Android comenzaron a hacer avances.
Al igual que el 2G, no hubo un cambio directo de 3G a 4G. Hubo un 3.5G, que se destinó a mejores velocidades de Internet en megabytes por segundo (Mbps) con la introducción de tecnologías como HSDPA (Acceso a paquetes de enlace descendente de alta velocidad) y HSUPA (Acceso a paquetes de enlace ascendente de alta velocidad).
4G: llamadas por Internet
Los conceptos introducidos por el 3G, como las llamadas de voz de alta definición, las videollamadas y otros servicios de Internet, se hacen realidad en el 4G (2009), gracias a una mayor tasa de datos y servicios multimedia avanzados que admite la red móvil.
Perfeccionó el sistema LTE (Long Term Evolution), que mejora significativamente la tasa de datos y permite la transmisión simultánea de voz y datos. Las llamadas por Internet, o VoLTE (Voice over LTE), son una de las muchas ventajas de la red móvil 4G. La red también permitió voz sobre WiFi (VoWi-Fi), lo que facilitó realizar llamadas de voz en áreas con poca o ninguna capacidad de red.
5G: IoT y empresas
De 1G a 4G, cada generación sucesiva de tecnología de comunicación produjo cambios significativos en la red, perfeccionando los casos de uso de la generación anterior e introduciendo otros nuevos.
Los operadores móviles en China, Corea del Sur y Estados Unidos comenzaron a implementar 5G en 2019. Esta tecnología es la próxima generación de Internet móvil después de 4G, que promete velocidades superrápidas.
Pero la penetración entre los consumidores sigue siendo baja. Solo una de cada siete personas en todo el mundo usa hoy un 5G, según Strategy Analytics.
Sin embargo, el 5G ha sido posicionado por la industria de las telecomunicaciones no solo como un producto de consumo para velocidades de descarga más rápidas, sino como una red que podría respaldar nuevas tecnologías como los coches autónomos.
Sin embargo, después de cientos de miles de millones de dólares de inversión en redes 5G, los operadores han tenido problemas para ver el retorno de beneficios. Los analistas aún plantean la idea que el potencial real para monetizar 5G podría estar en el horizonte.