Con el restablecimiento del horario normal el domingo último en todo el país, la Oficina Nacional para el Control del Uso Racional de la Energía (Onure) en la provincia de Santiago de Cuba reforzará sus acciones en el sector estatal y residencial para implementar medidas de ahorro.
En caso de los centros de trabajo se requiere mayor preparación del capital humano encargado de su control.
Con ese fin, durante el presente mes sus profesionales y técnicos retomarán paulatinamente las actividades de capacitación en empresas, establecimientos y talleres de sectores productivos y de servicios.
Continuará la Onure con las inspecciones integrales, el recontrol, las revisiones energéticas y la atención y asesoría a la implementación y desarrollo de los proyectos de eficiencia y conservación energética y las fuentes renovables.
En todo lo anterior se necesita actuar con disciplina, responsabilidad y autopreparación, recalcó Leticia Ramos Stivens, especialista de comunicación.
Este cambio de horario, comentó a la Agencia Cubana de Noticias, implica un aumento en la demanda de la electricidad en el horario pico, debido a que oscurece más temprano y la cocción de alimentos se realiza entre las 5:00 de la tarde y las 9:00 de la noche.
También, dijo, rescatarán el trabajo con los pioneros y educadores para fomentar desde edades tempranas una cultura energética en la población, tarea que estuvo interrumpida por la situación epidemiológica.
Destacó Leticia que en octubre el comportamiento del consumo en la provincia fue favorable, con indicadores por debajo de lo planificado.
Insistió en mantener lo logrado en el mes anterior con el incremento de las acciones de control o de contingencia, fundamentalmente para el régimen de avería excepcional que, como su nombre indica, es el momento en que ocurren situaciones en el Sistema Electronergético Nacional (SEN).
Cuando suceden, se trata por todos los medios de afectar lo menos posible a la población, por lo cual recomendó el autocontrol diario del consumo en casa y la familia utilice la energía eléctrica que realmente necesita, sin afectar la calidad de vida.
Ello significa apagar luces y equipos encendidos innecesariamente, aprovechar la luz natural y realizar siempre que sea posible las actividades como cocinar, planchar y otras fuera del horario pico.