La fiesta de la moto velocidad regresó a Pinar del Río. Con los mismos bríos de siempre, de pista a pista y mostrándose como un verdadero espectáculo, el festival surcó la arrancada en la pista del complejo deportivo Guamá.
Organizada por la dirección del Inder en Vueltabajo, con el apoyo de la comisión nacional de Deportes a Motor y el Gobierno local, la carrera tuvo también la presencia de pilotos de otros países.
Pese a las carencias que sufre esta disciplina tras el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero a la Isla, el motociclismo sobrevive. El evento, que mantuvo en vilo a más de 8 000 pinareños, se corrió en dos categorías fundamentales, AX100 y súper motos.
Según Ariel Ceballo, integrante de la comisión nacional de árbitros, en esta ocasión fueron sólo estas categorías, pero se espera incluir otras, lo que permitirá la presencia de más corredores.
El destacado piloto cubano Nirio Rivera marcó una época en la mitad de los ‘80 y la década de los 90 en Cuba. Él, junto a Manuel Angle, fue de los principales exponentes que tuvo el país en eventos internacionales.
“Creo que si este tipo de actividades es posible, es gracias en primer lugar al apoyo del Gobierno, de las organizaciones que colaboran como el Inder y otras, y de manera especial de los corredores. Considero que es una fiesta para el pueblo. Que me inviten, ser parte de ella, mostrar mis conocimientos como gloria deportiva y estar aquí, me da una alegría indescriptible. Tal parece que voy a correr otra vez en este lugar que tan buenos recuerdos me trae”, refirió Nirio.
LA CARRERA
De varias partes de Cuba vinieron los competidores, incluso, muchos volaron más de 90 millas para correr otra vez en una pista que los sabe conocidos. Maikel Pérez en la actualidad marca una diferencia en la moto velocidad cubana. Junto a Edelberto Acosta y a Henrry Álvarez (Takeshi) fueron de los agraciados en las tres mangas de carrera, para la categoría súper moto.
Muy táctico, de pura adrenalina y con mucha tensión catalogó el primer lugar de la competencia al evento, el piloto Edelberto Acosta, quien volvió a la Isla con la única misión de coronarse campeón.
“Sabía que iba a ser difícil, porque hay muy buenos corredores, no solo nosotros que vivimos en el extranjero, aquí en Cuba hay calidad. Me enfoque en buscar buenas posiciones, en estar siempre en el pelotón de vanguardia. Tuve el apoyo de mi equipo de trabajo todo el tiempo. No hay nada como correr en este público, mi público, y hacerlos felices. Ya soy un viejo de 41 años de edad, pero lo que bien se aprende nunca se olvida”, finalizó.
Henrry Álvarez, conocido por la fanaticada como Takeshi, es un ídolo para las generaciones más nuevas de corredores pinareños. Hace algún tiempo decidió irse a vivir a Estados Unidos. Ahí no se desvinculó del motociclismo y siempre soñó con esta oportunidad.
“Quiero agradecer a todos, de verdad. Me han permitido poder correr aquí nuevamente. Costó trabajo, pero se hizo y ojalá siga para que más personas puedan vincularse. Lo más importante fue que se pasó bien y este público de aquí no se ve en ninguna parte, los seguidores de aquí son únicos”.
Según Edelberto Acosta, ganador de la carrera en la categoría especial, la próxima vez traerá a parte de su equipo profesional que cuenta con corredores de España y la joven figura Max Angle, una sensación en las pistas extra fronteras.
La categoría de súper motos contó además en el podio de premiaciones con Maikel Pérez y Henrry Álvarez (Takeshi) para la segunda y tercera plazas respectivamente. En el caso de la AX100, el vencedor fue Bradislay Alberti, quien dejó para el segundo y tercer escaño a Rolday de la Cruz y Carlos Daniel Rodríguez.
La más occidental de las provincias también organizó la habitual parada de motocross, que fue un espectáculo ganado por los más occidentales, quienes permanecen en la élite de Cuba.