Autoridades de Cuba advirtieron sobre la necesidad de mantener la responsabilidad y el cumplimiento de las normas sanitarias para prevenir la Covid-19, hoy cuando el país retorna paulatinamente a la normalidad.
En un escenario en el que las cifras de contagios muestran una tendencia a la disminución, en tanto avanza la vacunación, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel; el primer ministro, Manuel Marrero, y el titular de Salud, José Ángel Portal, insisten en la importancia de continuar mejorando estos indicadores.
Durante los últimos 15 días la nación caribeña confirmó 74 mil 569 personas con la enfermedad y todas las provincias experimentaron una baja en las tasas de incidencia por cada 100 mil habitantes, elementos favorables en los cuales llaman a no retroceder, ante el próximo regreso masivo a las aulas y la apertura al turismo.
‘El reinicio de clases presenciales y la flexibilización de medidas de control de la Covid-19 en varias provincias no significa que pasó el peligro. Significa que aumentan los desafíos’, remarcó el mandatario recientemente en su cuenta de Twitter.
Evitar los excesos de confianza es la exhortación reiterada en las reuniones de seguimiento al comportamiento de la epidemia en Cuba, pues es fácil dejarse llevar por resultados positivos como el descenso en los casos activos, que el pasado sábado rondaba los 18 mil, mientras que 10 días atrás superaban los 28 mil.
La isla antillana logró la recuperación del 97 por ciento del total de personas que padecieron la Covid-19, sin embargo, territorios como Pinar del Río (occidente), Sancti Spíritus, Camagüey (centro), Holguín y Las Tunas (oriente) mantenían un panorama epidemiológico complejo.
Parte de las acciones para detener el avance del SARS-CoV-2, causante de la enfermedad, y proteger a la población, es la campaña de inmunización con las vacunas nacionales Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus, que al cierre del 8 de octubre acumulaba más de 22 millones 667 mil dosis administradas.
Estas cifras respaldan que el 54,7 por ciento de los cubanos ya completó su esquema de vacunación, en tanto alrededor de nueve millones 600 recibieron al menos una inyección.
Los datos incluyen a la población pediátrica, de dos a 18 años, y los convalecientes, único país que lleva a cabo una estrategia de inmunización masiva con ambos grupos.