Este sábado, el Palacio de Convenciones de La Habana se llenó de abrazos, risas cómplices y lágrimas de nostalgia durante la inauguración de la Cuarta Conferencia La Nación y la Emigración. El evento, coincidiendo con el aniversario 45 del primer diálogo en 1978 impulsado por el Comandante en Jefe Fidel Castro, marca un hito en el proceso de acercamiento entre Cuba y la comunidad cubana en el exterior.
Más de 300 cubanos residentes en el extranjero se dieron cita en esta ocasión para dialogar sobre los vínculos con su país de origen, las perspectivas de esa relación, así como temas migratorios, cultura, identidad, desarrollo económico e inversiones. Entre los asistentes se encontraban tanto jóvenes como personas con más experiencia, provenientes de todos los rincones del planeta. Todos portaban un distintivo que los acreditaba como participantes, llevando cerca del corazón el amor por su Patria.
“¡Cuba sí, bloqueo no!, “Que nos quiten el bloqueo a Cuba”, corearon los cubanos ante la presencia del presidente cubano, Miguel Díaz- Canel en el estrado.
El director general de Asuntos Consulares y Atención a Cubanos Residentes en el Exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex), Ernesto Soberón Guzmán, destacó la importancia de esta conferencia al señalar la presencia de un significativo número de personas que no habían estado en los diálogos anteriores. Además, subrayó el hecho de que muchos de los participantes tienen residencia tanto en Cuba como en el extranjero, lo cual enriquece aún más las discusiones.
Durante su intervención en el programa televisivo Mesa Redonda, Soberón Guzmán enfatizó que el respeto a la soberanía y la independencia de Cuba es la base fundamental del diálogo. Asimismo, hizo hincapié en que no existen temas tabú en las conversaciones entre Cuba y sus nacionales en el exterior, promoviendo un ambiente de apertura y franqueza.
El diplomático expresó su optimismo al afirmar que Cuba vive hoy el mejor momento de las relaciones con sus nacionales en el extranjero. Esta conferencia representa un paso importante en el proceso continuo e irreversible de acercamiento y comprensión mutua entre la isla y su diáspora.
A medida que los participantes se sumergen en las discusiones y los intercambios, se espera que emerjan propuestas constructivas y soluciones que fortalezcan los lazos entre Cuba y su comunidad en el exterior. La Cuarta Conferencia La Nación y la Emigración se presenta como un espacio vital para forjar un futuro más próspero y unido para todos los cubanos, sin importar dónde se encuentren.