A través de un mensaje publicado el lunes en su cuenta de Twitter, el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, denunció las acciones hostiles de la Administración estadounidense, presidida por Joe Biden, en el mundo virtual, con el objetivo de generar desestabilización social en el país centroamericano.
“Comparto interesante línea del tiempo que pone al descubierto acciones de guerra no convencional promovidas por el Gobierno de Estados Unidos”, escribió Rodríguez Parrilla y remitió a la gente a un enlace que recoge decenas de hechos, ejecutados entre junio y agosto de este año, que confirman el propósito estadounidense.
En la lista figuran la publicación de noticias falsas, el lanzamiento de una campaña fallida para contrarrestar el apoyo internacional al fin del bloqueo estadounidense, y el llamamiento al pueblo cubano a manifestarse en las calles, así como a enfrentar a las autoridades gubernamentales.
En concreto, Rodríguez indicó que una red impulsó desde la ciudad estadounidense de Miami los disturbios del pasado 11 de julio y añadió que los días siguientes, es decir el 12 y 13, la campaña intensificó la divulgación de noticias falsas e informes sobre supuestos desaparecidos y encarcelados por La Habana.
El 11 de julio, Cuba fue escenario de movilizaciones contra la compleja situación económica como cosecuencia de la pandemia de coronavirus y el recrudecimiento del bloqueo asfixiante de Washington en su contra. La Habana denuncia los llamados desde el exterior, principalmente de EE.UU., para provocar caos y desobediencia civil en Cuba, y asegura que las protestas fueron planificadas y organizadas por los medios y la prensa, auspiciados desde Washington.
En este sentido, el canciller cubano se refirió a la investigación de Mint Press News, un portal de noticias independiente con sede en la ciudad estadounidense de Minesota, en que se confirman los esfuerzos de Creative Associates International (CAI), una ONG al servicio de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU., para implementar técnicas de poder blando destinadas a hacer colapsar el Gobierno cubano de Miguel Díaz-Canel.