La Feria del Libro en Vueltabajo rinde homenaje en esta edición a los 25 años de la revista Cauce. Su último número fue presentado el día inaugural del evento y contó con la presencia de Ramón Fernández Cala, primer director de la editorial del mismo nombre.
El volumen, dedicado a la música cuba-na, hace énfasis en ciertos autores pinareños como Miguelito Cuní y El Niño Rivera, además de presentar un dossier al eminente musicólgo Argeliers León y un texto dedicado a la obra de Alicia Rico.
En el marco de la vigésimo novena edición de la fiesta de las letras en Pinar, Guerrillero conversó con Carlos Fuentes, director de Cauce.
«La revista comenzó a hacerse en 1995 por una necesidad del gremio intelectual de tener un soporte más cercano para ver su obra impresa. El grupo que inició no tenía la experiencia para emprender un proyecto de esa envergadura. Luego, el producto creció a la par de que sus realiza-dores adquirieron mayor conciencia.
«Empecé en el ‘98, la revista tenía prácticamente tres números. Sabíamos que debía rebasar el marco provincial para que pudiera lograr una visibilidad en el contexto cultural cubano; recoger no solo textos de autores pinareños sino abrirse a la nación e incluso más allá. Ya en ese año publicábamos a autores extranjeros.
«Desde un principio, como no había esa conciencia clara de lo que pretendíamos y a veces preparábamos números que se desfasaban un poco en el tiempo debido a las condiciones de la imprenta o el presupuesto, el equipo de la revista decidió hacerla más bien temática, atemporal.
«Comenzaron esos tanteos editoriales, no solo desde el punto de vista textual sino visual, hasta que alrededor del 2004 contratamos a un grupo de diseñadores que le dieron a través del diseño una coherencia a la editorial completa, pues engloba-ron y crearon una serie de símbolos que alcanzaron una identidad integral que incluye a la revista infantil Chinchila y a las colecciones».
Asegura Fuentes que es ese uno de los aspectos más interesantes que ha logrado la aprehensión entre los lectores, y es algo que se ha mantenido hasta hoy.
«Siempre estuve muy conforme con esa visualidad, porque un estudio identitario ayuda mucho a obtener la aceptación de la gente y a que el público al que va destinado la identifique por esa manera de presentarse durante un largo periodo. Si en algún momento hiciera falta un cambio de identidad para estar a tono con la modernidad, estaríamos prestos para ese salto, pero por ahora es una de las características más relevantes de Cauce».
¿Cuáles han sido las fortalezas en todo este tiempo?
«Lo más importante como revista ha sido su permanencia, independientemente de sus momentos de baja, pues todo producto cultural que perdure es lógico que los tenga, pero se ha mantenido en el contexto de las publicaciones culturales cubanas con un nivel de calidad muy digno».
¿Qué falta, qué pueden mejorar?
«Ahora hay una especie de decepción o deserción entre los autores provocada por la propia modernidad y la aparición de otras revistas especializadas, otras plata-formas que pagan un dinero que quizás la nuestra no tiene.
«A veces pasamos trabajo para concretar un buen texto de un buen autor, ya que se van a otros sitios donde pagan mejor. Quizás le falte eso, una mejor estructura de presupuesto. Aun así, logramos concienciar a determinados autores. La calidad influye mucho, la confianza que hemos ganado en ellos y en los lectores.
«Mantener la visualidad y la sistematicidad es importante, estamos enfrascados en eso. En medio de esta situación crítica y por falta de fuerza de trabajo, pues somos un equipo pequeño (cinco personas), decidimos hacer en vez de cuatro números solo dos al año, y creo que es suficiente.
«Cauce ha sido siempre muy selectiva, tenemos ese privilegio, digamos tal vez que por tributar a la Uneac nacional. Seleccionamos lo que queremos publicar. Recibimos a autores de todas partes y contamos con un comité de lectores para elegir. Son parámetros por los que nos hemos regido».
PROYECCIONES
«Está en proyecto un número temático dedicado a Viñales como Patrimonio Natural de la Humanidad y en proceso de edición uno dedicado a la danza contemporánea cubana, del cual tenemos textos sobre la figura de Ramiro Guerra, considerado el padre de la danza en Cuba y de varios especialistas, entre ellos Rosario Cárdenas.
«También preparamos un número con la colaboración de Julio del Llano sobre el grupo de los 11, pintores muy importantes de este país que poseían determinadas premisas y gran relevancia dentro de la plástica. Pinar del Río tuvo la dicha de contar con dos de ellos: Guido Llinás y Loló Soldevilla, entonces ese número llevará una especie de dossier con énfasis en esas dos figuras».
EDITORIAL CAUCE EN LA FERIA
La editorial, que el año próximo celebra sus 20 años, tiene dos novedades pertenecientes a la colección infantil Rehilete (minilibros) Destello de luna de Alberto Peraza y Misterios gatunos de Soledad Cruz.
Igualmente, presentan textos de años anteriores como Cuentos al azar deMaría Elena Llana; La niña y el rey dragón, una novela fantástica para niños de Iliana Prieto; De una pluma de faisán, antología poética de Roberto Fernández Retamar, y La novia de Elpidio de la reconocida actriz cubana Cristina Obín.
Además, está disponible Razones para armar un puente, una especie de libro álbum de formato grande del poeta mexicano Ramón Iván Suárez Caamal, ilustrado por Yan Carlos Perugorría.
Otras propuestas de Cauce en la Feria son Dimensiones variables del artista de la plástica Juan Suárez Blanco; Vuelos lilas, un poemario ilustrado de Nersys Felipe y La isla marinera deNelson Simón.