El General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana, rindió homenaje póstumo, en la mañana de este lunes, al general de División de la Reserva Leonardo Ramón Andollo Valdés, cuyas cenizas fueron expuestas en el Panteón de los Veteranos de la Necrópolis de Colón.
Al llegar al sitio de tributo, Raúl estrechó la mano de los familiares y, seguidamente, depositó una rosa ante la urna cineraria del destacado revolucionario, quien falleció el pasado viernes en La Habana, a los 78 años de edad.
Minutos después, el General de Ejército, acompañado por el miembro del Buró Político y secretario del Consejo de Ministros, general de Brigada José Amado Ricardo Guerra, encabezó la primera guardia de honor al hombre que consagró su vida a la defensa de la Revolución desde disímiles escenarios y responsabilidades.
Luego de este tributo solemne, siguió otro más íntimo, el de sus familiares, quienes dieron el último adiós al esposo, al padre, al hermano, al hombre digno, cuyos méritos le unieron indisolublemente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), donde se desempeñó, entre otras funciones, como Segundo Jefe del Estado Mayor General y Jefe de la Dirección de Operaciones.
En este momento de homenaje, Raúl reiteró sus más sentidas condolencias a los seres queridos presentes y tomó asiento, junto a ellos, para conversar sobre la notable trayectoria del general Andollo, comprometido, en los últimos tiempos, con importantes tareas encomendadas por el Gobierno de la República.
Y como parte del tributo póstumo, también sobresalían allí, custodiando la pequeña urna, cinco ofrendas florales en nombre del General de Ejército, del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez; de las FAR, de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana y de la familia, símbolo de la huella que dejó el general Andollo, ejemplo de entrega y lealtad, siempre al servicio de su país.