El padre de las Ligas Negras
Andrew Foster se desempeñó en los circuitos negros, entre 1902 y 1926. Conocido por Rube, fue pitcher, inicialista y jardinero, derecho. Nació el 17 de septiembre de 1879, en Calvert, Texas y falleció el 9 de diciembre de 1930. Participó en cuatro campañas de la Liga Profesional Cubana, entre 1907, y 1921, con el Fe, el Habana y el San Francisco. En 1915-1916 y 1920-1921, dirigió el San Francisco y el Bacharach, respectivamente, ocupando el tercer lugar en ambas ediciones.
El Bacharach fue un equipo norteamericano de las Ligas Negras, que por primera ocasión jugó oficialmente en la Liga Profesional Cubana y se retiró antes de tiempo, pues varios de sus jugadores tuvieron que regresar a su país, por lo que ocupó el último lugar, con balance de 4-27, incluidos varios forfeits.
A inicios del siglo XX, Foster venció a un famoso equipo de Ligas Mayores, basado en sus rompimientos, donde la screwball jugó un papel determinante. Su calidad era innegable, al extremo que el manager John McGraw le pidió enseñarle ese lanzamiento al estelar blanco Christy Mathewson, quien después sería uno de los mejores de siempre.
Por esa época era tanta la relación de USA con Cuba en el béisbol, que Walter (Slick) Schlichter aparece en la Guía de Sol White como Presidente de la “Asociación Nacional de Clubes de Béisbol de Color de Estados Unidos y Cuba”.[1]
Por esa época, Foster era lanzador de los Philadelphia Giants y que probablemente fraguaba sus propios planes, vino a Cuba como lanzador del Fe.
Cuba incidió en la evolución de las Ligas Independientes de Color Norteamericanas. Foster se mudó a Chicago, donde fundó los Chicago American Giants, un trabuco que viajaba en vagones del ferrocarril Pullman y que, además de mostrar buena organización y disciplina, era propiedad de activistas negros. El gentilicio American que ostentaba el club era una réplica al Cuban de los Cuban Giants y constituía, al mismo tiempo, una declaración política sobre la nacionalidad de sus jugadores. El jardinero cubano Cristóbal Torriente llegaría a ser uno de los pilares de la novena de Foster.[2]
Rube Foster está reconocido como el padre de las Organizadas Ligas Negras Norteamericanas, a partir de 1920 (con anterioridad existían varias ligas a las que llamamos pre Ligas Negras) pues les dio mucho prestigio como jugador y manager. En aquellas lides había dirigido, entre otros, el Chicago American Giants en 1918, donde estuvo José de la Caridad Méndez. El 21 de junio de 1916 propinó un juego sin hits ni carreras a New York Yankees, en partido de exhibición. Es una figura legendaria en la historia del béisbol.
En 1981 fue elevado al Salón de la Fama de Cooperstown, por el Comité de las Ligas Negras.
[1] Roberto González Echevarría: La gloria de Cuba. Historia del Béisbol en la Isla. Editorial Colibrí. Madrid, España, 1999, p. 237.
[2] Ibídem, p. 240.