El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hablará hoy con varios líderes europeos y de la OTAN sobre lo que considera una amenaza de Rusia: la presunta acumulación de sus tropas cerca de Ucrania.
La llamada conjunta incluirá a los máximos representantes de Francia, Reino Unido, Italia y Alemania, entre otros, en momentos en que, según la Casa Blanca y los países occidentales, buscan vías diplomáticas para una desescalada de la crisis, aunque siguen las amenazas y aumenta la retórica belicista.
Biden conversó el miércoles con el presidente francés, Emmanuel Macron, para conocer sus puntos de vista sobre el encuentro en Moscú con el mandatario ruso, Vladimir Putin, quien en declaraciones posteriores se refirió con ironía a “la pacífica OTAN”, cuyos miembros han intervenido en varias guerras.
La víspera, el secretario de Estado, Antony Blinken, amenazó con “imponer un coste rápido y severo a Rusia” en caso de una agresión a Ucrania, un supuesto ya desmentido de forma reiterada por Moscú y Kiev.
Blinken habló este jueves con el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, sobre los “esfuerzos diplomáticos” para –como dicen- “instar a Rusia a reducir la tensión».
Sin embargo, corrientes en círculos de los partidos Demócrata y Republicano de Estados Unidos que atacan a Rusia sobre Ucrania están decididos a iniciar una guerra, opinó recientemente el congresista Ron Paul.
Cuando los políticos estadounidenses hablan de la concentración de tropas de Moscú en la frontera ucraniana, por ejemplo, omiten el hecho de que esas fuerzas están en realidad dentro de Rusia, comentó.
Con las tropas de Estados Unidos en unos 150 países en el extranjero, uno pensaría que Washington podría detenerse antes de criticar la “agresión” de las fuerzas dentro de las propias fronteras de un país, concluyó.
Por su parte, la editora de la revista The Nation, Katrina vanden Heuvel, advirtió «estamos viviendo (en Estados Unidos) en un momento de pandemia, de división racial, de una desigualdad económica abrumadora, de crisis climática, e ir a la guerra, o incluso contemplar estas dos nuevas Guerras Frías, tanto con Rusia como con China, me parece una locura».
“Se debería poner más atención en ver cómo podemos salir de estos conflictos (…) en lugar de toda esta retórica sobre más concentración militar en la frontera”, añadió Vanden Heuvel.
Entretanto, el portavoz adjunto de la Cancillería rusa, Alexéi Záitsev, afirmó que su país considera inaceptable la idea de una guerra con Ucrania y cree que sin la denominada ayuda occidental el conflicto se habría resuelto hace tiempo.