Nuestro William Saavedra es hombre de coraje mostrado, no solo en los play off como los medios lo presentan ahora. Los pinareños que son verdaderos aficionados, asiduos al estadio, saben de sus oportunos y grandes batazos cuando más Pinar lo necesitaba, fueron testigos muchos que haciendo dúo como tercer bate con Yosvani Peraza primero y como cuarto después con Donald Duarte, daba el estacazo y sacaba a Pinar de apuros en numerosas ocasiones.
En sus 17 series anteriores bateó para 310 eso es obra de constancia a lo largo de las temporadas beisboleras, sus 1205 incogibles entre los que tiene 214 dobles, 17 triples y 162 jonrones lo han llevado a hacer el equipo Cuba más de una vez, eso no se logra solo destacándose en los últimos juegos de un campeonato. Claro, todo sin cámaras de televisión como si ocurre en los play off.
Sí es cierto que en los juegos de postemporada su autoestima y ego se desbordan y redobla sus resultados.
En esta SNB 63 ha tenido, como él mismo ha declarado, la inspiración de Alexei Ramírez, un viejo coequipero, que lo ha motivado a jugar todos los días y juntos, hombro con hombro, llevar el peso ofensivo de su novena para colocarlo a lo largo del campeonato como líder de bateo, sin ceder en ninguna medición semanal.
¿Entonces que ha pasado en este play off?
Saavedra es un ser de carne y hueso y ante él ha tenido varios retos. Los medios radiales y televisivos, así como las redes sociales en cada partido que sale lo tienen en la mirilla para ver si conecta su jonrón 27 y así igualar con su coterráneo Omar Linares en vuelacercas como récord para post temporada.
Por otro lado, su justa denominación como “Señor play off” en esta lid, lo ha compelido a mantener los algoritmos que él ha tenido de forma natural y sin pensarlo a lo largo de su vida. Ahora todo es consciente. Dicen los grandes toleteros que el jonrón no se busca, llega solo. Saavedra lo está persiguiendo, es perceptible en cada turno al bate. Las cámaras son testigos de sus swings.
Su rendimiento en este play off
En cuartos de final ante Sancti Spiritus, William Saavedra, el Capitán de los Vegueros, se sintió cómodo a la ofensiva, 25 VB, 11 H (un jonrón y un doble), 440 Ave, sin embargo, su especialidad en anotadas e impulsadas no fue notoria: CA 1, CI 3.
En semifinal, con los Azules de la capital como rivales, en 24 VB, 7 H, (dos dobles), Ave 291, con 2 CA y 7 CI. Con un magnífico repunte en los pleitos 4 (dos impulsadas) y 5 (tres traídos para home), solo anotó una en el primer partido y otra en el segundo.
En la final ante Las Tunas no se ha podido hacer justicia tiene 6 VB H 0, CA 0, CI 0.
El “Capi” aún tiene tiempo, ahora más que nunca cuando su equipo está contra las cuerdas, de sacar su bandera verde-amarilla y decir “Aquí estoy yo”. Suerte Saavedra.